La copia o la acción de copiar en la moda, se expresa de múltiples maneras. Sin embargo, hoy me centraré en las razones que pueden llevar a una persona o una gran empresa a copiar propuestas de otros, sin ni siquiera arrugarse. ¿Homenaje, comodidad, negocio fácil o simple falta de creatividad? En las próximas líneas le doy una vuelta.
¿La copia feliz del Edén?
Imaginen esta escena: meses de trabajo de investigación, que implicaron moodboard, elección de telas e insumos, moldaje; un mesón lleno de prototipos y el feliz "descubrimiento" del hilo conductor o concepto de marca, para que alguien vea unas cuentas fotos en redes sociales, se "inspire" y comience a hacer lo mismo.
La primera reacción de un externo con un alto sentido del negocio, sería afirmar que el "pionero" le dio "el palo al gato", por lo que las copias vendrían a ser el corolario del éxito. Sin embargo, en la realidad más cruda, en esa de la escena de la moda local endeble y desfigurada por la informalidad, la copia se transforma en el parásito que roba el aliento -propiedad intelectual- y destruye parte del escaso capital ganado.
Lo anterior lo afirmo, porque uno de los grandes problemas de las etiquetas de autor es la manera en que comunican sus propuestas y consolidan marca, lo que las transforma en fáciles piezas de cambio, si no han logrado fidelizar al consumidor.
En este contexto, cabe preguntarse qué puede motivar a una persona o una gran empresa a copiarle a un par o un "David" (mirando a la gran empresa como un Goliat que ni con rocas se tambalea).
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El sitio Diet Prada, desde su origen, se ha dedicado a denunciar las copias / "inspiración" en la moda |
En la introducción lo insinué. La versión más optimista podría ser la del homenaje, que incluso puede estar acordada con la marca original. Sin embargo, esa utopía correspondería a la excepción que confirma la regla.
La otra más común -sobre todo cuando es el grande el que copia al chico- está asociada al negocio fácil y la comodidad. Vi una idea que me gustó, noté que es popular y le encanta a un nicho. Por lo mismo, la copio para llegar a ese público que aún no la conoce, pero se que podría enganchar y/o "levantarle" al público original con una alternativa "similar", pero más barata. Porque al final del día, ese consumidor no piensa en ética de trabajo, sino en su billetera.
Otro aspecto más triste, que podría inducir a la copia es la falta de creatividad. No tengo la capacidad de desarrollar una propuesta o idea original, pero mi deseo por tener una marca es tan grande, que no mido consecuencias y copio, a diestra y siniestra. Total, quién va ser el ocioso que me denuncie o qué tanto, si la moda no se patenta.
De hecho, respecto a este último punto leí un interesante texto en el sitio Dr. Pyme del Felipe Langlois, ingeniero comercial y socio del Estudio Jurídico Johansson & Langlois, donde habla sobre la protección intelectual de la moda en Chile, que puede ser esclarecedor y entregar ciertas claves respecto a esta incierta materia.
Pero volvamos al punto de origen. No pequemos de inocencia: la copia no desaparecerá de la industria de la moda, porque se ha convertido en un modelo de negocio (si no me creen pregúntenle al fast fashion). Sin embargo, no podemos conformarnos con ese antecedente, sobre todo cuando hablamos de la relación entre pequeñas marcas; y de la misma que se pregona el valor del "hecho a mano", hoy más que nunca hay que enarbolar la bandera de la "ética de trabajo".
Ello porque el "juego sucio" no ayuda a consolidar la escena de la moda local, sólo la contamina y provoca una sensación de desconcierto en los creativos y consumidores.
¿Qué otras razones crees que podrían motivar la copia en la moda?
De hecho, respecto a este último punto leí un interesante texto en el sitio Dr. Pyme del Felipe Langlois, ingeniero comercial y socio del Estudio Jurídico Johansson & Langlois, donde habla sobre la protección intelectual de la moda en Chile, que puede ser esclarecedor y entregar ciertas claves respecto a esta incierta materia.
Pero volvamos al punto de origen. No pequemos de inocencia: la copia no desaparecerá de la industria de la moda, porque se ha convertido en un modelo de negocio (si no me creen pregúntenle al fast fashion). Sin embargo, no podemos conformarnos con ese antecedente, sobre todo cuando hablamos de la relación entre pequeñas marcas; y de la misma que se pregona el valor del "hecho a mano", hoy más que nunca hay que enarbolar la bandera de la "ética de trabajo".
Ello porque el "juego sucio" no ayuda a consolidar la escena de la moda local, sólo la contamina y provoca una sensación de desconcierto en los creativos y consumidores.
¿Qué otras razones crees que podrían motivar la copia en la moda?
(Foto principal: Pexels)
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