Aunque suene curioso, la industria de la moda vive en deuda permanente con las mujeres. Lo anterior se traduce en las millones de mujeres que trabajan en su cadena productiva que son víctimas de un trato abuso; así también como en la manera que la moda ha representado a la mujer a lo largo de los años. Si bien en ambos aspectos se han observado tímidos, pero constantes avances, hay un grupo que tiende a invisibilizarse: el de las modelos. ¿Cómo ha sido la respuesta del sector ante sus demandas? Hoy le doy una vuelta, a la luz de una nota de AFP, que devela una realidad poco comentada, pero urgente de tomar en cuenta.
Tod@s quienes pululamos en el mundo de la moda conocemos el nombre de, al menos, una decena de modelos internacionales. No obstante, ese universo de éxitosas y millonarias mujeres representa con suerte, la realidad del 2% de las modelos que trabajan en la industria.
El 98% restante dista mucho de vivir en los lujos de ese grupo de privilegiadas, y debe, en muchos casos, trabajar para pagar deudas con sus agencias, aceptando tratos laborales injustos e inequitativos. Ello, sin contar aquellas que han sido víctima de abusos sexuales perpetuados por destacados (y no tan destacados) miembros del sector.
Pero esta realidad no es nueva, a fines de 2016 ante Voices, el evento que organiza el sitio Business of Fashion (BOF), el reconocido director de casting, James Scully, se atrevió a denunciarla; y mucho antes de él, lo hizo también la actriz Jennifer Sky, quien fue modelo a los 14 años en los 90s y vivió el abuso de una industria que nunca entendió la responsabilidad de trabajar con una adolescente en plena formación.
La realidad poco contada de la modelos en el mundo
Tod@s quienes pululamos en el mundo de la moda conocemos el nombre de, al menos, una decena de modelos internacionales. No obstante, ese universo de éxitosas y millonarias mujeres representa con suerte, la realidad del 2% de las modelos que trabajan en la industria.
El 98% restante dista mucho de vivir en los lujos de ese grupo de privilegiadas, y debe, en muchos casos, trabajar para pagar deudas con sus agencias, aceptando tratos laborales injustos e inequitativos. Ello, sin contar aquellas que han sido víctima de abusos sexuales perpetuados por destacados (y no tan destacados) miembros del sector.
Pero esta realidad no es nueva, a fines de 2016 ante Voices, el evento que organiza el sitio Business of Fashion (BOF), el reconocido director de casting, James Scully, se atrevió a denunciarla; y mucho antes de él, lo hizo también la actriz Jennifer Sky, quien fue modelo a los 14 años en los 90s y vivió el abuso de una industria que nunca entendió la responsabilidad de trabajar con una adolescente en plena formación.
Pero ¿cuáles son las denuncias más frecuentes de las modelos internacionales?
1- Deudas con las agencias: aunque parezca curioso, muchas modelos que van a las Semanas de la Moda de diferentes países deben pagar por su traslado y alojamiento contrayendo deudas con sus agencias. Lo triste, que en varios casos, sus salarios líquidos no alcanzan a cubrirlas y terminan haciendo una "bicicleta" para tratar de pagarlas y sobrevivir, al mismo tiempo.
2- Contratos abusivos: muchas modelos internacionales vienen de naciones de Europa del Este cuya única esperanza de salir de la pobreza es ser modelo. No obstante, no poseen ni la educación, ni la formación para hacer frente a una negociación laboral, que muchas veces se realiza en un idioma que apenas dominan. Eso la lleva a firmar contratos abusivos, donde las agencias se pueden llevar más del 70% de lo que facturan en cada trabajo.
3- Acoso sexual: antes que estallara el escándalo que ha involucrado a famosos fotógrafos el sector, el abuso sexual era una práctica normalizada en la industria. Por lo mismo, muchas jóvenes fueron presas de vejámenes, sobre todo menores de 18 años. Este asunto ha llevado a que varias marcas e incluso revistas hayan decidido no trabajar con modelos, que todavía no cumplan la mayoría de edad.
4- Exigencias hacia su peso: muchas modelos de peso saludable han debido lidear con personas de la industria que las han obligado tener medidas absurdas dada su altura, lo que ha llevado a que muchas de ellas no sólo tengan trastornos alimentarios, sino también sufran depresiones con consecuencias fatales.
5- Pago con canje: aunque pensábamos que esta situación se vivía sólo en la precariedad de las industrias incipientes y poco profesionales, una serie de modelos han denunciado que sus trabajos son pagados por canje, lo que obviamente precariza aún más su trabajo (nadie paga las cuentas con canje).
La respuesta de la industria
La industria de la moda ha sido más reactiva, que proactiva ante estas realidades. Uno de los primeros en reaccionar ante esta situación fue Vogue, quien en 2012 acordé con 19 de sus publicaciones internacionales no contratar a modelos bajo peso y menores de 16 años.
Algo similar ocurrió en 2017 cuando los conglomerados de lujo, Kering y LVMH, decidieron no volver a trabajar con modelos de talla menor a la 2 (o S en el caso chileno), y que fueran menores de 16 años.
No obstante, lo anterior, la precariedad aún se mantiene.
¿Crees que estas situaciones se repiten en este lado del mundo?
(Foto principal: GoodFreePhotos)
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