Un nuevo viaje: reflexiones del arte de hacer la maleta

Para nadie es un misterio que me encanta viajar. De hecho, la mayoría de mis aventuras intercontinentales han sido en familia. Sin embargo, hoy emprenderé una sola debido a mi trabajo. Tendré que viajar nuevamente al Sudeste Asiático para una investigación sobre Asean, que estamos realizando en mi trabajo. Mi primera parada será Tailandia, luego pasaré por Filipinas (sí, con lluvia, tifones y todo) y terminaré mi travesía en Malasia. En medio de los preparativos para este periplo me acordé de una pequeña clase que nos dieron en Louis Vuitton sobre cómo hacer una maleta. Sin duda, un arte del que nunca se termina de aprender. Acá algunas reflexiones de maletas, moda y viajes ad portas de subirme al avión otra vez.

Hacer una maleta para un viaje de negocios

En la "clase" que nos hicieron en la inauguración de la tienda de Louis Vuitton en el Distrito del Lujo, Santiago, se nos enseñó cómo empacar usando una maleta de esta marca. Si bien me pareció muy interesante el ejercicio, le critiqué al "instructor" que sus enseñanzas estuvieran dirigidas sólo a hombres, como si las mujeres no fuéramos de viaje de negocios.

Porque convengamos. Si bien la paridad de género en el mundo de los negocios deja mucho que desear, somos muchas las que por diferentes razones debemos subir a un avión por trabajo. En mi caso, estaré realizando una investigación de campo, entrevistando diversos actores de la relación de Chile con esos países de Asia y mi dress code debe ser muy cuidado, no sólo por respeto a mis entrevistados, sino también por los códigos culturales de los lugares a los que iré (uno budista, otro católica y uno musulmán). Por ejemplo en las reuniones debo evitar mostrar hombros y tener ojo con el largo de mis vestidos o faldas.

Para mi, la mejor opción en estos casos son los vestidos, ya que aportan feminidad, elegancia y además son versátiles. En el minuto de la reunión pueden combinarse con una chaqueta, que uno se puede sacar cuando termina el encuentro. De esa manera se sigue el "protocolo", pero sin sufrir en el intento (allá hace calor húmedo).

Tres tips para armar una maleta de viaje de negocios

1- Hacer una lista: una buena forma de organizarse, sin perderse es armar una lista con lo indispensable y revisarla para evitar dejar abajo lo importante. Porque es típico que a veces entre vuelta y vuelta sumamos cosas que luego ni usaremos. Hay que tener claro que cualquier olvido de cremas o maquillaje es subsanable con el duty free. Para quienes no quieren gastar de más (sobre todo al inicio del viaje), la lista es la mejor opción.

2- Llevar básicos: los 10 clásicos pueden transformarse en una excelente opción para quienes viajan por negocios. Todos o sólo algunos aportarán a una "maleta inteligente", ya que son combinables entre sí y aportan comodidad y elegancia. Además son multipropósito dependiendo del complemento con que se usen. Ejemplos de clásicos: la blusa blanca, un trench, una falda tubo, un vestido negro, un vestido de día.

Este vestido de Daniela Bozza puede funcionar como un buen básico para un viaje de negocios

3- Llevar zapatos cómodos: la tentación de sumar a la maleta zapatos de bello diseño, pero no muy cómodos puede ser enorme. Recomiendo optar sólo por uno de este tipo que combine con la mayoría de nuestra tenidas y llevar un par muy cómodos pensando que puedan servir post reuniones o para los ratos libres. Nada peor que tratar de "domesticar" un zapatos en un viaje, donde el clima o las largas caminatas pueden jugarnos malas pasadas con los pies.

¿Cuáles otros tips sumarías?

(Foto principal: ABC)