La lluvia austral -Punta Arenas- era el marco perfecto para que un Claudio Hernández de 4 o 5 años dejara a volar su imaginación cosiendo botones en un trozo de tela. Mientras su abuela materna, modista de alta costura, lo observaba. No obstante, el juego se convirtió en una vocación de vida, cuando a los 19 años llegó a Santiago y decidió estudiar diseño de vestuario en la escuela de Duoc UC, la que luego cambió por la de AIEP, lugar desde donde egresó. "El vestuario es la gran pasión de mi vida, vibro con cada cosa que hago, con cada desfile internacional que veo y con el trabajo de mis colegas a los que quiero y respeto", afirma.
- ¿Cómo describirías tu propuesta?
Para mi, el vestuario se fundamenta en un concepto unitario: cortes que estructuran la silueta, líneas femeninas y el uso de materiales nobles unidos íntimamente a detalles que adornan a la mujer y resaltan su sensualidad.
Mis diseños son eclécticos y conjugan lo clásico con la vanguardia, una mezcla de estructuras tradicionales que, complementadas con originales detalles, dan como resultado modernas creaciones.
Para mi como couturier el buen vestir no se remite a usar marcas de renombre o extravagancias, si no que se trata de utilizar prendas que vayan de acuerdo con la personalidad de quien las viste.
- ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Son siempre diversas. Un libro que leo o una película que vi siempre me dejan algo, una pintura o un mueble muchas veces son la génesis de una idea que llevo al vestuario. Pero si tuviese que delimitarme a una corriente de inspiración tengo que decir que siempre miro a épocas pasadas. Mi fetiche son los años 20 por excelencia, después miro siempre en los 30, 50 y 60. ¿Por qué? Pues simplemente porque en ellos encuentro la feminidad que busco a la hora de pensar en la vestimenta femenina, en los detalles ricos como bordados, cortes siluetas, colores. Soy un nostálgico por naturaleza (crecí escuchando boleros de la radio) por tanto mirar en las décadas pasadas me resulta fácil y a la vez fascinante. En definitiva para mí es una fuente inagotable de ideas que, mezcladas con detalles de ahora, crean un conjunto perfecto.
- ¿Qué es para ti la moda? ¿por qué? ¿cómo caracterizarías la moda chilena?
La moda a mi entender es visión de mundo. Es captar mediante lo que usamos, lo que está pasando en el mundo; pero no es arte en ningún sentido pues en su máxima expresión es la funcionalidad. La moda es mucho más que hacer las cosas que se están usando en un determinado espacio de tiempo, moda o vestimenta es también crear y vender sueños. Simbología, en el sentido de crear una personalidad a un usuario. No hay felicidad más grande para mi que ver la sonrisa de una mujer que con una creación mía se siente la más bella del mundo. ¿Por qué? Creo que se relaciona con mi necesidad de decir lo que pienso, lo que amo, mis convicciones y sueños por medio de formas, colores, adornos y tipos de prendas de vestir. Con ello busco comunicar y siento que mi misión al respecto se sustenta en entregar felicidad a la gente por medio de mi labor como diseñador.
La moda chilena en una simple frase se caracteriza por "ceñirse", es decir, que las mujeres sea cual sea su edad o su condición socioeconómica pretenden verse curvilíneas, sinuosas. Sin entender que en el insinuar y en el mostrar a medias se encuentra un erotismo demasiado recargado que si supieran utilizarlo resaltaría aún más la propia condición de féminas. Muchos dicen que la moda chilena es apagada y gris, sin embargo en este recato veo muchas ganas de ser elegantes. Es una moda que mira hacia afuera (París, Milán, Nueva York, Sao Paulo) pero sin embargo no es capaz de rescatar una tendencia localista o que se relacione con lo que somos, con nuestra idiosincracia.
- ¿Cuál es la mayor lección que has aprendido en tu carrera? ¿por qué?
Mi mayor lección ha sido la humildad y lo he aprendido después de mucho tiempo debido a que me he dado cuenta que para triunfar (en el mundo de la moda y seguramente en otros ámbitos) se debe ser responsable, perseverante y humilde.
- ¿Qué sentimientos quisieras despertar con tu propuesta? ¿cómo es la mujer que la viste?
Con mi propuesta quisiera despertar sentimientos de satisfacción. Que una mujer sienta que aunque no tenga el físico perfecto que hoy la TV, la publicidad, el cine y los medios en general nos exigen puede ser bella simplemente porque así lo desea. La belleza se aprende, se pule y se trabaja. Una sonrisa gozosa es la mayor muestra de belleza en una mujer. La mujer que visto es por lo general de entre 25 a 40 años, incluso 45. Son mujeres que buscan sentirse sensuales, sexies, bellas y seguras. Pero sin caer en la tonta imagen de la femme fatale, son mujeres que entienden que en los detalles radican la diferencia, el garbo y la seguridad y para ello el vestuario debe ser como un lienzo limpio en el que se pondrán los adornos necesarios y en su medida exactas.
- ¿En qué pasarelas te gustaría estar en el futuro?
Definitivamente París compartiendo o trabajando con Chanel; también Nueva York y colaborando con Carolina Herrera.
- ¿Cómo describirías tu propuesta?
Para mi, el vestuario se fundamenta en un concepto unitario: cortes que estructuran la silueta, líneas femeninas y el uso de materiales nobles unidos íntimamente a detalles que adornan a la mujer y resaltan su sensualidad.
Mis diseños son eclécticos y conjugan lo clásico con la vanguardia, una mezcla de estructuras tradicionales que, complementadas con originales detalles, dan como resultado modernas creaciones.
Para mi como couturier el buen vestir no se remite a usar marcas de renombre o extravagancias, si no que se trata de utilizar prendas que vayan de acuerdo con la personalidad de quien las viste.
- ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Son siempre diversas. Un libro que leo o una película que vi siempre me dejan algo, una pintura o un mueble muchas veces son la génesis de una idea que llevo al vestuario. Pero si tuviese que delimitarme a una corriente de inspiración tengo que decir que siempre miro a épocas pasadas. Mi fetiche son los años 20 por excelencia, después miro siempre en los 30, 50 y 60. ¿Por qué? Pues simplemente porque en ellos encuentro la feminidad que busco a la hora de pensar en la vestimenta femenina, en los detalles ricos como bordados, cortes siluetas, colores. Soy un nostálgico por naturaleza (crecí escuchando boleros de la radio) por tanto mirar en las décadas pasadas me resulta fácil y a la vez fascinante. En definitiva para mí es una fuente inagotable de ideas que, mezcladas con detalles de ahora, crean un conjunto perfecto.
- ¿Qué es para ti la moda? ¿por qué? ¿cómo caracterizarías la moda chilena?
La moda a mi entender es visión de mundo. Es captar mediante lo que usamos, lo que está pasando en el mundo; pero no es arte en ningún sentido pues en su máxima expresión es la funcionalidad. La moda es mucho más que hacer las cosas que se están usando en un determinado espacio de tiempo, moda o vestimenta es también crear y vender sueños. Simbología, en el sentido de crear una personalidad a un usuario. No hay felicidad más grande para mi que ver la sonrisa de una mujer que con una creación mía se siente la más bella del mundo. ¿Por qué? Creo que se relaciona con mi necesidad de decir lo que pienso, lo que amo, mis convicciones y sueños por medio de formas, colores, adornos y tipos de prendas de vestir. Con ello busco comunicar y siento que mi misión al respecto se sustenta en entregar felicidad a la gente por medio de mi labor como diseñador.
La moda chilena en una simple frase se caracteriza por "ceñirse", es decir, que las mujeres sea cual sea su edad o su condición socioeconómica pretenden verse curvilíneas, sinuosas. Sin entender que en el insinuar y en el mostrar a medias se encuentra un erotismo demasiado recargado que si supieran utilizarlo resaltaría aún más la propia condición de féminas. Muchos dicen que la moda chilena es apagada y gris, sin embargo en este recato veo muchas ganas de ser elegantes. Es una moda que mira hacia afuera (París, Milán, Nueva York, Sao Paulo) pero sin embargo no es capaz de rescatar una tendencia localista o que se relacione con lo que somos, con nuestra idiosincracia.
- ¿Cuál es la mayor lección que has aprendido en tu carrera? ¿por qué?
Mi mayor lección ha sido la humildad y lo he aprendido después de mucho tiempo debido a que me he dado cuenta que para triunfar (en el mundo de la moda y seguramente en otros ámbitos) se debe ser responsable, perseverante y humilde.
- ¿Qué sentimientos quisieras despertar con tu propuesta? ¿cómo es la mujer que la viste?
Con mi propuesta quisiera despertar sentimientos de satisfacción. Que una mujer sienta que aunque no tenga el físico perfecto que hoy la TV, la publicidad, el cine y los medios en general nos exigen puede ser bella simplemente porque así lo desea. La belleza se aprende, se pule y se trabaja. Una sonrisa gozosa es la mayor muestra de belleza en una mujer. La mujer que visto es por lo general de entre 25 a 40 años, incluso 45. Son mujeres que buscan sentirse sensuales, sexies, bellas y seguras. Pero sin caer en la tonta imagen de la femme fatale, son mujeres que entienden que en los detalles radican la diferencia, el garbo y la seguridad y para ello el vestuario debe ser como un lienzo limpio en el que se pondrán los adornos necesarios y en su medida exactas.
- ¿En qué pasarelas te gustaría estar en el futuro?
Definitivamente París compartiendo o trabajando con Chanel; también Nueva York y colaborando con Carolina Herrera.
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