Las ferias de diseño han aterrizado para quedarse. Hace un tiempo analizamos su fenómeno desde el punto de vista de su aporte al diseño y hoy la reflexión la haremos sobre su futuro (what´s next).


La metamorfosis
En alrededor de dos años y medio, la escena del diseño independiente nacional ha adoptado las ferias como el mejor aliado para dar a conocer sus marcas y conseguir canales de distribución baratos y efectivos (sin intermediación). No obstante, lo que partió siendo una novedad se ha convertido en una parte más del ecosistema de la moda indie.
A esta metamorfosis natural se sumaron los cuestionamientos a su “valor diseño” y a los límites que se cruzaban por intentar hacer de ellas un negocio lucrativo.

Para quienes nos encanta el mundo de la moda, las ferias dejaron hace un buen rato de ser “la alternativa” para encontrar propuestas originales. De hecho, muchos de los grandes diseñadores jóvenes de la escena, no comercializan su ropa en ellas, sino en tiendas especializadas escogidas con pinzas.

A esta metamorfosis natural se sumaron los cuestionamientos a su “valor diseño” y a los límites que se cruzaban por intentar hacer de ellas un negocio lucrativo.

Para quienes nos encanta el mundo de la moda, las ferias dejaron hace un buen rato de ser “la alternativa” para encontrar propuestas originales. De hecho, muchos de los grandes diseñadores jóvenes de la escena, no comercializan su ropa en ellas, sino en tiendas especializadas escogidas con pinzas.

Analizando al diseñador y consumidor de ferias
El diseñador de ferias se divide en dos grupos: uno de principiantes o “pajaritos nuevos”, que ven en este espacio una opción de probar sus productos y lograr construir marca, lo que supone un “prueba y error”, que puede llevar al entusiasmo o la salida del mercado. Por otra parte, hay marcas ya establecidas que tienen a las ferias como canales de distribución alternativos, que les permiten saltarse ciertos trámites tributarios y seguir aumentando su cartera de clientes, para luego realizar ventas privadas, promociones, etc, más focalizadas en sus nichos.

Respecto a los consumidores encontramos desde el que ve el diseño independiente como una novedad y se encanta con todo, hasta el consumidor más maduro que anda a la caza de nuevas marcas que lo sorprendan y califiquen para entrar en su clóset. En ambos casos, las necesidades son muy diferentes y la capacidad de frustración y agotamiento van creciendo en la medida que se hace más experto.
Este fenómeno obliga a pensar cuál será el próximo paso que deben dar las marcas más maduras y las no tanto, que quieran fidelizar al consumidor experto, que es el que prefiere el diseño indie no como moda, sino como estilo de vida.


Respecto a los consumidores encontramos desde el que ve el diseño independiente como una novedad y se encanta con todo, hasta el consumidor más maduro que anda a la caza de nuevas marcas que lo sorprendan y califiquen para entrar en su clóset. En ambos casos, las necesidades son muy diferentes y la capacidad de frustración y agotamiento van creciendo en la medida que se hace más experto.
Este fenómeno obliga a pensar cuál será el próximo paso que deben dar las marcas más maduras y las no tanto, que quieran fidelizar al consumidor experto, que es el que prefiere el diseño indie no como moda, sino como estilo de vida.

What´s next
Las ferias de diseño seguirán apareciendo y desapareciendo. No obstante, el gancho de “productos exclusivos, de diseño y a buen precio” dejará de hacer efecto en los consumidores de moda.

Creo que la siguiente etapa estará más relacionada con encontrar nichos y realizar ofertas especiales para ellos, que a apelar a una masa “uniforme”. Por eso asumen gran relevancia las ferias temáticas o que mezclan otro valor agregado como las artes visuales, el cine, la música, etc. Todo ello pensando en lograr un concepto aglutinador que las diferencie del resto de las ferias existentes.
Ahora, para los que ya creen que la prueba de las ferias está superada, les recomendaría explorar en el terreno de las ventas especiales o showroom itinerantes. De esa manera se apela a la misma lógica del nicho, pero a una exclusividad real asociada no sólo con la propuesta de diseño, sino también con el evento mismo. Invitar a un grupo a conocer el proceso creativo de una marca o a costumizar sus prendas, ir de shopping de telas o ser ente importante en el proceso creativo pueden hacer la diferencia.

Lo fundamental es comprender que las ferias a secas, se convertirán en commodities y por ende, las marcas que estén en ellas serán vistas de la misma manera.

Creo que la siguiente etapa estará más relacionada con encontrar nichos y realizar ofertas especiales para ellos, que a apelar a una masa “uniforme”. Por eso asumen gran relevancia las ferias temáticas o que mezclan otro valor agregado como las artes visuales, el cine, la música, etc. Todo ello pensando en lograr un concepto aglutinador que las diferencie del resto de las ferias existentes.
Ahora, para los que ya creen que la prueba de las ferias está superada, les recomendaría explorar en el terreno de las ventas especiales o showroom itinerantes. De esa manera se apela a la misma lógica del nicho, pero a una exclusividad real asociada no sólo con la propuesta de diseño, sino también con el evento mismo. Invitar a un grupo a conocer el proceso creativo de una marca o a costumizar sus prendas, ir de shopping de telas o ser ente importante en el proceso creativo pueden hacer la diferencia.

Lo fundamental es comprender que las ferias a secas, se convertirán en commodities y por ende, las marcas que estén en ellas serán vistas de la misma manera.
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