Mucho se ha hablado del fenómeno de la deslocalización de la moda –o producir fuera del país de origen-, pero muy poco sobre la relocalización, que está devolviendo a sus antiguos talleres nacionales a muchas marcas. ¿A qué se debe este fenómeno? Hoy lo analizamos.
No obstante, la crisis económica que sufre el planeta –con mayor intensidad en Europa y EE.UU.- ha llevado a que muchos deslocalizados regresen a casa. ¿Por qué? La razón más obvia es porque la suma total de costos no está dando un saldo tan positivo como antaño, a lo que se agregan factores relacionados con la evolución de la industria y cambios en el comportamiento del consumidor,que no justifican muchas de estas operaciones.
Pero revisemos este panorama con calma. ¿Por qué relocalizar? Según los expertos hay razones de sobra, sobre todo en el caso de la PYMES del sector moda, que manejan menores márgenes de ganancias. Revisemos las más comunes:
1- Los costos “ocultos”: cuando se habla de deslocalización, lo primero que se piensa es en el menor costo de la mano de obra. Sin embargo no se considera el valor de expatriar al personal directivo, crear un equipo de control de calidad en el lugar de producción, capacitar a la mano de obra (para que pueda responder a los estándares de calidad) e implementar tecnológicamente el espacio de fabricación.
2- Controlar de cerca los procesos: como un subconjunto del control de calidad, muchas marcas de moda, sobre todo las de lujo, están relocalizando para seguir paso a paso la cadena de producción y evitar así “fugas”, que den pie a falsificaciones de la marca.
3- Cambios sociales en los terceros países: a medida que los países, donde se deslocalizó, mejoran sus condiciones de vida, los costos de la mano de obra se incrementan, y por ende los márgenes de ganancia para la empresa de moda disminuyen. Ello lleva al cuestionamiento de la deslocalización y el retorno de algunas líneas de productos a casa (también pueden ser de toda la empresa).
4- Temporadas más cortas, producción de menores volúmenes: antiguamente la industria de la moda se movía en dos temporadas. Ahora, la mayoría de las grandes marcas manejan, al menos, dos grandes colecciones y dos pre colecciones de temporada. Eso acarrea pedidos de menor tamaño y reposiciones que sale más barato fabricar en casa (les recomiendo revisar el caso de Zara, que usa la relocalización y deslocalización en su cadena de producción exitosamente).
5- Cambios de tendencias de consumo: la revalorización de lo local, sumada a las corrientes de slow fashion y moda ética han llevado a que muchas marcas de moda se cuestionen producir afuera y comiencen a crear línea de producto en sus países, donde el concepto tanto creativo como de marketing se centra en la valoración de lo local. En esta misma línea, los videos del making off de muchos productos de lujo como los zapatos de hombre Louis Vuitton o las carteras Miss Dior tiene que ver con ello.
Pero ¿cómo se consolida la relocalización, al menos, parcial de la oferta? Para que las marcas de moda se interesen en regresar a sus países de orígenes tiene que contar con ciertos incentivos que hagan más rentable la inversión interna que externa. Entre ello se cuentan: beneficios fiscales para la contratación de mano de obra nacional (asociada a capacitación y algún subsidio específico), fondos para la innovación en tecnologías y maquinarias, etc.
La moda de autor es un sector que puja por la relocalización de los procesos, porque en la medida que más marcas regresen o que el mercado sienta la necesidad de potenciar la industria textil local, los artesanos especializados, etc, mejorarán las condiciones y la competitividad de quienes intentan hacerse un espacio en el clóset de los consumidores latinos.
¿Estás de acuerdo con la relocalización de la moda?
Razones para deslocalizar y relocalizar
La deslocalización productiva en el mundo de la moda surgió como un paso evidente en medio de la globalización. La regla indicaba que había que sacar los procesos de fabricación del país de origen y llevarlos donde fuera más barato, de tal manera de bajar los costos, y por ende el precio final de las prendas. Esta tendencia desencadenó la migración de muchas etiquetas a Asia, particularmente China, Vietnam e Indonesia.No obstante, la crisis económica que sufre el planeta –con mayor intensidad en Europa y EE.UU.- ha llevado a que muchos deslocalizados regresen a casa. ¿Por qué? La razón más obvia es porque la suma total de costos no está dando un saldo tan positivo como antaño, a lo que se agregan factores relacionados con la evolución de la industria y cambios en el comportamiento del consumidor,que no justifican muchas de estas operaciones.
Pero revisemos este panorama con calma. ¿Por qué relocalizar? Según los expertos hay razones de sobra, sobre todo en el caso de la PYMES del sector moda, que manejan menores márgenes de ganancias. Revisemos las más comunes:
1- Los costos “ocultos”: cuando se habla de deslocalización, lo primero que se piensa es en el menor costo de la mano de obra. Sin embargo no se considera el valor de expatriar al personal directivo, crear un equipo de control de calidad en el lugar de producción, capacitar a la mano de obra (para que pueda responder a los estándares de calidad) e implementar tecnológicamente el espacio de fabricación.
2- Controlar de cerca los procesos: como un subconjunto del control de calidad, muchas marcas de moda, sobre todo las de lujo, están relocalizando para seguir paso a paso la cadena de producción y evitar así “fugas”, que den pie a falsificaciones de la marca.
Hermes es una de las tantas marcas del lujo que ha sufrido por la falsificación, que se da de manera más intensa en la medida que se pierda el control de los procesos |
3- Cambios sociales en los terceros países: a medida que los países, donde se deslocalizó, mejoran sus condiciones de vida, los costos de la mano de obra se incrementan, y por ende los márgenes de ganancia para la empresa de moda disminuyen. Ello lleva al cuestionamiento de la deslocalización y el retorno de algunas líneas de productos a casa (también pueden ser de toda la empresa).
4- Temporadas más cortas, producción de menores volúmenes: antiguamente la industria de la moda se movía en dos temporadas. Ahora, la mayoría de las grandes marcas manejan, al menos, dos grandes colecciones y dos pre colecciones de temporada. Eso acarrea pedidos de menor tamaño y reposiciones que sale más barato fabricar en casa (les recomiendo revisar el caso de Zara, que usa la relocalización y deslocalización en su cadena de producción exitosamente).
Aunque la colección crucero de Chanel 2013 se presentó el mes pasado, recién en diciembre estará disponible para la venta. Mientras en septiembre se presentará otra nueva colección. Foto: Style Gazing |
Pero ¿cómo se consolida la relocalización, al menos, parcial de la oferta? Para que las marcas de moda se interesen en regresar a sus países de orígenes tiene que contar con ciertos incentivos que hagan más rentable la inversión interna que externa. Entre ello se cuentan: beneficios fiscales para la contratación de mano de obra nacional (asociada a capacitación y algún subsidio específico), fondos para la innovación en tecnologías y maquinarias, etc.
La moda de autor es un sector que puja por la relocalización de los procesos, porque en la medida que más marcas regresen o que el mercado sienta la necesidad de potenciar la industria textil local, los artesanos especializados, etc, mejorarán las condiciones y la competitividad de quienes intentan hacerse un espacio en el clóset de los consumidores latinos.
¿Estás de acuerdo con la relocalización de la moda?
(Foto principal: Reuters blog)
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