Si hiciéramos una revisión rápida diversas marcas de moda de autor latina, notaríamos que la mayoría utiliza fibras textiles tradicionales para las confecciones de sus prendas: algodón, lana, viscosa e incluso poliéster. Pero ¿son estas telas el futuro de la industria? Según un recién publicado estudio de la materia, no. Exploremos en el universo de las telas del futuro.
Si bien con la irrupción de la moda sustentable y el consumo ético, muchas fibras naturales con certificación orgánica o de comercio justo, han comenzado a posicionarse en ciertos nichos, su consumo podría representar sólo una parte del futuro de la industria textil. Eso es lo que se deduce del estudio “Materias Primas para el Sector Textil/Confección. Opciones de Futuro” de Observatorio Industrial del Sector Textil/ Confección.
En él se señala que la industria está en enfocada en 3 objetivos:
1- Explotar las capacidades de las fibras que ya se conocen.
2- Desarrollar nuevas fibras que se adapten a las condiciones del entorno.
3- Crear “fibras súper-miméticas”, con reacciones similares a las funciones de las personas. Por ejemplo: que ayuden a disminuir la transpiración y se adhieran en forma más natural al cuerpo humano.
Esos tres objetivos, a su vez, están orientados en mejorar las cualidades estéticas, funcionales y de confort de las prenda. Y se cruzan con las aspiraciones de los consumidores que buscan textiles de fácil cuidado, buen precio y valores éticos.
En Chile, uno de los sectores donde he visto mayor preocupación por innovar en las fibras textiles es el relacionado con la ropa interior, específicamente los calcetines. Hace poco salieron al mercado calcetines hechos con fibra de bambú y otros con fibra de cobre. Éstos últimos con propiedades bactericidas y fungicidas, ideales para personas con enfermedades como la diabetes o que trabajan en condiciones extremas.
Por su parte en la escena de la moda de autor latina, lo más cercano a la innovación textil que he visto, ha sido el trabajo de marcas que mezclan en sus prendas cualidades tecnológicas que permiten recargar dispositivos móviles, por ejemplo. Pero siempre en la línea de lo urbano sport.
¿Qué falta para dar el salto en esta materia? Que las marcas de moda de autor busquen el acercamiento con la industria textil y con fondos de innovación (asociados a organizaciones gubernamentales o universidades) para explorar nuevos tipos de fibras, que mejoren el actual desempeño de las telas. Sin duda, la fibra de cobre es un avance que genera una ventaja competitiva inigualable. Esa misma aplicación se podría probar en otros productos de moda. ¿Por qué no se ha hecho? No tengo respuestas, sin embargo creo que es fundamental seguir este impulso creativo que nos ha puesto a la punta en la innovación.
Características de las telas del futuro
A pesar de lo que muchos crean, las telas más utilizadas por la industria de la moda son el poliéster y el rayón (del que se fabrica la viscosa). El algodón ha perdido terreno con los años y la volatilidad de su precio lo ha convertido en un producto reservado para pocos.Si bien con la irrupción de la moda sustentable y el consumo ético, muchas fibras naturales con certificación orgánica o de comercio justo, han comenzado a posicionarse en ciertos nichos, su consumo podría representar sólo una parte del futuro de la industria textil. Eso es lo que se deduce del estudio “Materias Primas para el Sector Textil/Confección. Opciones de Futuro” de Observatorio Industrial del Sector Textil/ Confección.
En él se señala que la industria está en enfocada en 3 objetivos:
1- Explotar las capacidades de las fibras que ya se conocen.
2- Desarrollar nuevas fibras que se adapten a las condiciones del entorno.
3- Crear “fibras súper-miméticas”, con reacciones similares a las funciones de las personas. Por ejemplo: que ayuden a disminuir la transpiración y se adhieran en forma más natural al cuerpo humano.
Posibilidades de respuesta de las fibras textiles según estudio |
Esos tres objetivos, a su vez, están orientados en mejorar las cualidades estéticas, funcionales y de confort de las prenda. Y se cruzan con las aspiraciones de los consumidores que buscan textiles de fácil cuidado, buen precio y valores éticos.
En Chile, uno de los sectores donde he visto mayor preocupación por innovar en las fibras textiles es el relacionado con la ropa interior, específicamente los calcetines. Hace poco salieron al mercado calcetines hechos con fibra de bambú y otros con fibra de cobre. Éstos últimos con propiedades bactericidas y fungicidas, ideales para personas con enfermedades como la diabetes o que trabajan en condiciones extremas.
El calcetín con fibra de cobre de Monarch fue protagonista en la tragedia de los 33 mineros |
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Caffarena además de calcetines tiene una línea de prendas llamada Natural confeccionadas con materias primas nobles de origen 100% natural como la Soya, el Bambú y el Modal. Además de algodón. |
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Indarra es una marca de autor argentina que ha innovado en materia textil de la mano de la tecnología |
¿Qué falta para dar el salto en esta materia? Que las marcas de moda de autor busquen el acercamiento con la industria textil y con fondos de innovación (asociados a organizaciones gubernamentales o universidades) para explorar nuevos tipos de fibras, que mejoren el actual desempeño de las telas. Sin duda, la fibra de cobre es un avance que genera una ventaja competitiva inigualable. Esa misma aplicación se podría probar en otros productos de moda. ¿Por qué no se ha hecho? No tengo respuestas, sin embargo creo que es fundamental seguir este impulso creativo que nos ha puesto a la punta en la innovación.
(Fotos principal:Tienda de telas en Brighton por Dauvit Alexander)
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