¿Ser o no ser fashion blogger? Es una pregunta que me hago constantemente. Si bien, me considero un fashion blogger porque no estudié una carrera relacionada con la moda y me metí en este mundo de "patuda", no me siento tan blogger porque soy periodista y me gano el pan escribiendo profesionalmente. Para mi este dilema se agudiza al observar la confusión que tienen las marcas respecto a los blogueros de moda. ¿Por qué? Hoy lo revisamos.
Si bien, asumimos que muchas marcas creen que ser bloguero de moda es un hobbie pagable con "engañitos", lo que más me preocupa es que hay varias que piensan que la mayoría de los que nos desempeñamos en este rubro somos amateur (fashion blogger = socialité fashionista o apasionado de la moda sin estudios formales en el tema). Ok, casi tod@s tenemos un trabajo a tiempo completo y el blog lo escribimos en nuestras "horas extras". No obstante, ello no supone que nuestra labor sea poco seria. Si hay un grupo que se lo toma por simple diversión y lo hace con el mismo entusiasmo con que va al gimnasio o al cine, es respetable, pero no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco.
Somos varios los que hemos perfilado una línea editorial y asumimos nuestros blogs como un trabajo, más allá de "las horas sillas" que utilicemos. Por lo mismo, investigamos, reporteamos, cotejamos información, desarrollamos productos originales (vídeos, producciones, etc) a los que le dedicamos pasión, tiempo y dinero. Todo ello pensando no en nuestra propia satisfacción, sino en nuestro lectores, en quienes fielmente nos siguen, comentan y hacen correr la voz de nuestros contenidos en las redes sociales. Para ellos es nuestro esfuerzo y compromiso. Por lo mismo, posteamos diariamente contra viento y marea, y no nos dejamos derrotar por la adversidad.
Pero, al parecer hay marcas que todavía creen que somos un grupo de adolescentes jugando a ser grandes. Y en vez de sentarse con nosotros a negociar , nos tratan de subir a proyectos con "regalitos" tan divertidos como los que pienso para mi hija de 8 años en Navidad. Lo sé, es responsabilidad de cada uno de nosotros poner los límites y no dejarse llevar por "el Viejo de Pascua". Pero más allá de los deberes individuales, creo que es fundamental hacer pensar a la "industria" y entender cuál es el verdadero aporte de los fashion bloggers, valorizarlo y segmentar, de la misma manera que se hace con los públicos. No todos hacemos lo mismo, no todos estamos motivados por los mismos intereses, no todos vemos la moda de la misma manera, ni apuntamos al mismo lector. Por tal razón es fundamental crear estrategias diferenciadas de comunicación con los blogueros y no meter a todos en el mismo saco. Si no, se pierden oportunidades importantes para que nuestro producto, marca o propuesta llegue efectivamente a quienes buscamos y no rebote entre espejos virtuales, donde ni siquiera somos capaces de distinguir nuestros rostros.
La teoría de la cola larga es válida para la blogósfera de moda. El que no se da cuenta, realmente está completamente lost in translation.
Fashion blogger profesional
Cuando creé mi blog en mayo 2007, la escena fashion blogger internacional estaba completamente desatada. Sin embargo, solo en 2010 comenzó a popularizarse el concepto en Chile y el resto de Latinoamérica. Es en ese momento cuando las marcas comenzaron a mirar tímidamente a las blogueras de moda -hablo en femenino porque los hombres se sumaron hace muy poco- y vieron los beneficios que suponía generar alianzas con ellas (nosotras). De ahí la historia es conocida. De hecho hemos reflexionado sobre la "peligrosa" relación de l@s fashion bloggers y marcas. No obstante, nos había quedado en el tintero profundizar sobre la percepción de las marcas hacia este segmento de comunicadores.El amor por los flashes de muchos fashion bloggers no siempre es sinónimo de amateur. Los estereotipos pueblan la escena y no permiten observar el fondo. Foto: Leblow.co.uk |
Si bien, asumimos que muchas marcas creen que ser bloguero de moda es un hobbie pagable con "engañitos", lo que más me preocupa es que hay varias que piensan que la mayoría de los que nos desempeñamos en este rubro somos amateur (fashion blogger = socialité fashionista o apasionado de la moda sin estudios formales en el tema). Ok, casi tod@s tenemos un trabajo a tiempo completo y el blog lo escribimos en nuestras "horas extras". No obstante, ello no supone que nuestra labor sea poco seria. Si hay un grupo que se lo toma por simple diversión y lo hace con el mismo entusiasmo con que va al gimnasio o al cine, es respetable, pero no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco.
Los blogueros de moda somos tan diversos como los públicos a los que apuntamos. Foto: Fashion OPolis |
Somos varios los que hemos perfilado una línea editorial y asumimos nuestros blogs como un trabajo, más allá de "las horas sillas" que utilicemos. Por lo mismo, investigamos, reporteamos, cotejamos información, desarrollamos productos originales (vídeos, producciones, etc) a los que le dedicamos pasión, tiempo y dinero. Todo ello pensando no en nuestra propia satisfacción, sino en nuestro lectores, en quienes fielmente nos siguen, comentan y hacen correr la voz de nuestros contenidos en las redes sociales. Para ellos es nuestro esfuerzo y compromiso. Por lo mismo, posteamos diariamente contra viento y marea, y no nos dejamos derrotar por la adversidad.
En la mesa redonda Power blog + diseño de autor conversaremos sobre blogs de moda, moda de autor y marcas |
Pero, al parecer hay marcas que todavía creen que somos un grupo de adolescentes jugando a ser grandes. Y en vez de sentarse con nosotros a negociar , nos tratan de subir a proyectos con "regalitos" tan divertidos como los que pienso para mi hija de 8 años en Navidad. Lo sé, es responsabilidad de cada uno de nosotros poner los límites y no dejarse llevar por "el Viejo de Pascua". Pero más allá de los deberes individuales, creo que es fundamental hacer pensar a la "industria" y entender cuál es el verdadero aporte de los fashion bloggers, valorizarlo y segmentar, de la misma manera que se hace con los públicos. No todos hacemos lo mismo, no todos estamos motivados por los mismos intereses, no todos vemos la moda de la misma manera, ni apuntamos al mismo lector. Por tal razón es fundamental crear estrategias diferenciadas de comunicación con los blogueros y no meter a todos en el mismo saco. Si no, se pierden oportunidades importantes para que nuestro producto, marca o propuesta llegue efectivamente a quienes buscamos y no rebote entre espejos virtuales, donde ni siquiera somos capaces de distinguir nuestros rostros.
La teoría de la cola larga es válida para la blogósfera de moda. El que no se da cuenta, realmente está completamente lost in translation.
(Foto principal: dirtylittlestylewhore)
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