Un día la periodista y joyera, María Paz Cuadra, decidió exiliar todo aquello que la desmotivaba y aletargaba. Renunció a un trabajo del que hace rato se había desilusionado y dio un giro en su vida. Desde ahora en adelante haría solo lo que la hiciera feliz y se propondría ser una mujer con mayúscula. Ese cambio de timón la llevó a dedicarse 100% a su marca de joyería de autor, Zurda. ¿Cómo le ha ido? Hoy nos los cuenta.
“Zurda cree en la revaloración del oficio y del trabajo hecho a mano, de la unicidad y la customización de las piezas. Zurda nace como una opción a lo que ya existe, a la sobreproducción en serie, a la moda desechable, a las cosas baratas que no duran, a las piezas sin fundamento, y al hacer por hacer y ponerse por ponerse. Cuesta encontrar propuestas que combinen lo conceptual con lo comercial. Es decir crear piezas que traigan un mensaje, pero que no sean sólo eso, sino que también sean atractivas y usables. Eso es lo que trato con Zurda, buscar el punto de equilibrio entre el mundo del arte y del diseño”.
“La materialidad influye muchísimo en mi proceso creativo, es el mensaje y a la vez el transporte. En el caso de la colección Carbono14 el material es esencial, porque desde ahí partió todo. Desde la concepción del carbón como más que un simple mineral, como el origen máximo de todo lo que existe.
En otros trabajos la materialidad ha venido después de conceptualizar, viendo qué material es lo que más me sirve a lo que quiero comunicar. Pero en este momento me acomoda más así, porque siento que la materialidad comunica de manera inequívoca, ya sea a través de su forma, color, consistencia, concepciones pre existentes, o todo a la misma vez. Por ejemplo, con el carbón aparte de todo el significado que lo acompaña, también me gusta que sea un material que causa prejuicios en la gente. El carbón generalmente se ve como algo sucio, contaminante y yo quise descontextualizarlo, desafiar esos prejuicios y convertirlo en algo bello, atractivo y que a la vez te hace pensar, ‘guau’! ‘Nunca lo había mirado así’, te hace re-conocerlo”.
“Para empezar creo que no hago moda, o al menos no me gusta verlo desde ese punto de vista. Para mi la palabra ‘moda’ tiene una connotación que se ajusta más a lo pasajero, a lo banal, a lo falto de contenido y sin ninguna funcionalidad más que la estética.
Por el contrario, la joyería u orfebrería, o por lo menos la que yo hago, lo veo más como algo permanente, más profundo y capaz de comunicar más allá de lo estético. Veo las joyas como elementos que uno decide apegarse al cuerpo y llevarlos consigo. Para mí las joyas o los objetos los puedes cargar con lo que quieras, con energía, con pensamiento, con valor, etc, como por ejemplos los amuletos de buena suerte. Y para mí lo ideal es que mis joyas no se rijan por la ‘moda’, sino por otros factores como los que menciono más arriba.
Ahora con respecto a la identidad local creo que es esencial para los creadores de hoy, ya sea del rubro que sean. Creo que afortunadamente cada vez más hay personas que se interesan en la historia del producto que adquieren, pero claramente aún no es lo suficiente como para crear un mercado que demande de manera constante este tipo de productos. Para mí como creadora la identidad local es algo esencial.
En Chile tenemos tremendos artistas y los más maravillosos escenarios y materiales para crear, o sea lo tenemos todo, inspiración, cabeza y manos, pero no siempre sabemos mostrarlo. Para mí es algo que sale natural, es lógico. Creo que mis piezas tienen identidad local sin hacerlo a propósito. Para mi no tendría sentido, por ejemplo, hacer joyas con materiales que traigo de China o copiar un diseño finlandés que no tiene ninguna relación con lo que soy, con el contexto donde me muevo, que no dice nada sobre mí…. tampoco quiere decir que todo lo que hago tiene que ser de cobre o de alpaca porque esos son los materiales chilenos por excelencia. Sino que creo que es nuestra tarea reinventar el arte chileno, salir de los lugares comunes, sorprender al resto, sorprendernos a nosotros mismos y darle una vuelta a las cosas que creamos, por qué las creamos y cómo lo hacemos. Que dejemos de imaginarnos lo de siempre, creo que las tenemos todas para estar en la escena mundial, ya sea de cualquier tipo de arte o quehacer sólo hay que creerse el cuento, soñar y hacer.
Salir de la zona de confort y empezar a atreverse, no dejarse regir por las tendencias, por lo que está de moda, por lo que se usa, sino que mirar para adentro, mirar a nuestro país, a nosotros mismos, que es aquí la mayor fuente de inspiración que tenemos. Preocuparnos de eso, en lugar de querer parecernos a otro, de vendernos caro, de decir que hacemos y no concretar nada.
Por otro lado, también creo que el último tiempo lo de ‘identidad local’ está muy de moda y son pocos los que de verdad lo incluyen naturalmente en sus trabajos. Hay muchos diseñadores que usan los tejidos del norte, o las lanas del sur, o cualquier lugar común para decir que sus productos tienen identidad local. La verdadera identidad local no se puede forzar, sale o no sale. Creo que hay diseños contemporáneos como, por ejemplo ,una mochila de lona que tiene mucho más identidad local que un chaleco hecho con lana del sur a la fuerza”.
“Creo que el principal desafío que sortea una marca de joyería de autor es el mismo que enfrenta una marca de ropa de autor, muebles de autor, fotos de autor, etc: lograr que la gente valore el trabajo original, que valore el oficio, que valore la unicidad de lo que está comprando.
Por otra parte la culpa no es sólo de la gente ‘que no se da cuenta’, también creo que es culpa del sistema y de cómo funciona el mercado. Lamentablemente es mucho más caro comprar cosas de autor, es más difícil, más exclusivo y de alguna manera es ‘el nuevo lujo’. Esto porque estamos invadidos de tiendas de retail que copian todos los diseños originales, los mandan a hacer por miles a China y luego los venden a precio huevo. Es difícil para Zurda competir masivamente vendiendo un par de aros a 30 lucas cuando hay tiendas que venden aros muy lindos a 5. Por eso es que creo que lo de autor no se puede catalogar como ‘moda’. Porque a la persona que le gusta estar a la moda prefiere comprarse un par de aros a 5 lucas y no le importa que se le echen a perder después de la segunda postura, porque después se compra otros y luego otros. Estamos en el mundo desechable, en el que todo es tan barato que da lo mismo si te dura o no, si te gusta mucho o poco, te lo compras igual, porque está ahí y es barato.
Por eso me gusta vender como vendo. Me gusta que las personas que me compran algo es porque de verdad les gusta, porque han visto el anillo o el collar, lo han pensado algunos días y les sigue gustando. Se lo ponen años y lo siguen luciendo con una sonrisa en la cara, les gusta de verdad, lo quieren de verdad. Es por eso que me rehuso a hacer piezas en serie, a hacer cosas baratas que parezcan caras para sacar más ganancia, quizás no es lo más sustentable para mí, pero es así como yo defiendo mi oficio. Cómo le voy a exigir a las personas que valoren una pieza hecha a mano si yo me pongo a hacer piezas con moldes y de a cientos”.
“Me lo imagino como una gran tienda-taller donde las personas pudieran entrar y ver las piezas, pero también ver como trabajo, cuánto se demora en hacer una pieza, que las personas tal como hoy puedan co-crear los diseños conmigo y sean parte también del proceso de creación de sus joyas. En esta tienda-taller también habría espacio para otros talleres de personas que hacen distintas cosas, algo así como un taller de talleres, donde las personas entren y conozcan distintos tipos de oficios, donde todos los creadores se retroalimenten entre sí y al mismo tiempo a la comunidad donde se emplace pueda visitar, aprender, compartir, etc.
También está en mis planes internacionalizar la venta y así dar a conocer los maravillosos materiales con que contamos en nuestro país, y también ayudar a potenciar una concepción positiva sobre el oficio manual, la artesanía chilena, la revaloración de las cosas hechas con el corazón y no sólo con el negocio en la mente. La revaloración del producto con fundamento por sobre el producto que sólo es barato. Ayudar a construir una identidad país distinta a partir de la creación.
También Zurda ya es y seguirá siendo mi manera de tomar una posición frente a las cosas. Mi manera de celebrar y criticar el mundo donde vivo, una manera de mostrar las cosas comunes y las que no todos quieren ver. Mi alma es de artesana y mi formación periodista, así es que claramente esas dos cosas se verán siempre reflejadas en mi trabajo”.
La propuesta de Zurda
“Zurda cree en la revaloración del oficio y del trabajo hecho a mano, de la unicidad y la customización de las piezas. Zurda nace como una opción a lo que ya existe, a la sobreproducción en serie, a la moda desechable, a las cosas baratas que no duran, a las piezas sin fundamento, y al hacer por hacer y ponerse por ponerse. Cuesta encontrar propuestas que combinen lo conceptual con lo comercial. Es decir crear piezas que traigan un mensaje, pero que no sean sólo eso, sino que también sean atractivas y usables. Eso es lo que trato con Zurda, buscar el punto de equilibrio entre el mundo del arte y del diseño”.
La influencia de la materialidad en el proceso creativo de Zurda
“La materialidad influye muchísimo en mi proceso creativo, es el mensaje y a la vez el transporte. En el caso de la colección Carbono14 el material es esencial, porque desde ahí partió todo. Desde la concepción del carbón como más que un simple mineral, como el origen máximo de todo lo que existe.
En otros trabajos la materialidad ha venido después de conceptualizar, viendo qué material es lo que más me sirve a lo que quiero comunicar. Pero en este momento me acomoda más así, porque siento que la materialidad comunica de manera inequívoca, ya sea a través de su forma, color, consistencia, concepciones pre existentes, o todo a la misma vez. Por ejemplo, con el carbón aparte de todo el significado que lo acompaña, también me gusta que sea un material que causa prejuicios en la gente. El carbón generalmente se ve como algo sucio, contaminante y yo quise descontextualizarlo, desafiar esos prejuicios y convertirlo en algo bello, atractivo y que a la vez te hace pensar, ‘guau’! ‘Nunca lo había mirado así’, te hace re-conocerlo”.
Crear moda con identidad de local según Zurda
“Para empezar creo que no hago moda, o al menos no me gusta verlo desde ese punto de vista. Para mi la palabra ‘moda’ tiene una connotación que se ajusta más a lo pasajero, a lo banal, a lo falto de contenido y sin ninguna funcionalidad más que la estética.
Por el contrario, la joyería u orfebrería, o por lo menos la que yo hago, lo veo más como algo permanente, más profundo y capaz de comunicar más allá de lo estético. Veo las joyas como elementos que uno decide apegarse al cuerpo y llevarlos consigo. Para mí las joyas o los objetos los puedes cargar con lo que quieras, con energía, con pensamiento, con valor, etc, como por ejemplos los amuletos de buena suerte. Y para mí lo ideal es que mis joyas no se rijan por la ‘moda’, sino por otros factores como los que menciono más arriba.
Ahora con respecto a la identidad local creo que es esencial para los creadores de hoy, ya sea del rubro que sean. Creo que afortunadamente cada vez más hay personas que se interesan en la historia del producto que adquieren, pero claramente aún no es lo suficiente como para crear un mercado que demande de manera constante este tipo de productos. Para mí como creadora la identidad local es algo esencial.
En Chile tenemos tremendos artistas y los más maravillosos escenarios y materiales para crear, o sea lo tenemos todo, inspiración, cabeza y manos, pero no siempre sabemos mostrarlo. Para mí es algo que sale natural, es lógico. Creo que mis piezas tienen identidad local sin hacerlo a propósito. Para mi no tendría sentido, por ejemplo, hacer joyas con materiales que traigo de China o copiar un diseño finlandés que no tiene ninguna relación con lo que soy, con el contexto donde me muevo, que no dice nada sobre mí…. tampoco quiere decir que todo lo que hago tiene que ser de cobre o de alpaca porque esos son los materiales chilenos por excelencia. Sino que creo que es nuestra tarea reinventar el arte chileno, salir de los lugares comunes, sorprender al resto, sorprendernos a nosotros mismos y darle una vuelta a las cosas que creamos, por qué las creamos y cómo lo hacemos. Que dejemos de imaginarnos lo de siempre, creo que las tenemos todas para estar en la escena mundial, ya sea de cualquier tipo de arte o quehacer sólo hay que creerse el cuento, soñar y hacer.
Salir de la zona de confort y empezar a atreverse, no dejarse regir por las tendencias, por lo que está de moda, por lo que se usa, sino que mirar para adentro, mirar a nuestro país, a nosotros mismos, que es aquí la mayor fuente de inspiración que tenemos. Preocuparnos de eso, en lugar de querer parecernos a otro, de vendernos caro, de decir que hacemos y no concretar nada.
Por otro lado, también creo que el último tiempo lo de ‘identidad local’ está muy de moda y son pocos los que de verdad lo incluyen naturalmente en sus trabajos. Hay muchos diseñadores que usan los tejidos del norte, o las lanas del sur, o cualquier lugar común para decir que sus productos tienen identidad local. La verdadera identidad local no se puede forzar, sale o no sale. Creo que hay diseños contemporáneos como, por ejemplo ,una mochila de lona que tiene mucho más identidad local que un chaleco hecho con lana del sur a la fuerza”.
El mayor desafío al que se enfrenta una marca de joyería de autor hoy según Zurda
“Creo que el principal desafío que sortea una marca de joyería de autor es el mismo que enfrenta una marca de ropa de autor, muebles de autor, fotos de autor, etc: lograr que la gente valore el trabajo original, que valore el oficio, que valore la unicidad de lo que está comprando.
Por otra parte la culpa no es sólo de la gente ‘que no se da cuenta’, también creo que es culpa del sistema y de cómo funciona el mercado. Lamentablemente es mucho más caro comprar cosas de autor, es más difícil, más exclusivo y de alguna manera es ‘el nuevo lujo’. Esto porque estamos invadidos de tiendas de retail que copian todos los diseños originales, los mandan a hacer por miles a China y luego los venden a precio huevo. Es difícil para Zurda competir masivamente vendiendo un par de aros a 30 lucas cuando hay tiendas que venden aros muy lindos a 5. Por eso es que creo que lo de autor no se puede catalogar como ‘moda’. Porque a la persona que le gusta estar a la moda prefiere comprarse un par de aros a 5 lucas y no le importa que se le echen a perder después de la segunda postura, porque después se compra otros y luego otros. Estamos en el mundo desechable, en el que todo es tan barato que da lo mismo si te dura o no, si te gusta mucho o poco, te lo compras igual, porque está ahí y es barato.
Por eso me gusta vender como vendo. Me gusta que las personas que me compran algo es porque de verdad les gusta, porque han visto el anillo o el collar, lo han pensado algunos días y les sigue gustando. Se lo ponen años y lo siguen luciendo con una sonrisa en la cara, les gusta de verdad, lo quieren de verdad. Es por eso que me rehuso a hacer piezas en serie, a hacer cosas baratas que parezcan caras para sacar más ganancia, quizás no es lo más sustentable para mí, pero es así como yo defiendo mi oficio. Cómo le voy a exigir a las personas que valoren una pieza hecha a mano si yo me pongo a hacer piezas con moldes y de a cientos”.
¿El futuro de Zurda?
“Me lo imagino como una gran tienda-taller donde las personas pudieran entrar y ver las piezas, pero también ver como trabajo, cuánto se demora en hacer una pieza, que las personas tal como hoy puedan co-crear los diseños conmigo y sean parte también del proceso de creación de sus joyas. En esta tienda-taller también habría espacio para otros talleres de personas que hacen distintas cosas, algo así como un taller de talleres, donde las personas entren y conozcan distintos tipos de oficios, donde todos los creadores se retroalimenten entre sí y al mismo tiempo a la comunidad donde se emplace pueda visitar, aprender, compartir, etc.
También está en mis planes internacionalizar la venta y así dar a conocer los maravillosos materiales con que contamos en nuestro país, y también ayudar a potenciar una concepción positiva sobre el oficio manual, la artesanía chilena, la revaloración de las cosas hechas con el corazón y no sólo con el negocio en la mente. La revaloración del producto con fundamento por sobre el producto que sólo es barato. Ayudar a construir una identidad país distinta a partir de la creación.
También Zurda ya es y seguirá siendo mi manera de tomar una posición frente a las cosas. Mi manera de celebrar y criticar el mundo donde vivo, una manera de mostrar las cosas comunes y las que no todos quieren ver. Mi alma es de artesana y mi formación periodista, así es que claramente esas dos cosas se verán siempre reflejadas en mi trabajo”.
(Fotos gentileza de Zurda)
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