Aunque las imágenes del derrumbe del Rana Plaza sensibilizaron a varios consumidores de #moda, todavía hay muchos que no logran dimensionar las cadenas de explotación que encierra la ropa a precios bajos. Para aquellos que necesitan “ver para creer” o al menos “ver para comenzar a cuestionarse”, Aftenposten TV les regala el docu-reality, Sweatshop (que significa taller de trabajo esclavo), en el que tres jóvenes noruegos se introducen en el mundo de la producción textil en Camboya. ¿Qué encontraron? Hoy lo analizamos gracias al estreno de su versión subtitulada en español.
Antes de centrarnos en la serie hay que poner algunos datos sobre la mesa. Camboya se ubica en el Sudeste Asiático entre Tailandia y Vietnam, cuenta con 15 millones de habitantes y su capital es Phnom Penh. Fue colonia francesa por casi 100 años, vivió una terrible dictadura socialista en los 70 y fue ocupada por Vietnam por más de 10 años. Recién en 1991 logró un cierto nivel de estabilidad, no obstante sus diversos conflictos internos la ha mantenido entre unos de los países más pobres de la zona. Para que se hagan una idea, su PIB per cápita (PPA) es de US$ 3.042, mientras el de Chile es de US$21.468.
Por otra parte, su industria textil es la principal actividad industrial del país empleando a más de 500.000 trabajadores y generando más de 5.000 millones de dólares en exportaciones. De hecho muchas prendas de grandes marcas que tienes en tu clóset están hechas en Camboya (te reto a que vayas a revisar y las cuentes).
Hasta ahí los números no suenan tan mal, no obstante el panorama cambia cuando analizamos el sueldo mínimo de estos trabajadores: US$80, es decir, $44.828 app (en Chile el sueldo mínimo a septiembre 2014 es de $225.000 – US$402 app). Esta paupérrima situación los ha llevado a las calles para exigirle al gobierno un sueldo de US$160 ($89.657 app) y US$3 diarios para comida.
Quizás algunos pensarán, “ok, pero allá el costo de la vida es más barato” o “quizás no es tan terrible porque están acostumbrados a ese estilo de vida”. Sin embargo, los hechos están probando que no es así. Al menos, eso experimentaron Annika, Ludvig y Frida, los tres jóvenes noruegos, que viajaron a Camboya y pudieron conocer no sólo las condiciones y el tipo de trabajo que desarrollan los trabajadores textiles de ese país, sino también experimentaron su vida cotidiana con el objetivo de probar si es posible vivir con tan poco y ser feliz.
Los cinco capítulos de Sweatshop, cuya idea original es de la ONG noruega Fremtiden i våre henner (El futuro en nuestras manos), nos permiten observar el cambio de visión y choque cultural que viven sus protagonistas.
Imagínense vivir un país desarrollado como Noruega, donde casi todo se da por sentado e internarse en la injusta realidad de países como Camboya que como dicen uno de los protagonistas “es pobre para que nosotros seamos ricos”.
Para mí, este programa más que una “caza de brujas” contra una determinada marca (le tiran dardos a H&M, quien se defiende a través de un comunicado), es un excelente testimonio para abrir los ojos y comenzar a preguntarnos de dónde viene nuestra ropa y si efectivamente vale la pena comprar barato, pero a costa de la sangre y muerte (en muchos casos) de otros iguales a nosotros.
¿Viste la serie? ¿Todavía tienes dudas de ser un consumidor responsable?
Camboya: la realidad de su indistria textil confrontada por 3 jóvenes
Antes de centrarnos en la serie hay que poner algunos datos sobre la mesa. Camboya se ubica en el Sudeste Asiático entre Tailandia y Vietnam, cuenta con 15 millones de habitantes y su capital es Phnom Penh. Fue colonia francesa por casi 100 años, vivió una terrible dictadura socialista en los 70 y fue ocupada por Vietnam por más de 10 años. Recién en 1991 logró un cierto nivel de estabilidad, no obstante sus diversos conflictos internos la ha mantenido entre unos de los países más pobres de la zona. Para que se hagan una idea, su PIB per cápita (PPA) es de US$ 3.042, mientras el de Chile es de US$21.468.
Santiago está a 17.539 kms de distancia de Phonm Penh |
Por otra parte, su industria textil es la principal actividad industrial del país empleando a más de 500.000 trabajadores y generando más de 5.000 millones de dólares en exportaciones. De hecho muchas prendas de grandes marcas que tienes en tu clóset están hechas en Camboya (te reto a que vayas a revisar y las cuentes).
Hasta ahí los números no suenan tan mal, no obstante el panorama cambia cuando analizamos el sueldo mínimo de estos trabajadores: US$80, es decir, $44.828 app (en Chile el sueldo mínimo a septiembre 2014 es de $225.000 – US$402 app). Esta paupérrima situación los ha llevado a las calles para exigirle al gobierno un sueldo de US$160 ($89.657 app) y US$3 diarios para comida.
Quizás algunos pensarán, “ok, pero allá el costo de la vida es más barato” o “quizás no es tan terrible porque están acostumbrados a ese estilo de vida”. Sin embargo, los hechos están probando que no es así. Al menos, eso experimentaron Annika, Ludvig y Frida, los tres jóvenes noruegos, que viajaron a Camboya y pudieron conocer no sólo las condiciones y el tipo de trabajo que desarrollan los trabajadores textiles de ese país, sino también experimentaron su vida cotidiana con el objetivo de probar si es posible vivir con tan poco y ser feliz.
Los cinco capítulos de Sweatshop, cuya idea original es de la ONG noruega Fremtiden i våre henner (El futuro en nuestras manos), nos permiten observar el cambio de visión y choque cultural que viven sus protagonistas.
Imagínense vivir un país desarrollado como Noruega, donde casi todo se da por sentado e internarse en la injusta realidad de países como Camboya que como dicen uno de los protagonistas “es pobre para que nosotros seamos ricos”.
Para mí, este programa más que una “caza de brujas” contra una determinada marca (le tiran dardos a H&M, quien se defiende a través de un comunicado), es un excelente testimonio para abrir los ojos y comenzar a preguntarnos de dónde viene nuestra ropa y si efectivamente vale la pena comprar barato, pero a costa de la sangre y muerte (en muchos casos) de otros iguales a nosotros.
¿Viste la serie? ¿Todavía tienes dudas de ser un consumidor responsable?
Algunos datos sobre Sweatshop
- *La serie fue financiada por Norad, la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo
- *Los participantes de Sweatshop tienen entre 17 y 20 años
- *Anniken Jørgensen, la participante más joven del grupo, es una de las blogueras de moda más famosas de Noruega
- *Un trabajador textil comboyano gana diariamente alrededor de US$3 equivalente a $1.681 app lo que en Chile alcanzaría para un pasaje idea y vuelta en metro de Santiago y un par de panes, con suerte.
- *Aftenposten, con sede en Oslo, es el mayor periódico noruego. En 2013 tuvo una tirada de más de 200.000 ejemplares. Su edición online tiene una media de más de 1.3 millones de visitas a la semana. En los últimos años, decidió apostar con fuerza por el formato audiovisual creando Aftenposten TV, donde producen contenido propio sobre temáticas diversas. Sweatshop ha sido la producción que ha alcanzado mayor éxito de audiencia hasta la fecha. (Fuente: Sentidos comunes)
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