La fidelidad de sus clientes que seguían valorando las prendas que les había confeccionado hace 22 años, la posibilidad de trabajar desde casa junto a sus hijos, y el deseo de convertirse en una alternativa a la producción en masa, donde se valoraran los detalles y la manufactura artesanal motivaron a Mónica Navarro a crear la marca de indumentaria, Pranayama. Hoy nos contará cómo la ido en esta aventura de la mano del comercio justo.
"La filosofía de Pranayama se origina en la idea de que el diseño es una herramienta que nos permite mejorar el mundo, es la fuerza para un cambio positivo y significativo. Combinado al amor por el trabajo artesanal y a las cosas bien hechas. Pranayama es una palabra en sánscrito que significa control del prana, la energía vital.
Pranyama se funda en la valorización del ser humano y su medioambiente; en el compromiso de cuidar de nosotros y de quienes nos rodean. Es diseño consciente, para un consumidor inteligente. Por eso hace suyas las nociones de una moda lenta, creando a baja escala, con producción limitada y altos estándares de calidad. De este modo, existe espacio para detenerse en el proceso, observar, corregir y mejorar cada prenda.
Las materias primas utilizadas son de producción nacional así como saldos de la industria. Esto apoya a la sustentabilidad debido al uso de textiles de producción local (menor huella de CO2, rescate de la industria y utilización de mano de obra nacional) y a la reutilización de saldos sin la necesidad de usar más materia prima para un nuevo textil. Además produce bajo los preceptos del comercio justo. En el proceso productivo intervienen mujeres (jefas de hogar) que trabajan en sus casas. Ellas son el pilar fundamental de la producción artesanal: costureras, bordadoras y tejedoras que hacen de su oficio un arte".
"Lo primero es la materia prima, las telas que voy encontrando. Luego el trabajo del patronaje, que siempre me ha alucinado, buscando otras soluciones a los volúmenes y pinzas y los conceptos más importantes de Prayama, que son simple y cómodo. Por supuesto están mi visión y experiencia de vida arraigada en el sentido equilibrado y justo en el hacer".
"La identidad es algo fundamental que cada ser humano, según mi forma de entender la vida, la necesita. Uno necesita saber quién es, de dónde viene, entender sus raíces y pasado para poder avanzar y desarrollarse. Hay que partir desde el centro, desde el interior, para poder seguir el camino verdadero. A nivel local yo busco rescatar el oficio del buen coser, la industria del lino y la lana y el arte del bordado hecho a mano. También encontrar la resonancia necesaria a mi discurso".
"La motivación nace desde la infancia, viviendo y compartiendo entre ideas sociales y justas para con el otro. Esta el caso de mi padre quien desarrolló varios proyectos de ingeniería que apuntaban a mejorar la calidad de vida de las personas. También está mi interés por el conocimiento de distintas áreas del saber, la naturaleza, la botánica, el arte, la medicina alternativa y la vida sana.
La relación laboral en Pranayama se funda en la confianza y el respeto mutuo. Las señoras que trabajan conmigo, lo hacen desde sus casas, junto a sus hijos. Si he pensado en la certificación, pero debo tener recursos para ello. Lo haré una vez que se justifique la inversión en caso de llegar a exportar".
"Me imagino un crecimiento proporcionado y equilibrado, para así trabajar con más personas y no tener que ser yo la que se encarga un poco de todo. Existe en todo caso una red activa de profesionales y colaboradores que apoyan este proyecto. Me imagino instalando y difundiendo los conceptos de la marca en otros territorios y horizontes. Poder llegar al público de Pranayama que existe lejos de aquí".
La propuesta de Pranayama
"La filosofía de Pranayama se origina en la idea de que el diseño es una herramienta que nos permite mejorar el mundo, es la fuerza para un cambio positivo y significativo. Combinado al amor por el trabajo artesanal y a las cosas bien hechas. Pranayama es una palabra en sánscrito que significa control del prana, la energía vital.
Pranyama se funda en la valorización del ser humano y su medioambiente; en el compromiso de cuidar de nosotros y de quienes nos rodean. Es diseño consciente, para un consumidor inteligente. Por eso hace suyas las nociones de una moda lenta, creando a baja escala, con producción limitada y altos estándares de calidad. De este modo, existe espacio para detenerse en el proceso, observar, corregir y mejorar cada prenda.
Las materias primas utilizadas son de producción nacional así como saldos de la industria. Esto apoya a la sustentabilidad debido al uso de textiles de producción local (menor huella de CO2, rescate de la industria y utilización de mano de obra nacional) y a la reutilización de saldos sin la necesidad de usar más materia prima para un nuevo textil. Además produce bajo los preceptos del comercio justo. En el proceso productivo intervienen mujeres (jefas de hogar) que trabajan en sus casas. Ellas son el pilar fundamental de la producción artesanal: costureras, bordadoras y tejedoras que hacen de su oficio un arte".
Los factores que influyen en el proceso creativo de Pranayama
"Lo primero es la materia prima, las telas que voy encontrando. Luego el trabajo del patronaje, que siempre me ha alucinado, buscando otras soluciones a los volúmenes y pinzas y los conceptos más importantes de Prayama, que son simple y cómodo. Por supuesto están mi visión y experiencia de vida arraigada en el sentido equilibrado y justo en el hacer".
Crear moda con identidad local para Pranayama
"La identidad es algo fundamental que cada ser humano, según mi forma de entender la vida, la necesita. Uno necesita saber quién es, de dónde viene, entender sus raíces y pasado para poder avanzar y desarrollarse. Hay que partir desde el centro, desde el interior, para poder seguir el camino verdadero. A nivel local yo busco rescatar el oficio del buen coser, la industria del lino y la lana y el arte del bordado hecho a mano. También encontrar la resonancia necesaria a mi discurso".
La opción por el comercio justo de Pranayama
"La motivación nace desde la infancia, viviendo y compartiendo entre ideas sociales y justas para con el otro. Esta el caso de mi padre quien desarrolló varios proyectos de ingeniería que apuntaban a mejorar la calidad de vida de las personas. También está mi interés por el conocimiento de distintas áreas del saber, la naturaleza, la botánica, el arte, la medicina alternativa y la vida sana.
La relación laboral en Pranayama se funda en la confianza y el respeto mutuo. Las señoras que trabajan conmigo, lo hacen desde sus casas, junto a sus hijos. Si he pensado en la certificación, pero debo tener recursos para ello. Lo haré una vez que se justifique la inversión en caso de llegar a exportar".
¿El futuro de Pranayama?
"Me imagino un crecimiento proporcionado y equilibrado, para así trabajar con más personas y no tener que ser yo la que se encarga un poco de todo. Existe en todo caso una red activa de profesionales y colaboradores que apoyan este proyecto. Me imagino instalando y difundiendo los conceptos de la marca en otros territorios y horizontes. Poder llegar al público de Pranayama que existe lejos de aquí".
(Fotos gentileza de Pranayama)
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