La necesidad de descubrir las cosas simples que tiene la peluquería y saberlas transmitir motivaron al argentino Álberto Gómez, más conocido en el mundo de estos profesionales como "Gitano", a convertirse en representante técnico de la firma GA.MA. Esta decisión lo ha llevado a viajar por todo el mundo realizando demostraciones de sus productos, así como cientos de cursos y seminarios por ferias y eventos a nivel internacional. Hace unas semanas estuvo en Viña del Mar dictando un curso y aproveché de conversar con él sobre pelos, tendencias, estilos, las diferencias entre la peluquería sudamericana y europea; y cómo las mujeres están cambiando la peluquería.
"Traté de perfeccionarme en herramientas ultra rápidas, porque considero que la mujer ha cambiado enormemente. Creo que cambió más la mujer que el peluquero. El peluquero sigue cortando de la misma manera, pero la mujer antes se pasaba cinco horas en el salón, pero hoy es súper dinámica, no tiene tiempo para perder. Entonces, pasa por un salón mira y dice '¿me cortas? ¿No? Bueno, vengo mañana'. Antes te esperaban y se quedaban ahí, hablaban de las novelas y de todo.
Hoy tenemos dos mujeres diferentes: la europea y la latina. La latina que sigue con un rito cultural de que el cabello largo es sinónimo de femineidad; mientras que la mujer que usa el cabello corto es una mujer europea, que ha hecho de su cabello un accesorio. Anda con el cabello corto, es hiperactiva, dinámica, poco le importa y si tiene un evento a lo mejor se pone una peluca, un adorno o una extensión y sale para adelante.
La mujer latina se quedó con eso de que el cabello largo es sinónimo de femineidad, no es un capricho. Según los análisis y las historias, nos cuentan que los mayas y los aztecas se enojaban mucho cuando las mujeres se cortaban el cabello sin autorización del hombre, las tribus del sur de Brasil llegaban a expulsar a las mujeres cuando se atrevían a cortarse el cabello porque era un rito sagrado. Hoy todavía una mujer en Sudamérica se sienta en el salón y le dice a su peluquero 'córteme poquito porque a mi marido le gusta largo'.
Hay lugares en que la peluquería ha hecho un vuelco enorme, pero mucho más la mujer, y a esa mujer hay que saberla entender. A esa mujer hay que darle un servicio rápido, hay que proveerle las herramientas".
"Concretas hay miles. Un de ellas, por ejemplo, tiene que ver con la comercialización. Vos venís a mi salón, yo te corto el pelo y me decís 'qué linda la plancha esa, ¿dónde la consigo?' y el peluquero te dice y te vas a comprarla a Carrefour. Un profesional europeo no permite que comprés el producto en un supermercado, te dice '¿te gusta la plancha? Tome', y se la vende.
La segunda, mucho más profunda, es la preparación. Un profesional peluquero que aprende el oficio en Europa que son cinco años. Mínimo se pasa un año aprendiendo química pura. Es importantísimo conocer qué es el pH para poder trabajar, estamos trabajando con química.
Mínimo quiero exigirles a mis colegas por cariño y por amistad, que nos orientemos y que nos demos cuenta que cuando trabajamos con química es una cosa delicada y seria, que tenemos que tener un botiquín de primeros auxilios con algún qué sé yo, alguna pastilla para los alérgicos. Antiguamente los educadores nos enseñaban la profesión bien, te hacían una prueba en un costadito, te la hacían acá y hoy. Por la falta de tiempo, por no perder el tiempo vamos directamente al grano, como dicen en Europa los españoles 'directamente al toro', y nos pasan las cosas que nos pasan.
Preparación profunda en lo que es la peluquería. Y después una preparación conceptual de qué producto se usa, qué productos no. Basta de destrozar y de tener a una mujer como víctima o como conejito de India, basta de formol. 17 profesionales peluqueros fallecieron el año pasado por el abuso del formol. El formol te seca los pulmones y vos me vas a decir 'tocamos fondo, fue lo peor que nos pasó'. No. Estados Unidos en los barrios negros para planchar los cabellos usan soda cáustica, y no se dan cuenta. Entonces lo que hizo GA.MA es hacer un alto, 'hasta acá llegamos, no se tolera más, busquemos herramientas que cuiden el cabello de la mujer' y apuntamos a eso. Tratamos de transmitirlo con grandes profesionales como los que hay en Chile".
"Creo que el mejor socio que ha tenido el profesional peluquero ha sido la televisión, el cine, las revistas, que son los que te muestran un poquitito a una mujer más evolutiva. La mujer es un poco reacia a la palabra del peluquero. 'Te conviene esto, yo te puedo pelar' y dice 'no, no'. Pero si la mujer lo ve en una amiga y si lo ve en alguien se atreve, si lo ve en las revistas o en la televisión se atreve.
La mujer se deja cuando lo ve en otra, ahora, voz me decís cómo es posible lograr que un peluquero entre en un cambio; en los barrios siempre hay adolescentes, siempre hay chicos, siempre hay un líder, alguien que maneja el grupito; a ése llévatelo al salón hacele un corte, teñile la cabeza, crea, porque todos los amigos van a querer lo mismo, a ese regálaselo. Después van a venir los amigos y te van a decir 'quiero algo así, así'.
Es muy difícil de explicar, pero decía Vidal Sassoon, que para mí fue el gran maestro de la profesión, estaba trabajando un colega y un amigo mío le dice 'no tiene la técnica que tiene usted maestro' y Sassoon le dijo '¿usted sabe lo que es la técnica?', y nos preguntó a todos 'ustedes que hablan de técnica ¿saben lo que es la técnica?'. Sassoon lo resumía de la siguiente manera: la técnica es una orden que emite el cerebro a tus manos para realizar lo que se te de la real gana y si gustas habrás inventado la moda y si no, cámbiala porque no ha servido para nada.
Pero creo que poco a poco no va a haber diferencias entre un europeo y un latino. Grandes profesionales por el mundo chilenos, pero en equipo no, siempre somos individuales. Algo tiene que cambiar. Yo era uno de esos mismos peluqueros que nos destruíamos entre nosotros, hoy ya no hablo mal de mis colegas. Antiguamente decía 'quién te cortó el pelo, lo tenés tan mal'. La falta de maduración. Hoy yo no hablo mal de un colega porque creo que tiene el mismo derecho que yo a vivir. Creo que nos falta eso, esa unión. Eso de 'sí se puede' para no tener nada que envidiar a los europeos, ya no tenemos nada que envidiar".
Cambios en la mujer y el mundo de la peluquería a nivel global
"Traté de perfeccionarme en herramientas ultra rápidas, porque considero que la mujer ha cambiado enormemente. Creo que cambió más la mujer que el peluquero. El peluquero sigue cortando de la misma manera, pero la mujer antes se pasaba cinco horas en el salón, pero hoy es súper dinámica, no tiene tiempo para perder. Entonces, pasa por un salón mira y dice '¿me cortas? ¿No? Bueno, vengo mañana'. Antes te esperaban y se quedaban ahí, hablaban de las novelas y de todo.
Hoy tenemos dos mujeres diferentes: la europea y la latina. La latina que sigue con un rito cultural de que el cabello largo es sinónimo de femineidad; mientras que la mujer que usa el cabello corto es una mujer europea, que ha hecho de su cabello un accesorio. Anda con el cabello corto, es hiperactiva, dinámica, poco le importa y si tiene un evento a lo mejor se pone una peluca, un adorno o una extensión y sale para adelante.
La mujer latina se quedó con eso de que el cabello largo es sinónimo de femineidad, no es un capricho. Según los análisis y las historias, nos cuentan que los mayas y los aztecas se enojaban mucho cuando las mujeres se cortaban el cabello sin autorización del hombre, las tribus del sur de Brasil llegaban a expulsar a las mujeres cuando se atrevían a cortarse el cabello porque era un rito sagrado. Hoy todavía una mujer en Sudamérica se sienta en el salón y le dice a su peluquero 'córteme poquito porque a mi marido le gusta largo'.
Hay lugares en que la peluquería ha hecho un vuelco enorme, pero mucho más la mujer, y a esa mujer hay que saberla entender. A esa mujer hay que darle un servicio rápido, hay que proveerle las herramientas".
Las diferencias entre la peluquería de Sudamérica y la Europea
"Concretas hay miles. Un de ellas, por ejemplo, tiene que ver con la comercialización. Vos venís a mi salón, yo te corto el pelo y me decís 'qué linda la plancha esa, ¿dónde la consigo?' y el peluquero te dice y te vas a comprarla a Carrefour. Un profesional europeo no permite que comprés el producto en un supermercado, te dice '¿te gusta la plancha? Tome', y se la vende.
La segunda, mucho más profunda, es la preparación. Un profesional peluquero que aprende el oficio en Europa que son cinco años. Mínimo se pasa un año aprendiendo química pura. Es importantísimo conocer qué es el pH para poder trabajar, estamos trabajando con química.
Mínimo quiero exigirles a mis colegas por cariño y por amistad, que nos orientemos y que nos demos cuenta que cuando trabajamos con química es una cosa delicada y seria, que tenemos que tener un botiquín de primeros auxilios con algún qué sé yo, alguna pastilla para los alérgicos. Antiguamente los educadores nos enseñaban la profesión bien, te hacían una prueba en un costadito, te la hacían acá y hoy. Por la falta de tiempo, por no perder el tiempo vamos directamente al grano, como dicen en Europa los españoles 'directamente al toro', y nos pasan las cosas que nos pasan.
Preparación profunda en lo que es la peluquería. Y después una preparación conceptual de qué producto se usa, qué productos no. Basta de destrozar y de tener a una mujer como víctima o como conejito de India, basta de formol. 17 profesionales peluqueros fallecieron el año pasado por el abuso del formol. El formol te seca los pulmones y vos me vas a decir 'tocamos fondo, fue lo peor que nos pasó'. No. Estados Unidos en los barrios negros para planchar los cabellos usan soda cáustica, y no se dan cuenta. Entonces lo que hizo GA.MA es hacer un alto, 'hasta acá llegamos, no se tolera más, busquemos herramientas que cuiden el cabello de la mujer' y apuntamos a eso. Tratamos de transmitirlo con grandes profesionales como los que hay en Chile".
La mujer latinoamericana y su relación con las tendencias del cabello
"Creo que el mejor socio que ha tenido el profesional peluquero ha sido la televisión, el cine, las revistas, que son los que te muestran un poquitito a una mujer más evolutiva. La mujer es un poco reacia a la palabra del peluquero. 'Te conviene esto, yo te puedo pelar' y dice 'no, no'. Pero si la mujer lo ve en una amiga y si lo ve en alguien se atreve, si lo ve en las revistas o en la televisión se atreve.
La mujer se deja cuando lo ve en otra, ahora, voz me decís cómo es posible lograr que un peluquero entre en un cambio; en los barrios siempre hay adolescentes, siempre hay chicos, siempre hay un líder, alguien que maneja el grupito; a ése llévatelo al salón hacele un corte, teñile la cabeza, crea, porque todos los amigos van a querer lo mismo, a ese regálaselo. Después van a venir los amigos y te van a decir 'quiero algo así, así'.
Es muy difícil de explicar, pero decía Vidal Sassoon, que para mí fue el gran maestro de la profesión, estaba trabajando un colega y un amigo mío le dice 'no tiene la técnica que tiene usted maestro' y Sassoon le dijo '¿usted sabe lo que es la técnica?', y nos preguntó a todos 'ustedes que hablan de técnica ¿saben lo que es la técnica?'. Sassoon lo resumía de la siguiente manera: la técnica es una orden que emite el cerebro a tus manos para realizar lo que se te de la real gana y si gustas habrás inventado la moda y si no, cámbiala porque no ha servido para nada.
Vidal Sassoon por Vanity fair |
Pero creo que poco a poco no va a haber diferencias entre un europeo y un latino. Grandes profesionales por el mundo chilenos, pero en equipo no, siempre somos individuales. Algo tiene que cambiar. Yo era uno de esos mismos peluqueros que nos destruíamos entre nosotros, hoy ya no hablo mal de mis colegas. Antiguamente decía 'quién te cortó el pelo, lo tenés tan mal'. La falta de maduración. Hoy yo no hablo mal de un colega porque creo que tiene el mismo derecho que yo a vivir. Creo que nos falta eso, esa unión. Eso de 'sí se puede' para no tener nada que envidiar a los europeos, ya no tenemos nada que envidiar".
(Fotos gentileza de GA.MA)
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