(Por Lontano) Ya pasó un poco más de una semana de la participación de Sr.Gonzalez en Pasarela Valparaíso 2016 y me nació, como testigo privilegiado, escribir lo que pude presenciar durante el tiempo en el que Cristian González -el diseñador tras la etiqueta- elaboró su colección de invierno, Buena Caza. ¿Quieres saber lo que vi y experimenté en ese periodo? Acá te lo cuento.
Ante mi resistencia a escribir sobre una de las regulaciones de las que fui coordinador, una querida profesora de políticas públicas me enseñó, que no había otra persona más capacitada para hablar de un tema, que el autor o principal testigo. "No es fácil -me dijo- es un ejercicio de imparcialidad", pero me tranquilizó el saber que la parcialidad del discurso viene a "decorar" los hechos, y que nuestra opinión le da el matiz que confiere sentido al texto. Ya vendrán otros con opiniones diferentes, claro, pero no por eso le quita validez a la opinión de uno. Esto lo comento porque, como muchos saben, Cristian es mi compañero, así que veamos como me va.
Recuerdo que Cristian me comentó, a mitad de año, que quería elaborar su colección de invierno 2016 sobre el movimiento scout. Me quedé helado. Como muchos, esos niños uniformados siempre me dieron franca urticaria, por lo que con cierta predisposición, me dispuse a escuchar su idea. Lo primero que hizo entonces, fue contarme en detalle su pasada por el movimiento scout, un largo periodo de 11 años. Hablamos durante muchas noches de los juegos, viajes, campamentos, las fogatas, la estructura de las patrullas, las formaciones, los mentados pañolines, los colores de cada patrulla y de algo que era desconocido para mí: los parches.
Con el pasar del tiempo, se fue armando lentamente un relato. Fueron decantando aspectos que Cristian iba destacando, hasta llegar a sus primeros bosquejos de los oufits basados inicialmente en las prendas que más usaba en la época: shorts, poleras y polerones, en combinación con prendas invernales (capas, abrigos).
Al contarme estos recuerdos, a Cristian se le iluminaba el rostro cada vez que definía un color a partir de un recuerdo, o una intervención a partir de la elaboración de nudos. Para mi, ahí se gatilla algo que también había visto, cuando hace algunos años registré la confección de una colección del gran diseñador Ignacio Lechuga: una cierta epifanía a partir de la cual todo parece calzar, como un puzzle que se arma y donde cada pieza comienza a encajar perfectamente a partir del relato construido.
Si bien hubo muchos cambios e interrogantes propias del diseño, las alternativas de solución, enmarcadas en el relato, eran simples de encontrar (aunque no siempre fácil de desarrollar). Por ejemplo, reforzar su propuesta de uso de short con calzas para el invierno o el diseño de piezas adicionales como una mochila y un banano.
Como puede ser la experiencia de varios diseñadores, la persona que lo apoya en la costura es su madre. Fue ella que lo potenció desde pequeño en el área de la confección, cuando replicaba los exuberantes vestidos de Bjork. Así que, el equipo lo conformaron ellos dos solos, no ajeno a problemas técnicos (hubo que comprar una maquina adicional) y el fracaso de alguna ayuda de otro diseñador de apoyo. Tarde tras tarde los veía afanados en el trabajo, y era testigo de su alegría al terminar finalmente una prenda o de su estrés máximo frente a los tiempos que no se alcanzaban a cumplir.
Punto aparte fue el caso de insumos externos, llámese la compra de materiales o la elaboración externa de bordados, lo que implico continuos viajes de Cristian a Patronato y alrededores. A veces con poco éxito o incluso con casos de mal trato de parte de los proveedores. Ya para chiste fue un accidente que lo tuvo con una pierna con una bota, en la misma época que debía lidiar con los viajes a Patronato.
Antes de saber de la participación de Sr. Gonzalez en Pasarela Valparaíso, Cristian comenzó a planificar un hipotético desfile. De nuevo, al tener un relato claro, era bastante simple que surgieran las ideas para montar un show (para nosotros un desfile tiene que tener algo de show). Se pensó desde la música “perfecta”, hasta la coreografía de los modelos en la pasarela. Incluso los accesorios, como una lámpara Petromax.
Al llegar Pasarela Valparaíso 2016, muchas ideas se cayeron cuando la producción definió que ellos pondrían a los modelos y la música. Finalmente, fue todo para mejor. Varias cosas menos de que preocuparse. Punto aparte ir a darse una vuelta al Bio Bio a buscar la lámpara y parte de la familia recolectando ramas secas y espigas (flechilla) para clavar en el abrigo. De todas maneras nos arreglamos para llevar al modelo que siempre se pensó que abriría el desfile.
Un accesorio importante era el calzado y Cristian le propuso a la diseñadora Bárbara Canto, la colaboración de su marca Tada. Así, la marca de calzado lanzo su línea masculina en el desfile, en una paleta de colores elegida por Bárbara y Cristian. “Calzaban” perfecto.
Como ven, fui testigo del arduo trabajo al armar una colección, desde la idea primigenia hasta tener la posibilidad de ver el resultado en los tres minutos que duró su desfile. El trabajo del diseñador de autor en Chile es duro, pocos recursos, mucho trabajo, mucho cansancio y hasta lágrimas, pero potenciada con una admirable tenacidad. Sin duda, el tener un relato, trabajarlo y desmenuzarlo, ayuda en gran medida a simplificar las ideas y a poder decantar de mejor manera el proceso creativo.
Declaración de parcialidad
Ante mi resistencia a escribir sobre una de las regulaciones de las que fui coordinador, una querida profesora de políticas públicas me enseñó, que no había otra persona más capacitada para hablar de un tema, que el autor o principal testigo. "No es fácil -me dijo- es un ejercicio de imparcialidad", pero me tranquilizó el saber que la parcialidad del discurso viene a "decorar" los hechos, y que nuestra opinión le da el matiz que confiere sentido al texto. Ya vendrán otros con opiniones diferentes, claro, pero no por eso le quita validez a la opinión de uno. Esto lo comento porque, como muchos saben, Cristian es mi compañero, así que veamos como me va.
La inspiración de Buena Caza
Recuerdo que Cristian me comentó, a mitad de año, que quería elaborar su colección de invierno 2016 sobre el movimiento scout. Me quedé helado. Como muchos, esos niños uniformados siempre me dieron franca urticaria, por lo que con cierta predisposición, me dispuse a escuchar su idea. Lo primero que hizo entonces, fue contarme en detalle su pasada por el movimiento scout, un largo periodo de 11 años. Hablamos durante muchas noches de los juegos, viajes, campamentos, las fogatas, la estructura de las patrullas, las formaciones, los mentados pañolines, los colores de cada patrulla y de algo que era desconocido para mí: los parches.
El proceso de diseño
Con el pasar del tiempo, se fue armando lentamente un relato. Fueron decantando aspectos que Cristian iba destacando, hasta llegar a sus primeros bosquejos de los oufits basados inicialmente en las prendas que más usaba en la época: shorts, poleras y polerones, en combinación con prendas invernales (capas, abrigos).
Al contarme estos recuerdos, a Cristian se le iluminaba el rostro cada vez que definía un color a partir de un recuerdo, o una intervención a partir de la elaboración de nudos. Para mi, ahí se gatilla algo que también había visto, cuando hace algunos años registré la confección de una colección del gran diseñador Ignacio Lechuga: una cierta epifanía a partir de la cual todo parece calzar, como un puzzle que se arma y donde cada pieza comienza a encajar perfectamente a partir del relato construido.
Si bien hubo muchos cambios e interrogantes propias del diseño, las alternativas de solución, enmarcadas en el relato, eran simples de encontrar (aunque no siempre fácil de desarrollar). Por ejemplo, reforzar su propuesta de uso de short con calzas para el invierno o el diseño de piezas adicionales como una mochila y un banano.
El proceso de confección
Como puede ser la experiencia de varios diseñadores, la persona que lo apoya en la costura es su madre. Fue ella que lo potenció desde pequeño en el área de la confección, cuando replicaba los exuberantes vestidos de Bjork. Así que, el equipo lo conformaron ellos dos solos, no ajeno a problemas técnicos (hubo que comprar una maquina adicional) y el fracaso de alguna ayuda de otro diseñador de apoyo. Tarde tras tarde los veía afanados en el trabajo, y era testigo de su alegría al terminar finalmente una prenda o de su estrés máximo frente a los tiempos que no se alcanzaban a cumplir.
Punto aparte fue el caso de insumos externos, llámese la compra de materiales o la elaboración externa de bordados, lo que implico continuos viajes de Cristian a Patronato y alrededores. A veces con poco éxito o incluso con casos de mal trato de parte de los proveedores. Ya para chiste fue un accidente que lo tuvo con una pierna con una bota, en la misma época que debía lidiar con los viajes a Patronato.
El desfile
Antes de saber de la participación de Sr. Gonzalez en Pasarela Valparaíso, Cristian comenzó a planificar un hipotético desfile. De nuevo, al tener un relato claro, era bastante simple que surgieran las ideas para montar un show (para nosotros un desfile tiene que tener algo de show). Se pensó desde la música “perfecta”, hasta la coreografía de los modelos en la pasarela. Incluso los accesorios, como una lámpara Petromax.
Al llegar Pasarela Valparaíso 2016, muchas ideas se cayeron cuando la producción definió que ellos pondrían a los modelos y la música. Finalmente, fue todo para mejor. Varias cosas menos de que preocuparse. Punto aparte ir a darse una vuelta al Bio Bio a buscar la lámpara y parte de la familia recolectando ramas secas y espigas (flechilla) para clavar en el abrigo. De todas maneras nos arreglamos para llevar al modelo que siempre se pensó que abriría el desfile.
Un accesorio importante era el calzado y Cristian le propuso a la diseñadora Bárbara Canto, la colaboración de su marca Tada. Así, la marca de calzado lanzo su línea masculina en el desfile, en una paleta de colores elegida por Bárbara y Cristian. “Calzaban” perfecto.
Epílogo
Como ven, fui testigo del arduo trabajo al armar una colección, desde la idea primigenia hasta tener la posibilidad de ver el resultado en los tres minutos que duró su desfile. El trabajo del diseñador de autor en Chile es duro, pocos recursos, mucho trabajo, mucho cansancio y hasta lágrimas, pero potenciada con una admirable tenacidad. Sin duda, el tener un relato, trabajarlo y desmenuzarlo, ayuda en gran medida a simplificar las ideas y a poder decantar de mejor manera el proceso creativo.
PD: Dedicada a todos los testigos de los procesos creativos de los diseñadores de vestuario, parejas, familia y amigos.
(Fotos por Lontano)
COMMENTS