Conozco la tienda Ají hace muchos años, cuando iniciaba mi camino -primero como consumidora luego como promotora- de la escena de la moda de autor nacional. No obstante, más allá de admirar su trabajo, no había tenido la posibilidad de conocer en detalle su historia como plataforma de la joyería contemporánea con identidad local. Hoy, dos de sus creadoras, nos develarán detalles de su camino como consortes del diseño imprescindible.
"Como casi siempre sucede, fueron varios los elementos que azarosamente sucedieron hasta el hito de encontrar la casa y decidir poner la tienda. Somos cuatro socias: Monoco, diseñadora; Paulina del Fierro, publicista; Tania Perich, ingeniera y Eli Briones, periodista; que nos encontramos por una razón tragicómica.
ProChile había convocado a un concurso para presentar productos nacionales en EE.UU. Las cuatro postulamos y ganamos. Al año siguiente, ProChile nos reunió e informó que ya no se destinarían más recursos para este tipo de productos y que en su lugar, como consuelo, diseñadores italianos realizarían charlas para que los diseñadores chilenos entendieran el gusto europeo.
Paulina y Monoco desde un rincón de la mesa y Tania y Eli desde el otro, sin conocerse todavía, comenzaron a cuestionar la medida. No tanto por los fondos, sino por lo errada que nos parecía la propuesta. ¿Esa era una propuesta país? ¿Realizar en Chile diseño europeo, para venderlo fuera? ¿No era mejor acaso hacer una propuesta diferente, local- global con una imagen país que nos respaldara? Copiar el diseño europeo, no nos parecía una opción.
Los alegatos no sirvieron de nada. Sin embargo, a la salida de la reunión nos acercamos y nos propusimos ir a tomar un café. A ese café siguió el intercambio de teléfonos, una segunda reunión, algunas ventas juntas y finalmente, la decisión de ir de todos modos a EE.UU. a seguir el itinerario que habíamos iniciado el año anterior, con fondos propios.
El viaje lo realizamos y nos tocó vivir de todo, incluso asaltos. A la vuelta ya teníamos una cosa clara. Si habíamos sobrevivido sin conocernos a aquello, podríamos emprender cualquier proyecto juntas. Así fue como decidimos poner una tienda. La pregunta era dónde. Monoco que ya vivía frente al Forestal, descubrió el aviso de arriendo en la casa de Lastarria y nos llamó de inmediato. La conversación y proyecto del que habíamos hablado en más de una conversación en un bar, se presentaba como una alternativa real.
El barrio era perfecto para lo que nos proponíamos hacer. Una propuesta que hablara de nuestra cultura, con buen diseño nacional y latinoamericano, queríamos ser una propuesta para los extranjeros y de paso también para el público local. De ahí vino el nombre: Ají, diseño imprescindible. Ají es 'Chile' en inglés. Es un juego de palabras".
"Todas las colecciones de Ají están regidas por los mismos principios de innovación, calidad e identidad. En eso ponemos nuestras fichas y nuestros esfuerzos. La muestra joyeros que está actualmente en vitrina, retrata eso. Innovación y creatividad".
"Significa tomar elementos del paisaje, de nuestra cultura, y nuestras artes aplicadas. Meternos en el terreno de lo común. Nuestras colecciones temáticas del terremoto, poetas, quiltro, Violeta Parra son precisamente eso o eso intentan. Muchas veces lo logramos. El público ve nuestros productos y se reconocen en ella. Aparecen aquellos elementos que eran obvios, transformados en otros formatos. ¿Este no es un poema? preguntan frente a un collar que deletrea un verso de Neruda o ¿esta es la cerámica del sur? cuando ven las joyas que trabaja Paulina del Fierro con las ceramistas de Quinchamalí o las con diminutos pedacitos de chamantos de Doñihue. Lo mismo con Monoco y todo su trabajo en crin.
Tratamos de trabajar con los elementos hermosos de Chile. La parte buena, sobre todo cuando en la prensa solo vemos calamidades que parecieran anunciar el fin del país".
"Primero la porfía, segundo la terquedad, tercero la constancia. Hay que ser como mono porfiado. Creer en lo que se hace, innovar sobre los productos, reinventarnos siendo fiel a nuestros principios, explorar nuevos materiales, extender las fronteras de nuestros diseños.
Como aprendizaje, entregar contenido. Nuestros productos cuentan una historia, tienen un autor, una inspiración. Transferir eso al público a través de distintos formatos. Al público, le interesa, lo valora y también, sin ser arrogantes, se va educando esa sensibilidad.
Tenemos cerca de 15 diseñadores en la tienda y nuestra relación con ellos siempre ha sido honesta, profesional, responsable, tanto en términos administrativos como comerciales. Eso genera una fidelidad que también le ha dado sustentabilidad a Ají.
Finalmente, el hecho de ser cuatro socias, para efectos de mantenernos en el tiempo ha sido una ventaja. Hemos logrado una sinergia que permite superar obstáculos. Cuando una decae, hay tres que apuntalan".
"Mayor exposición. A las personas les gusta, pero no la conocen. Hay que darle más difusión, quizás tener vitrinas permanentes en lugares institucionalizados, de imagen país, el aeropuerto, centros culturales. También las pasarelas de moda deben incluir pasadas de joyería. Para los joyeros es un tremendo esfuerzo, pero vale la pena. Nosotras tenemos algunas experiencias en ese sentido que han sido realmente enriquecedoras".
"Quisiéramos consolidar y mostrar lo que pasa en Chile en la joyería. Somos muy pocos los canales que existen para esto. También nos interesa internacionalizarnos más. Ampliar nuestro eje de acción a otros ámbitos relacionados .Consolidarnos como un referente para extranjeros y chilenos. Mostrar que en el país hay buen diseño. En otras palabras, seguir explorando en lo que venimos haciendo desde el principio, respecto a la tienda como galería, como un foco de promoción y vitrina del diseño nacional".
Los motivos para crear Ají diseño imprescindible
"Como casi siempre sucede, fueron varios los elementos que azarosamente sucedieron hasta el hito de encontrar la casa y decidir poner la tienda. Somos cuatro socias: Monoco, diseñadora; Paulina del Fierro, publicista; Tania Perich, ingeniera y Eli Briones, periodista; que nos encontramos por una razón tragicómica.
ProChile había convocado a un concurso para presentar productos nacionales en EE.UU. Las cuatro postulamos y ganamos. Al año siguiente, ProChile nos reunió e informó que ya no se destinarían más recursos para este tipo de productos y que en su lugar, como consuelo, diseñadores italianos realizarían charlas para que los diseñadores chilenos entendieran el gusto europeo.
Monoco |
Paulina y Monoco desde un rincón de la mesa y Tania y Eli desde el otro, sin conocerse todavía, comenzaron a cuestionar la medida. No tanto por los fondos, sino por lo errada que nos parecía la propuesta. ¿Esa era una propuesta país? ¿Realizar en Chile diseño europeo, para venderlo fuera? ¿No era mejor acaso hacer una propuesta diferente, local- global con una imagen país que nos respaldara? Copiar el diseño europeo, no nos parecía una opción.
Los alegatos no sirvieron de nada. Sin embargo, a la salida de la reunión nos acercamos y nos propusimos ir a tomar un café. A ese café siguió el intercambio de teléfonos, una segunda reunión, algunas ventas juntas y finalmente, la decisión de ir de todos modos a EE.UU. a seguir el itinerario que habíamos iniciado el año anterior, con fondos propios.
El viaje lo realizamos y nos tocó vivir de todo, incluso asaltos. A la vuelta ya teníamos una cosa clara. Si habíamos sobrevivido sin conocernos a aquello, podríamos emprender cualquier proyecto juntas. Así fue como decidimos poner una tienda. La pregunta era dónde. Monoco que ya vivía frente al Forestal, descubrió el aviso de arriendo en la casa de Lastarria y nos llamó de inmediato. La conversación y proyecto del que habíamos hablado en más de una conversación en un bar, se presentaba como una alternativa real.
Soledad Ávila |
El barrio era perfecto para lo que nos proponíamos hacer. Una propuesta que hablara de nuestra cultura, con buen diseño nacional y latinoamericano, queríamos ser una propuesta para los extranjeros y de paso también para el público local. De ahí vino el nombre: Ají, diseño imprescindible. Ají es 'Chile' en inglés. Es un juego de palabras".
La propuesta de Ají, diseño imprescindible
"Todas las colecciones de Ají están regidas por los mismos principios de innovación, calidad e identidad. En eso ponemos nuestras fichas y nuestros esfuerzos. La muestra joyeros que está actualmente en vitrina, retrata eso. Innovación y creatividad".
Casakiro |
Crear diseño con identidad local según Ají
"Significa tomar elementos del paisaje, de nuestra cultura, y nuestras artes aplicadas. Meternos en el terreno de lo común. Nuestras colecciones temáticas del terremoto, poetas, quiltro, Violeta Parra son precisamente eso o eso intentan. Muchas veces lo logramos. El público ve nuestros productos y se reconocen en ella. Aparecen aquellos elementos que eran obvios, transformados en otros formatos. ¿Este no es un poema? preguntan frente a un collar que deletrea un verso de Neruda o ¿esta es la cerámica del sur? cuando ven las joyas que trabaja Paulina del Fierro con las ceramistas de Quinchamalí o las con diminutos pedacitos de chamantos de Doñihue. Lo mismo con Monoco y todo su trabajo en crin.
Tratamos de trabajar con los elementos hermosos de Chile. La parte buena, sobre todo cuando en la prensa solo vemos calamidades que parecieran anunciar el fin del país".
Los 10 años de Ají: qué requiere para lograr la sostenibilidad
"Primero la porfía, segundo la terquedad, tercero la constancia. Hay que ser como mono porfiado. Creer en lo que se hace, innovar sobre los productos, reinventarnos siendo fiel a nuestros principios, explorar nuevos materiales, extender las fronteras de nuestros diseños.
Como aprendizaje, entregar contenido. Nuestros productos cuentan una historia, tienen un autor, una inspiración. Transferir eso al público a través de distintos formatos. Al público, le interesa, lo valora y también, sin ser arrogantes, se va educando esa sensibilidad.
Loreto Fernández |
Tenemos cerca de 15 diseñadores en la tienda y nuestra relación con ellos siempre ha sido honesta, profesional, responsable, tanto en términos administrativos como comerciales. Eso genera una fidelidad que también le ha dado sustentabilidad a Ají.
Finalmente, el hecho de ser cuatro socias, para efectos de mantenernos en el tiempo ha sido una ventaja. Hemos logrado una sinergia que permite superar obstáculos. Cuando una decae, hay tres que apuntalan".
Lo que necesita la escena de la moda de autor nacional para consolidarse según Ají
"Mayor exposición. A las personas les gusta, pero no la conocen. Hay que darle más difusión, quizás tener vitrinas permanentes en lugares institucionalizados, de imagen país, el aeropuerto, centros culturales. También las pasarelas de moda deben incluir pasadas de joyería. Para los joyeros es un tremendo esfuerzo, pero vale la pena. Nosotras tenemos algunas experiencias en ese sentido que han sido realmente enriquecedoras".
¿El futuro de Ají?
"Quisiéramos consolidar y mostrar lo que pasa en Chile en la joyería. Somos muy pocos los canales que existen para esto. También nos interesa internacionalizarnos más. Ampliar nuestro eje de acción a otros ámbitos relacionados .Consolidarnos como un referente para extranjeros y chilenos. Mostrar que en el país hay buen diseño. En otras palabras, seguir explorando en lo que venimos haciendo desde el principio, respecto a la tienda como galería, como un foco de promoción y vitrina del diseño nacional".
(Fotos gentileza de Ají)
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