La moda andrógina fue una tendencia que sonó fuerte el 2015. Pero más allá de este posicionamiento temporal específico, visualizó una realidad que hace rato estaba tratando de hacerse un espacio en la industria de la moda: el vestuario sin una carga de género. Aprovechando este contexto la diseñadora gráfica Valeria Droguett quiso hacer eco de esta situación, poco abordada en Chile, y crear NGNR (No Género), una marca que apela –a través de un kit personalizable- a que cada individuo, sea mujer o hombre, se apropie del vestuario de acuerdo a su identidad y no sexualidad. En las próximas líneas nos relata más detalles de esta apuesta creativa.
“Me motivó mi interés permanente en temas sociales y en el vestuario, por lo que NGNR fue una buena manera de involucrar las dos áreas. Ver lo que pasa a diario con las distinciones de género y cómo se estaba tomando el tema en el ámbito internacional, a diferencia de lo que ocurría en Chile. Me pareció buena idea hacerme cargo de ello por medio del vestuario, que es lo que ocupamos a diario y nos caracteriza a cada uno como individuos, y así ver de qué forma podía llevarlo a cabo incluyendo la personalidad de cada usuario”.
“NGNR es genderless, atemporal, además de construido de manera ética y sustentable. Es un Kit y colección de vestuario personalizable y adaptable. Este kit envuelve todo como un objeto único, sin diferenciación de género, por la forma en que está diseñado. Además expone un problema del que debemos hacer cargo: el género binario y cómo consumimos y mantenemos nuestra ropa. Es por eso la adhesión de un manual de instrucciones en el kit”.
“En primer lugar los usuarios, y también las tendencias que vemos a diario en marcas como Rad Hourani, entre otros. Además de todo lo que va sucediendo en Internet y las plataformas que reflejan estos cambios y movimientos sociales en cuanto al género y la identidad”.
“Utilizar materiales textiles nobles y técnicas manuales que también rescaten lo mismo, lo natural y lo nativo. Este vínculo con la ropa también se logra por los mecanismos de cierre que tienen mediante cordones que hace que los usuarios se involucren aun más con lo que usan. Además de que todo está confeccionado a nivel nacional, con costureras chilenas que participan en el proceso”.
“El mayor desafío es hacer entender a las personas el término de sin género en el vestuario, ya que como sociedad estamos acostumbrados a comprar y ver todo con separación de géneros femenino y masculino. Estos cambios no son de un día para otro, pero los paradigmas van cambiando y lo tenemos que afrontar como cambio cultural y no solo como una moda pasajera. El otro desafío es la idea de consumo rápido en torno a la ropa. Esto de llegar y comprar sin importar la procedencia, materialidad, condiciones, etc. Hay un interés de precio por sobre calidad y este tema también tiene que ir cambiando y se hace por medio de informar a los usuarios y educarlos respecto a ello y las consecuencias que tienen las malas prácticas a corto y largo plazo. Y por último que se atrevan a usar vestuario distinto”.
“Ahora vamos avanzando de a poco y nuestro objetivo no es lanzar colecciones a cada rato, sino que una o dos al año máximo, con un límite de prendas, ya que siempre serán atemporales. Me imagino a futuro ya con algo más establecido y no vender solo de forma online”.
Motivos para crear NGNR (No Género)
“Me motivó mi interés permanente en temas sociales y en el vestuario, por lo que NGNR fue una buena manera de involucrar las dos áreas. Ver lo que pasa a diario con las distinciones de género y cómo se estaba tomando el tema en el ámbito internacional, a diferencia de lo que ocurría en Chile. Me pareció buena idea hacerme cargo de ello por medio del vestuario, que es lo que ocupamos a diario y nos caracteriza a cada uno como individuos, y así ver de qué forma podía llevarlo a cabo incluyendo la personalidad de cada usuario”.
La propuesta de NGNR (No Género)
“NGNR es genderless, atemporal, además de construido de manera ética y sustentable. Es un Kit y colección de vestuario personalizable y adaptable. Este kit envuelve todo como un objeto único, sin diferenciación de género, por la forma en que está diseñado. Además expone un problema del que debemos hacer cargo: el género binario y cómo consumimos y mantenemos nuestra ropa. Es por eso la adhesión de un manual de instrucciones en el kit”.
Los factores que influyen en el proceso creativo de NGNR (No Género)
“En primer lugar los usuarios, y también las tendencias que vemos a diario en marcas como Rad Hourani, entre otros. Además de todo lo que va sucediendo en Internet y las plataformas que reflejan estos cambios y movimientos sociales en cuanto al género y la identidad”.
Crear identidad local para NGNR (No Género)
“Utilizar materiales textiles nobles y técnicas manuales que también rescaten lo mismo, lo natural y lo nativo. Este vínculo con la ropa también se logra por los mecanismos de cierre que tienen mediante cordones que hace que los usuarios se involucren aun más con lo que usan. Además de que todo está confeccionado a nivel nacional, con costureras chilenas que participan en el proceso”.
El mayor desafío para una marca como NGNR (No Género) hoy
“El mayor desafío es hacer entender a las personas el término de sin género en el vestuario, ya que como sociedad estamos acostumbrados a comprar y ver todo con separación de géneros femenino y masculino. Estos cambios no son de un día para otro, pero los paradigmas van cambiando y lo tenemos que afrontar como cambio cultural y no solo como una moda pasajera. El otro desafío es la idea de consumo rápido en torno a la ropa. Esto de llegar y comprar sin importar la procedencia, materialidad, condiciones, etc. Hay un interés de precio por sobre calidad y este tema también tiene que ir cambiando y se hace por medio de informar a los usuarios y educarlos respecto a ello y las consecuencias que tienen las malas prácticas a corto y largo plazo. Y por último que se atrevan a usar vestuario distinto”.
Imaginando el futuro de NGNR (No Género)
“Ahora vamos avanzando de a poco y nuestro objetivo no es lanzar colecciones a cada rato, sino que una o dos al año máximo, con un límite de prendas, ya que siempre serán atemporales. Me imagino a futuro ya con algo más establecido y no vender solo de forma online”.
(Fotos gentileza de NGNR)
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