En Chile sufrimos el mal endémico de la desconfianza y falta de transparencia, lo que redunda en la resistencia generalizada a agruparse o asociarse. En la moda de autor este patrón se repite. Sin embargo, en un contexto donde el Estado debe velar por el beneficio colectivo por sobre el individual, no crear asociaciones supone una pérdida de oportunidades tanto en el ámbito del financiamiento como de ser considerados un aporte real a la economía e imagen país. Hoy el dicho "la unión hace la fuerza" es clave. En las próximas líneas te explicaré por qué sostengo aquello.
El Estado no puede hablar con la "sra. Juanita o don Pedro" individualmente. Si bien, estos nombres pueden ser utilizados por el mundo político como metáforas respecto de su acercamiento a la ciudadanía, en lo concreto, quienes son considerados para la toma de decisiones, sobre todo en el ámbito de las políticas públicas, son las "personas jurídicas"o colectivos que representan los intereses de una multiplicidad de individuos.
De esta manera, la autoridad se asegura que el beneficio se amplificará, no quedará en un sólo personaje, y permitirá el crecimiento de grupos y/o sectores, que podrán dar más empleo y aportarán al PIB.
La moda no es ajena a este principio básico. Por eso, su falta de representatividad en asociaciones, gremios, colectivos, cooperativas, etc, no sólo le resta peso como industria creativa, sino también genera desconfianza en quienes "reparten la torta".
Ello porque su incapacidad de articulación y cohesión no lograr crear voluntad política para apostar por el sector, no permite visibilizarlos como bloque con metas y desafíos claros, y peor aún, no contribuye a atender las "brechas" que les impiden su sostenibilidad.
Si bien a la fecha (mayo 2016) existe sola una asociación gremial de diseñadores, Moda Chile, dada la cantidad y diversidad de marcas y propuestas en el área, resulta urgente la creación de más colectivos que apuesten por representar intereses específicos relacionados a tipologías de productos y/o tipos de públicos.
De hecho, en industrias como la del vino, existen desde grandes asociaciones como Wine of Chile o la Corporación Chilena del Vino (CCV) hasta referentes regionales como A.G Viñas de Colchagua, que aunque poseen objetivos transversales, también manejan sus propias agendas específicas para negociar con la autoridad.
Pero ¿cuáles son los beneficios reales de asociarse en la moda? A modo de resumen se podrían identificar:
Asociarse o "ser invisible": dilema de moda
El Estado no puede hablar con la "sra. Juanita o don Pedro" individualmente. Si bien, estos nombres pueden ser utilizados por el mundo político como metáforas respecto de su acercamiento a la ciudadanía, en lo concreto, quienes son considerados para la toma de decisiones, sobre todo en el ámbito de las políticas públicas, son las "personas jurídicas"o colectivos que representan los intereses de una multiplicidad de individuos.
De esta manera, la autoridad se asegura que el beneficio se amplificará, no quedará en un sólo personaje, y permitirá el crecimiento de grupos y/o sectores, que podrán dar más empleo y aportarán al PIB.
La moda no es ajena a este principio básico. Por eso, su falta de representatividad en asociaciones, gremios, colectivos, cooperativas, etc, no sólo le resta peso como industria creativa, sino también genera desconfianza en quienes "reparten la torta".
Ello porque su incapacidad de articulación y cohesión no lograr crear voluntad política para apostar por el sector, no permite visibilizarlos como bloque con metas y desafíos claros, y peor aún, no contribuye a atender las "brechas" que les impiden su sostenibilidad.
La falta de asociatividad en la moda imposibilita cualquier posibilidad de ser visto con un sector cohesionado. Foto por Erich Ferdinand |
Si bien a la fecha (mayo 2016) existe sola una asociación gremial de diseñadores, Moda Chile, dada la cantidad y diversidad de marcas y propuestas en el área, resulta urgente la creación de más colectivos que apuesten por representar intereses específicos relacionados a tipologías de productos y/o tipos de públicos.
Moda Chile fue la primera asociación gremial, hoy faltan más referentes que representen al sector |
De hecho, en industrias como la del vino, existen desde grandes asociaciones como Wine of Chile o la Corporación Chilena del Vino (CCV) hasta referentes regionales como A.G Viñas de Colchagua, que aunque poseen objetivos transversales, también manejan sus propias agendas específicas para negociar con la autoridad.
Pero ¿cuáles son los beneficios reales de asociarse en la moda? A modo de resumen se podrían identificar:
- - Peso político para negociar con la autoridad y con privados
- - Acceso a mayores y mejores fuentes de financiamiento
- - Mayor acceso a programas gubernamentales y privados para la reducción de brechas
- - Mayores posibilidades de alianzas estratégicas
- - Mayor visibilización, y por ende posicionamiento, del sector en el mercado (lo que repercute en una ampliación del conocimiento de marca y los públicos)
- - Reducción de costos para abrir nuevos mercados y/o participar en giras tecnológicas o ferias internacionales
- - Incremento de la capacidad de oferta exportable. Asunto vital dado los volúmenes que manejan la mayoría de las marcas y su capacidad de producción futura.
¿Todavía no te convences?
(Foto principal por Tomy Pelluz)
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