Todos quienes trabajamos, aspiramos como base a tener un salario digno, que no siempre es igual a un salario mínimo. Esta aspiración no se cumple en la industria de la moda, al menos, en el caso de muchos de los trabajadores textiles de la región del Asia Pacífico. La organización Asia Floor Wage Alliance consciente de esta realidad estrenó un documental, que busca abrir los ojos de los consumidores, demostrándoles por enésima vez, que la ropa barata siempre le sale cara a “otros invisibles”. Te invito a revisar sus principales conclusiones acá.
Living Wage Now / Salario Digno Ya, nos entregan luces de qué es un salario digno: “Un salario digno debería ganarse con el trabajo realizado durante la semana laboral estándar, y debería ser suficiente para que una trabajadora del sector textil compre comida para sí misma y para su familia y para que pueda costearse la renta, la atención médica, la ropa, el transporte y la educación, y debería quedarle una pequeña cantidad de ahorros para poder hacer frente a posibles imprevistos”.
Suena casi obvio, sin embargo, la mayoría de los trabajadores textiles ganan menos de US$6,7 diarios, es decir, $4.600 app. Ello supone que al mes (contando sólo días laborales) cuentan con US$134 / $91.600 app. ¿Crees que sea posible vivir dignamente con esa cantidad?
De hecho, la única manera de lograr un salario digno con ese pago es trabajando 22 horas, lo que humanamente es imposible.
En este contexto, el documental resulta un muy buen medio para conocer cuáles son los principales países productores de ropa en Asia y bajo qué condiciones operan muchos de ellos abasteciendo a grandes marcas de retail.
La cruda realidad es que las que peor lo pasan en las cadenas productivas son las mujeres trabajadores, ya que deben soportar desde acaso sexual hasta malos tratos estando embarazadas. Muchas de ellas, han dado luz en la puerta de las fábricas, con fatales desenlaces.
Para colmo su experiencia profesional es ninguneada, promoviendo siempre a los hombres e ignorando sus años de oficio sólo por el hecho de ser mujer.
El círculo perverso que detalla el film comienza con la exigencia de precios bajos de las grandes marcas. Ante este desafío los proveedores, cuyos costos siempre están al alza, cortan “literalmente” por el hilo más delgado: sus trabajadores. Ante la imposibilidad de rebajar aún más la calidad de los productos o los costos fijos (luz, agua, por ejemplo), optan por pagar poco pero produciendo a todo vapor.
El documental plantea el desafío de normar un salario digno en función del Poder de Paridad de Compra (PPC), que permite calcular el valor real de una canasta familiar en función del contexto local. Por ejemplo, en Chile una canasta de alimentos se compra con $10.000 (US$14 app), sin embargo en Cambodia obtienes la misma por $5.000 (US$7 app). En función de esas diferencias se llega al cálculo de qué es lo digno según cada país.
Al mismo tiempo nos muestra que debido a lo débiles y disgregadas que son los sindicatos textiles en esos países, su poder de influencia es mínimo. Es por ello que grandes uniones de trabajadores internacionales están interviniendo en esas naciones para empoderarlos.
Lo más increíble de todo es un dato que me dejó perpleja. Lograr el salario digno en esos lugares, según el PPC sólo incrementaría en 10 centavos de dólar ($68 pesos chilenos) el precio final de una polera del retail. Es decir, al final de todo ni siquiera se trata de precios, sino de lo que las grandes marcas están dispuestos a marginar o a ganar en la ecuación.
Esos 10 centavos condenan a muchas familias y niñ@s a vivir en la pobreza y a miar el futuro sin esperanza.
¿Qué podemos hacer como consumidores antes esta realidad? Presionar a las marcas vía nuestro consumo y difusión en redes sociales, para que tanto ellas como nosotros nos convirtamos en parte de la solución, y no en cómplices del problema.
¿Crees en el salario digno en la moda?
Living Wage Now
Living Wage Now / Salario Digno Ya, nos entregan luces de qué es un salario digno: “Un salario digno debería ganarse con el trabajo realizado durante la semana laboral estándar, y debería ser suficiente para que una trabajadora del sector textil compre comida para sí misma y para su familia y para que pueda costearse la renta, la atención médica, la ropa, el transporte y la educación, y debería quedarle una pequeña cantidad de ahorros para poder hacer frente a posibles imprevistos”.
Suena casi obvio, sin embargo, la mayoría de los trabajadores textiles ganan menos de US$6,7 diarios, es decir, $4.600 app. Ello supone que al mes (contando sólo días laborales) cuentan con US$134 / $91.600 app. ¿Crees que sea posible vivir dignamente con esa cantidad?
De hecho, la única manera de lograr un salario digno con ese pago es trabajando 22 horas, lo que humanamente es imposible.
![]() |
El salario digno se calcula en función de las siguientes suposiciones |
En este contexto, el documental resulta un muy buen medio para conocer cuáles son los principales países productores de ropa en Asia y bajo qué condiciones operan muchos de ellos abasteciendo a grandes marcas de retail.
La cruda realidad es que las que peor lo pasan en las cadenas productivas son las mujeres trabajadores, ya que deben soportar desde acaso sexual hasta malos tratos estando embarazadas. Muchas de ellas, han dado luz en la puerta de las fábricas, con fatales desenlaces.
Para colmo su experiencia profesional es ninguneada, promoviendo siempre a los hombres e ignorando sus años de oficio sólo por el hecho de ser mujer.
El círculo perverso que detalla el film comienza con la exigencia de precios bajos de las grandes marcas. Ante este desafío los proveedores, cuyos costos siempre están al alza, cortan “literalmente” por el hilo más delgado: sus trabajadores. Ante la imposibilidad de rebajar aún más la calidad de los productos o los costos fijos (luz, agua, por ejemplo), optan por pagar poco pero produciendo a todo vapor.
El documental plantea el desafío de normar un salario digno en función del Poder de Paridad de Compra (PPC), que permite calcular el valor real de una canasta familiar en función del contexto local. Por ejemplo, en Chile una canasta de alimentos se compra con $10.000 (US$14 app), sin embargo en Cambodia obtienes la misma por $5.000 (US$7 app). En función de esas diferencias se llega al cálculo de qué es lo digno según cada país.
![]() |
El salario digno según el PPC |
Al mismo tiempo nos muestra que debido a lo débiles y disgregadas que son los sindicatos textiles en esos países, su poder de influencia es mínimo. Es por ello que grandes uniones de trabajadores internacionales están interviniendo en esas naciones para empoderarlos.
Lo más increíble de todo es un dato que me dejó perpleja. Lograr el salario digno en esos lugares, según el PPC sólo incrementaría en 10 centavos de dólar ($68 pesos chilenos) el precio final de una polera del retail. Es decir, al final de todo ni siquiera se trata de precios, sino de lo que las grandes marcas están dispuestos a marginar o a ganar en la ecuación.
Esos 10 centavos condenan a muchas familias y niñ@s a vivir en la pobreza y a miar el futuro sin esperanza.
¿Qué podemos hacer como consumidores antes esta realidad? Presionar a las marcas vía nuestro consumo y difusión en redes sociales, para que tanto ellas como nosotros nos convirtamos en parte de la solución, y no en cómplices del problema.
¿Crees en el salario digno en la moda?
Instagram de Asia Floor Wage
(Fotos gentileza de Asia Floor Wage)
COMMENTS