(Por Claudia Mellado) Me declaro una amante fiel de New York (always and forever). Pero en términos cosmopolitas, del lifestyle y de la industria del fashion en general, pondría a Tokio, Japón, al nivel de la “gran manzana” americana, aunque con ciertas distinciones: Tokio es una ciudad más amigable, en algunos casos más cara, muchísimo más relajada, y con bastante personalidad local. Yo tuve la suerte de recorrerla hace algunos semanas y acá te cuento mi experiencia entre shopping, belleza y gourmet. Te invito a que nos perdamos juntos en Tokio.
Tokio es la cuna de muchísimas de las marcas de ropa y de maquillaje que existen en el mercado y que no, necesariamente, sabemos de dónde provienen.
Yo por ejemplo, no tenía idea de lo “japonesita” que era, hasta llegar ahí. Casi todos los productos de belleza y de cuidado de la piel que usaba eran japonenes (Issey miyake, el perfume), SK-II (las cremas), Marimekko (artículos para el hogar y decoración), así como algunas marcas de ropa notables que uso, o había comprado alguna vez, como Uniqlo (la mejor en básicos), Wego, Lagunamoon, Adore, Takeo kikuchi (para hombres) o Asics (ropa deportiva y zapatillas).
Tokio es, definitivamente, una ciudad para perderse. ¿Por qué? Porque en el camino vas descubriendo lo fascinante de la cultura japonesa y de lo que ofrece este “Nueva York asiático”, y porque siempre sabes que encontrarás una forma de llegar a tu destino, especialmente por la amabilidad de su gente.
No son particularmente personas expresivas, alegres, ni tampoco demostrativas de sus afectos (y menos en público), pero siempre te ayudan, incluso si no pueden comunicarse contigo en perfecto inglés.
Ya había estado en Asia en tres ocasiones anteriores, pero nunca en Japón y menos en Tokio, y la verdad es que la ciudad me cautivó. Si quieres visitar templos, ambientes místicos, ir por el rollo espiritual y demás, creo que Tokio no es el lugar perfecto. Hay algunos templos como Sensō-ji o Meiji, pero recomendaría considerar ir a Kioto o Horishima, entre otros lugares de Japón, si es eso lo que te interesa.
Sin embargo, si quieres algo similar al ambiente que encuentras en Londres y, especialmente, en Nueva York, te sentirás como en casa.
Tokio es enorme, gigantesco, y una ciudad que se vive y mira hacia arriba. El primer día que llegamos buscábamos la dirección de un restorán de sushi que nos habían recomendado. Según GoogleMaps estábamos en el lugar correcto, pero no lográbamos dar con el “sushi place”. Dimos varias vueltas hasta que nos atrevimos a preguntar por el nombre en japonés a quienes trabajaban en una tienda cercana. A penas se los mencionamos nos dijeron “claro que lo conocemos, miren hacia arriba, noveno piso”.
Increíble, sin darnos cuenta, la mitad de la ciudad y de la vida de la ciudad estaba sobre nosotros… muchos lugares de comida, bares, e incluso muchos showrooms y tiendas de ropa.
Así como en Santiago existen áreas emblemáticas por su distinción en moda, comida, bares, etc., en Tokio pasa lo mismo, y a una mayor escala, claro. Si bien puedes hacer buen shopping en casi toda la ciudad, tiene barrios o áreas especializadas en distintos ámbitos:
Ginza, Shinjuku, Shibuya y Harajuku, son los barrios de la moda en Tokio. Me encantó especialmente el último, combinando boutiques pequeñas con grandes tiendas, así como el lado “pintoresco” y cool de la ciudad, sobre todo concentrado entre Omote sando y Takeshita Street.
Roppongi es ideal para encontrar vida nocturna, bares y lugares de baile; mientras que Akihabara, por ejemplo, está mucho más especializada en productos electrónicos, el mundo manga y artículos eróticos de todo tipo.
Una de las cosas que más me gustó de esta maravillosa ciudad es que No Todo sucede en un shopping mall. En Tokio, sí hay pequeñas tiendas, un proper downtown, así como “street-food places”, y restaurantes más sofisticados, pero no todos concentrados en grandes centros comerciales, como es el caso de Hong Kong, Singapur y China en general.
El shopping en Tokio es intenso, inagotable, extremadamente fascinante, y peligroso para el bolsillo de cualquiera. Confieso que habiendo viajado a más de 60 países en mi vida, nunca había regresado con una maleta extra llena de compras, como sí ocurrió en esta oportunidad, ni si quiera en mis previas y variadas visitas a New York.
Chuo-Dori Ginza es conocida en Tokio como la 5ta Avenida, con marcas de lujo y grandes almacences como Wako, Matsuyaginza y Mitsukoshi. Pero como ya les contaba, el shopping de Tokio es mucho más que eso. La ciudad está plagada de sectores comerciales, y hay para todos los gustos.
Takeshita Street, por ejemplo, cerca de Omote Sando, es una calle llena de pequeñas tiendas un tanto kawaii y medio freak, sobre todo para adolescentes, con una apuesta re interesante. A sus alrededores está lleno de tiendas de diseño locales y de una fila inagotable de ropa de alta costura, tanto internacional como local.
Shinjuku y Shibuya son los dos sectores que concentran a la mayor cantidad de amantes del retail, con una mezcla de tiendas más populares, al alcance del cliente promedio, así como de grandes shopping malls y department stores del estilo Nordstrom o Bloomingdale's en Estados Unidos, o de Falabella y Ripley, en Chile.
En Tokio, dentro del shopping, una parte importante no se orienta solo a la ropa en particular, sino a la industria de la belleza y del cuidado de la piel.
Como ya les contaba, una de las marcas que uso es SK-II. Todos sus productos son increíbles y es una marca, “globalizada”. También había usado Shiseido -la marca japonesa más antigua y de mayor impacto en el mercado internacional-, y Shu Uemura, más orientada al maquillaje, realmente maravillosa. Pero nuevamente, Japón tiene mucho más que ofrecer.
Además de quedar completamente encremada, me encontré con una gama interesante de opciones, para todas las pieles y bolsillos. Ejemplos: Acseine está focalizada en pieles sensibles y formulada en base a productos naturales. Si bien tiene cosméticos, su fuerte son las cremas. En la misma línea está Dr.Ci: LaBO, una de las marcas líderes dentro de los productos dermatológicos japoneses (tiene tienda online). La versión más lujosa de Shiseido es Clé de Peau Beauté, con productos sofisticados que pueden ir desde los 15 a los casi 600 dólares.
Ipsa también está relacionada a Shiseido, pero es mucho más barata y popular por su simpleza. Un ejemplo es su All-in-one beauty metabolizer, que reúne en un sólo producto lo que muchas nos ponemos usando varios de ellos.
Sekkisei es muy recomendada para pieles grasas. Three es bastante popular entre quienes usan maquillaje habitualmente; y finalmente, Ginza, otra marca vinculada a Shiseido, que sólo se vende en el mercado local y es también carísima.
Podría seguir nombrando marcas japonesas por horas (Kanebo, Pola, Obagi, Astalift, Watosa, Albion, Yojiya entre muchas otras). Son demasiadas y todas con algo interesante que ofrecer.
Como en casi toda la cultura asiática, la comida es un elemento fundamental, y Tokio no es una excepción. Creo que comí más sushi y tempura que lo que había probado en toda mi vida, y que en algún minuto del viaje hubo más sushi que sangre en mi cuerpo.
El restorán de sushi que más me cautivó fue, sin duda, Nomosako, en Shinjuku, junto al Ginza Kojyu; así como un lugar local muy pequeño que visitábamos casi a diario, pero que no tenía nombre en inglés.
Lo otro que me cautivó fue la belleza y dedicación que los japoneses tienen en su pastelería (verdaderos monumentos) y los chocolates y confites en general. Creo que compré kilos de ellos, a un precio bastante accesible, sobre todo considerando lo caro que es la ciudad. De los chocolates que probé, por lejos Royce Nama chocolate en todas sus versiones (con licor, sin licor, de té verde, blanco, negro, todos).
No pensé que iría Tokio este año y menos que me sorprendería tanto, pero si algún día visitas este templo de la moda, de la buena comida y de la belleza, déjate llevar y perder por la ciudad, seguro que te sorprenderá.
*Claudia Mellado es periodista, instagramer y académica de la PUCV.
Un preámbulo antes de partir
Tokio es la cuna de muchísimas de las marcas de ropa y de maquillaje que existen en el mercado y que no, necesariamente, sabemos de dónde provienen.
Yo por ejemplo, no tenía idea de lo “japonesita” que era, hasta llegar ahí. Casi todos los productos de belleza y de cuidado de la piel que usaba eran japonenes (Issey miyake, el perfume), SK-II (las cremas), Marimekko (artículos para el hogar y decoración), así como algunas marcas de ropa notables que uso, o había comprado alguna vez, como Uniqlo (la mejor en básicos), Wego, Lagunamoon, Adore, Takeo kikuchi (para hombres) o Asics (ropa deportiva y zapatillas).
Tienda de Adore en Tokio |
Tokio es, definitivamente, una ciudad para perderse. ¿Por qué? Porque en el camino vas descubriendo lo fascinante de la cultura japonesa y de lo que ofrece este “Nueva York asiático”, y porque siempre sabes que encontrarás una forma de llegar a tu destino, especialmente por la amabilidad de su gente.
No son particularmente personas expresivas, alegres, ni tampoco demostrativas de sus afectos (y menos en público), pero siempre te ayudan, incluso si no pueden comunicarse contigo en perfecto inglés.
Ya había estado en Asia en tres ocasiones anteriores, pero nunca en Japón y menos en Tokio, y la verdad es que la ciudad me cautivó. Si quieres visitar templos, ambientes místicos, ir por el rollo espiritual y demás, creo que Tokio no es el lugar perfecto. Hay algunos templos como Sensō-ji o Meiji, pero recomendaría considerar ir a Kioto o Horishima, entre otros lugares de Japón, si es eso lo que te interesa.
Sin embargo, si quieres algo similar al ambiente que encuentras en Londres y, especialmente, en Nueva York, te sentirás como en casa.
La “gran manzana” japonesa
Tokio es enorme, gigantesco, y una ciudad que se vive y mira hacia arriba. El primer día que llegamos buscábamos la dirección de un restorán de sushi que nos habían recomendado. Según GoogleMaps estábamos en el lugar correcto, pero no lográbamos dar con el “sushi place”. Dimos varias vueltas hasta que nos atrevimos a preguntar por el nombre en japonés a quienes trabajaban en una tienda cercana. A penas se los mencionamos nos dijeron “claro que lo conocemos, miren hacia arriba, noveno piso”.
Increíble, sin darnos cuenta, la mitad de la ciudad y de la vida de la ciudad estaba sobre nosotros… muchos lugares de comida, bares, e incluso muchos showrooms y tiendas de ropa.
Las diferentes áreas de Tokio
Así como en Santiago existen áreas emblemáticas por su distinción en moda, comida, bares, etc., en Tokio pasa lo mismo, y a una mayor escala, claro. Si bien puedes hacer buen shopping en casi toda la ciudad, tiene barrios o áreas especializadas en distintos ámbitos:
Ginza, Shinjuku, Shibuya y Harajuku, son los barrios de la moda en Tokio. Me encantó especialmente el último, combinando boutiques pequeñas con grandes tiendas, así como el lado “pintoresco” y cool de la ciudad, sobre todo concentrado entre Omote sando y Takeshita Street.
Roppongi es ideal para encontrar vida nocturna, bares y lugares de baile; mientras que Akihabara, por ejemplo, está mucho más especializada en productos electrónicos, el mundo manga y artículos eróticos de todo tipo.
Una de las cosas que más me gustó de esta maravillosa ciudad es que No Todo sucede en un shopping mall. En Tokio, sí hay pequeñas tiendas, un proper downtown, así como “street-food places”, y restaurantes más sofisticados, pero no todos concentrados en grandes centros comerciales, como es el caso de Hong Kong, Singapur y China en general.
Los “hot spots” de la moda en Tokio
El shopping en Tokio es intenso, inagotable, extremadamente fascinante, y peligroso para el bolsillo de cualquiera. Confieso que habiendo viajado a más de 60 países en mi vida, nunca había regresado con una maleta extra llena de compras, como sí ocurrió en esta oportunidad, ni si quiera en mis previas y variadas visitas a New York.
Chuo-Dori Ginza es conocida en Tokio como la 5ta Avenida, con marcas de lujo y grandes almacences como Wako, Matsuyaginza y Mitsukoshi. Pero como ya les contaba, el shopping de Tokio es mucho más que eso. La ciudad está plagada de sectores comerciales, y hay para todos los gustos.
Claudia en medio de su shopping |
Takeshita Street, por ejemplo, cerca de Omote Sando, es una calle llena de pequeñas tiendas un tanto kawaii y medio freak, sobre todo para adolescentes, con una apuesta re interesante. A sus alrededores está lleno de tiendas de diseño locales y de una fila inagotable de ropa de alta costura, tanto internacional como local.
Tokio y belleza
En Tokio, dentro del shopping, una parte importante no se orienta solo a la ropa en particular, sino a la industria de la belleza y del cuidado de la piel.
Como ya les contaba, una de las marcas que uso es SK-II. Todos sus productos son increíbles y es una marca, “globalizada”. También había usado Shiseido -la marca japonesa más antigua y de mayor impacto en el mercado internacional-, y Shu Uemura, más orientada al maquillaje, realmente maravillosa. Pero nuevamente, Japón tiene mucho más que ofrecer.
Además de quedar completamente encremada, me encontré con una gama interesante de opciones, para todas las pieles y bolsillos. Ejemplos: Acseine está focalizada en pieles sensibles y formulada en base a productos naturales. Si bien tiene cosméticos, su fuerte son las cremas. En la misma línea está Dr.Ci: LaBO, una de las marcas líderes dentro de los productos dermatológicos japoneses (tiene tienda online). La versión más lujosa de Shiseido es Clé de Peau Beauté, con productos sofisticados que pueden ir desde los 15 a los casi 600 dólares.
Ipsa también está relacionada a Shiseido, pero es mucho más barata y popular por su simpleza. Un ejemplo es su All-in-one beauty metabolizer, que reúne en un sólo producto lo que muchas nos ponemos usando varios de ellos.
Sekkisei es muy recomendada para pieles grasas. Three es bastante popular entre quienes usan maquillaje habitualmente; y finalmente, Ginza, otra marca vinculada a Shiseido, que sólo se vende en el mercado local y es también carísima.
Podría seguir nombrando marcas japonesas por horas (Kanebo, Pola, Obagi, Astalift, Watosa, Albion, Yojiya entre muchas otras). Son demasiadas y todas con algo interesante que ofrecer.
Sushi y comida en Tokio
Como en casi toda la cultura asiática, la comida es un elemento fundamental, y Tokio no es una excepción. Creo que comí más sushi y tempura que lo que había probado en toda mi vida, y que en algún minuto del viaje hubo más sushi que sangre en mi cuerpo.
El restorán de sushi que más me cautivó fue, sin duda, Nomosako, en Shinjuku, junto al Ginza Kojyu; así como un lugar local muy pequeño que visitábamos casi a diario, pero que no tenía nombre en inglés.
Lo otro que me cautivó fue la belleza y dedicación que los japoneses tienen en su pastelería (verdaderos monumentos) y los chocolates y confites en general. Creo que compré kilos de ellos, a un precio bastante accesible, sobre todo considerando lo caro que es la ciudad. De los chocolates que probé, por lejos Royce Nama chocolate en todas sus versiones (con licor, sin licor, de té verde, blanco, negro, todos).
No pensé que iría Tokio este año y menos que me sorprendería tanto, pero si algún día visitas este templo de la moda, de la buena comida y de la belleza, déjate llevar y perder por la ciudad, seguro que te sorprenderá.
*Claudia Mellado es periodista, instagramer y académica de la PUCV.
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