(Por sr. González) Soy consumidor de ropa usada desde los 14 años. A esa edad vivía cerca de una feria libre donde habían muchos puestos que ofrecían una amplia gama de ropa vintage, y “the real vintage”. Todo muy setentero, con cortes y colores muy de la época. Siempre me gustó tener una imagen diferente y usar prendas que potenciaran mi identidad bajo esa premisa. La ropa usada era perfecta para eso. Comprar prendas únicas que jamás se repetirían en la masa y a precios muy económicos, era mi opción. Y nunca he dejado de consumir este tipo de mercado (más de 15 años), e incluso siempre busco en mis viajes, locales que ofrecen este tipo de productos. Pero desde un tiempo me he dado cuenta que el foco de este mercado ha cambiado. Acá te cuento lo que pienso de ello.
En mi adolescencia el brit pop marcó mi estética y la ropa usada era ideal para encontrar esas prendas que potenciaban mi look. En aquellos años vestir ropa usada era mal mirado, pero eso no me importaba, ya que me veía distinto al resto, sentía que reflejaba mi identidad, y eso era super importante para mí. Además, el bajo costo de este mercado era ideal para mi bolsillo adolescente. Con poco dinero, a veces, compraba varias prendas, dos camisas y un chaleco, por ejemplo, y todo con estilo único. Sentía que ganaba por todos lados.
Con el paso de los años he evolucionado en mi estilo, pero aún sigo consumiendo en este mercado, aunque en menor cantidad. Uno de los motivos de esto último es que ahora soy diseñador de vestuario, por ende puedo hacer mi propia ropa o acceder a diseño de autor nacional. Sin embargo, desde hace un tiempo he visto que las prendas que encuentro en el mercado usado tienen otro estilo.
Ahora cuando voy, ya no me encuentro con ropa vintage, sino que la mayoría de lo que veo son marcas pertenecientes al fast fashion, como GAP, American Eagle, Old Navy o H&M. Más encima estas marcas están sobrevaloradas con respecto a lo que significan en el hemisferio norte. Esto me lleva a pensar varias cosas. Que el mercado de la ropa usada vio un potencial negocio al traer marcas que son de la preferencia masiva, a un precio mucho más bajo que en mall (a veces incluso son las mismas prendas del mall). O que tal vez la cantidad de ropa fast fashion ha aumentado tanto en los países del norte, que el saldo de ese stock es enviado a los países subdesarrollados, en los cuales se sabe que ese tipo de ropa es éxito entre las masas.
Cualquiera sea el motivo, mucha gente sigue comprando ropa usada por los precios, pero el resultado ya no es la potenciación de un estilo e identidad propia, sino que ha generado que mucha gente se vista de la misma manera, uniformados, y más encima con prendas de baja factura y muchas veces desechables. Igual se pueden encontrar esas “piezas especiales”, pero la mayoría de la ropa es de fast fashion. ¿Será porque le dan más valor a ser parte del grupo que potenciar su identidad?
Mi intención más que juzgar o criticar es describir una realidad que me desconcierta. Me llama mucho la atención que donde en algún momento encontré individualidad y personalidad, ahora la mayoría de la oferta se enfoca en prendas con las que nos perdemos en la masa.
¿Qué opinas de este cambio? ¿lo has percibido? ¿Por qué crees que está pasando?
La ropa usada como potenciadora de mi identidad
En mi adolescencia el brit pop marcó mi estética y la ropa usada era ideal para encontrar esas prendas que potenciaban mi look. En aquellos años vestir ropa usada era mal mirado, pero eso no me importaba, ya que me veía distinto al resto, sentía que reflejaba mi identidad, y eso era super importante para mí. Además, el bajo costo de este mercado era ideal para mi bolsillo adolescente. Con poco dinero, a veces, compraba varias prendas, dos camisas y un chaleco, por ejemplo, y todo con estilo único. Sentía que ganaba por todos lados.
El paso del tiempo y el cambio que he presenciado
Con el paso de los años he evolucionado en mi estilo, pero aún sigo consumiendo en este mercado, aunque en menor cantidad. Uno de los motivos de esto último es que ahora soy diseñador de vestuario, por ende puedo hacer mi propia ropa o acceder a diseño de autor nacional. Sin embargo, desde hace un tiempo he visto que las prendas que encuentro en el mercado usado tienen otro estilo.
Ahora cuando voy, ya no me encuentro con ropa vintage, sino que la mayoría de lo que veo son marcas pertenecientes al fast fashion, como GAP, American Eagle, Old Navy o H&M. Más encima estas marcas están sobrevaloradas con respecto a lo que significan en el hemisferio norte. Esto me lleva a pensar varias cosas. Que el mercado de la ropa usada vio un potencial negocio al traer marcas que son de la preferencia masiva, a un precio mucho más bajo que en mall (a veces incluso son las mismas prendas del mall). O que tal vez la cantidad de ropa fast fashion ha aumentado tanto en los países del norte, que el saldo de ese stock es enviado a los países subdesarrollados, en los cuales se sabe que ese tipo de ropa es éxito entre las masas.
La nueva ropa usada y la uniformidad que genera
Cualquiera sea el motivo, mucha gente sigue comprando ropa usada por los precios, pero el resultado ya no es la potenciación de un estilo e identidad propia, sino que ha generado que mucha gente se vista de la misma manera, uniformados, y más encima con prendas de baja factura y muchas veces desechables. Igual se pueden encontrar esas “piezas especiales”, pero la mayoría de la ropa es de fast fashion. ¿Será porque le dan más valor a ser parte del grupo que potenciar su identidad?
Mi intención más que juzgar o criticar es describir una realidad que me desconcierta. Me llama mucho la atención que donde en algún momento encontré individualidad y personalidad, ahora la mayoría de la oferta se enfoca en prendas con las que nos perdemos en la masa.
¿Qué opinas de este cambio? ¿lo has percibido? ¿Por qué crees que está pasando?
(Fotos por Sr. González)
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