Despertar con la alegría de que estás haciendo lo que te encanta y motiva, ser feliz trabajando, fueron los nortes de vida que llevaron a Michelle Miguras y Lucas Sanhueza a abandonar la vida del asalariado y crear la marca de indumentaria y decoración de autor, Miguras, que se caracteriza por una propuesta en blanco y negro, donde la sublimación de frases e iconos pop son los protagonistas. Pero ¿qué los llevó a esta apuesta creativa? Hoy Michelle nos lo devela.
"Cuando me preguntan esto me resulta difícil contestar, porque nunca me he sentado a pensar o razonar bien qué es lo que hago. Me sale no más. Son cosas que me gustan. Muchas de ellas que me gustaban cuando chica y que las recuerdo con cariño, como letras de canciones corta venas y que le dedicaba a mi compañerito que no me pescaba en 5° básico, y que ahora me doy cuenta que no pasan de moda.
Esos recuerdos te quedan para siempre, y en mi generación donde no existía YouTube y todavía existían los lentos en las fiestas, nos quedaron grabadas. Por eso gustan, quizás porque tocó una fibra media meláncolica y de añoranza de la infancia oculta (porque digámoslo, nos cuesta asumir que escuchamos a Chayanne). Por la parte, la decoración también tiene mucho que ver con eso. Ahora estamos trabajando con cerámica, y sin querer vamos llegando a los adornos que tenían las abuelitas en el living o que te regalaba la tía para Navidad y, que en ese momento no te gustaban, pero ahora ves uno, te acuerdas y te gusta.
Sobre la ausencia de color, por un lado, nos dimos cuenta que no existía una tienda de diseño solo en blanco y negro y quisimos ser los primeros. Por eso Miguras no solo es ropa, somos más bien un concepto que abarca muchas más cosas que de a poco vamos desarrollando en torno a lo monocromático y también al 'no color' que es el blanco, negro, dorado, etc. Una vez nos dijeron que lo que hacemos es como 'análogo' o 'AM', y nos encantó. Me quedo con eso".
"Lo primero y lo siento si es poco cool lo que digo, pero lo que más me influye es el estado de ánimo. Mío y de los que me rodean. No puedo trabajar si estoy enojada con alguien. Y al revés, cuando estoy en mitad de un carrete con mis amigos de San Miguel o los amigos músicos que tenemos en común con Lucas (que podemos pasar horas escuchando a Mijares, Miryam Hernandez, Emmanuel y llegar a los Backstreet Boys, Spice Girls pasando por reggaetón o Tame Impala, Foals, etc) ese popurrí hace que aparezca algo y me desespero y quiero hacerlo altiro. Ya aprendí a anotar la idea y hacerlo al otro día.
Trabajar con otros artistas creo que es la parte más importante de Miguras. Como es un concepto, es completamente abierto a trabajar con otros compañeros que encuentro demasiado secos y admiro, y con otras técnicas. Me encanta. Hace poco hicimos varias colaboraciones, con Momo, con Paloma Amaya y espero que lleguen muchas más. Y además, que ellos quieran trabajar con nosotros es el mejor halago y recompensa a toda la pega que hacemos".
"Creo que es súper importante atreverse a hacer cosas locales. Las frases que hacemos vienen justamente a partir de eso: las tiendas están llenas de ropa con frases en inglés y sin sentido y que uno se las pone sin mayor interés, porque te la regalaron, la encontraste bonita o estaba barata. Viendo eso, agarramos esa idea y la hicimos propia, sacando ideas de lo cotidiano e hicimos el mismo concepto, pero con un sentido de identidad, como la canción de Juan Antonio Labra, nuestro Michael chileno o Flashdance, porque a quién no la hicieron bailar esa canción cuando chica en gimnasia en el colegio".
"El mayor desafío es lograr vivir de esto. Es con lo que empezamos y es la meta principal. Cuesta un montón ser tu propio jefe, es la idea más loca que a alguien se le puede ocurrir, pero es maravilloso vivir de lo que te gusta. A ratos lo logramos, pero como todo en la vida hay momentos que cuesta mucho más. Como marca, que nos conozcan no solo por la polera de la Nati (Valdebenito en el Festival de Viña) y que en algún momento podamos tener nuestra propia tienda física, quizás ese es el sueño de todos".
"Ay, me imagino tantas cosas. Me imagino en nuestra propia tienda, una sucursal en Nueva York (sí, eso sueño) y que el concepto monocromático se expanda a muchas más técnicas y soportes. Y ser lo que un día me dijeron: la reina del blanco y negro".
La propuesta de Miguras
"Cuando me preguntan esto me resulta difícil contestar, porque nunca me he sentado a pensar o razonar bien qué es lo que hago. Me sale no más. Son cosas que me gustan. Muchas de ellas que me gustaban cuando chica y que las recuerdo con cariño, como letras de canciones corta venas y que le dedicaba a mi compañerito que no me pescaba en 5° básico, y que ahora me doy cuenta que no pasan de moda.
Esos recuerdos te quedan para siempre, y en mi generación donde no existía YouTube y todavía existían los lentos en las fiestas, nos quedaron grabadas. Por eso gustan, quizás porque tocó una fibra media meláncolica y de añoranza de la infancia oculta (porque digámoslo, nos cuesta asumir que escuchamos a Chayanne). Por la parte, la decoración también tiene mucho que ver con eso. Ahora estamos trabajando con cerámica, y sin querer vamos llegando a los adornos que tenían las abuelitas en el living o que te regalaba la tía para Navidad y, que en ese momento no te gustaban, pero ahora ves uno, te acuerdas y te gusta.
Sobre la ausencia de color, por un lado, nos dimos cuenta que no existía una tienda de diseño solo en blanco y negro y quisimos ser los primeros. Por eso Miguras no solo es ropa, somos más bien un concepto que abarca muchas más cosas que de a poco vamos desarrollando en torno a lo monocromático y también al 'no color' que es el blanco, negro, dorado, etc. Una vez nos dijeron que lo que hacemos es como 'análogo' o 'AM', y nos encantó. Me quedo con eso".
Los factores que influyen en el proceso creativo de Miguras
"Lo primero y lo siento si es poco cool lo que digo, pero lo que más me influye es el estado de ánimo. Mío y de los que me rodean. No puedo trabajar si estoy enojada con alguien. Y al revés, cuando estoy en mitad de un carrete con mis amigos de San Miguel o los amigos músicos que tenemos en común con Lucas (que podemos pasar horas escuchando a Mijares, Miryam Hernandez, Emmanuel y llegar a los Backstreet Boys, Spice Girls pasando por reggaetón o Tame Impala, Foals, etc) ese popurrí hace que aparezca algo y me desespero y quiero hacerlo altiro. Ya aprendí a anotar la idea y hacerlo al otro día.
Trabajar con otros artistas creo que es la parte más importante de Miguras. Como es un concepto, es completamente abierto a trabajar con otros compañeros que encuentro demasiado secos y admiro, y con otras técnicas. Me encanta. Hace poco hicimos varias colaboraciones, con Momo, con Paloma Amaya y espero que lleguen muchas más. Y además, que ellos quieran trabajar con nosotros es el mejor halago y recompensa a toda la pega que hacemos".
Crear moda con identidad local para Miguras
"Creo que es súper importante atreverse a hacer cosas locales. Las frases que hacemos vienen justamente a partir de eso: las tiendas están llenas de ropa con frases en inglés y sin sentido y que uno se las pone sin mayor interés, porque te la regalaron, la encontraste bonita o estaba barata. Viendo eso, agarramos esa idea y la hicimos propia, sacando ideas de lo cotidiano e hicimos el mismo concepto, pero con un sentido de identidad, como la canción de Juan Antonio Labra, nuestro Michael chileno o Flashdance, porque a quién no la hicieron bailar esa canción cuando chica en gimnasia en el colegio".
El principal desafío al que se enfrenta Miguras hoy
"El mayor desafío es lograr vivir de esto. Es con lo que empezamos y es la meta principal. Cuesta un montón ser tu propio jefe, es la idea más loca que a alguien se le puede ocurrir, pero es maravilloso vivir de lo que te gusta. A ratos lo logramos, pero como todo en la vida hay momentos que cuesta mucho más. Como marca, que nos conozcan no solo por la polera de la Nati (Valdebenito en el Festival de Viña) y que en algún momento podamos tener nuestra propia tienda física, quizás ese es el sueño de todos".
Imaginando el futuro de Miguras
"Ay, me imagino tantas cosas. Me imagino en nuestra propia tienda, una sucursal en Nueva York (sí, eso sueño) y que el concepto monocromático se expanda a muchas más técnicas y soportes. Y ser lo que un día me dijeron: la reina del blanco y negro".
(Fotos gentileza de Miguras)
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