Nos viven diciendo que el deporte es salud. Sin embargo, si observamos las estadísticas nacionales, solo un 31,8% de la población declara hacer una actividad física permanente. Tras la celebración del "Día Internacional del Deporte", se me ocurrió reflexionar -para motivar y contagiar- cómo logré llevar la actividad física a mi rutina como una forma de sobrevivencia.
Los días que pasé con "licencia deportiva", por mi operación correctiva de miopía, me recordaron por qué he tomado como opción de vida hacer deporte todo el año, por lo menos dos veces por semana.
Me acordé que la variable "peso" y/o estética no era lo más relevante en esta ecuación, sino el olvido de esa sensación de mi cuerpo agarrotado por el estrés de una jornada laboral llena de "micro angustias". No "mover el esqueleto" en la semana, me devolvió el punzante dolor de hombros, que me anunció que el deporte, no sólo quema algunas calorías, sino también mi "neura" oculta entre caras compuestas y autocontrol en un ambiente que, a veces, motiva a los "días de furia".
Por lo mismo, comprendí que hacer actividad física, ya sea estar media hora en una bicicleta estática, tener una rutina de pesas y/o vogar con una máquina especial, se ha convertido para mí en un mecanismo de regulación. En la forma de permanecer con la mente ocupada de no deternerse, no rendirme, ni tentarme por el cansancio.
En ese momento, mi pensamiento se olvida de externalidades -a pesar desde que tengo a Pedrito el whatsapp es casi una extensión de mi cuerpo- y se ocupa de interpelar a los músculos a despabilarse. En ese sentido, ha sido de muy buena ayuda tener un profesor que me enseñe una rutina, que repito todo el mes intercalada de "cardio" (ejercicio en máquinas tipo elíptica, bici estática u otras), sin la urgencia de que si me salto un paso, meteré la pata, sino que comprendiendo que con su puesta en práctica lograré conseguir el objetivo físico (por ejemplo fortalecer mi espalda siempre quisquillosa) y/o estético, además de una vida cotidiana menos neurótica.
Como todas ustedes, mi tiempo es escaso, por lo que decidí que ir al gym todos los días es imposible e incluso forzarme a lograr el añorado 3 veces a la semana es una ilusión. Por lo mismo, me "obligué" a ir dos veces a la semana pase lo que pase, ya que entendí que era una medida con la que podía acomodar mi vida cotidiana, y además me entregaba una sensación de "meta conseguida".
Para mí, hacer deporte ha sido mi mecanismo de sobrevivencia, mi ahorro en terapias y/o medicinas varias. Asimismo descubrí que mi bienestar deportivo no va de la mano con lo que dicen los otros que es el "deber ser", sino con lo que mi cuerpo y me mente entiende que es la medida de mi felicidad.
Por lo mismo, te invito a que no te quedes pegada en las excusas para huir, sino que te inventes la excusa para partir. Una vez que logres pararte del asiento, te aseguro que no volverás a sentarte de la misma manera.
¿Qué significa para ti hacer deporte? ¿es algo importante para tu vida?
Hacer deporte SOS
Los días que pasé con "licencia deportiva", por mi operación correctiva de miopía, me recordaron por qué he tomado como opción de vida hacer deporte todo el año, por lo menos dos veces por semana.
Me acordé que la variable "peso" y/o estética no era lo más relevante en esta ecuación, sino el olvido de esa sensación de mi cuerpo agarrotado por el estrés de una jornada laboral llena de "micro angustias". No "mover el esqueleto" en la semana, me devolvió el punzante dolor de hombros, que me anunció que el deporte, no sólo quema algunas calorías, sino también mi "neura" oculta entre caras compuestas y autocontrol en un ambiente que, a veces, motiva a los "días de furia".
Por lo mismo, comprendí que hacer actividad física, ya sea estar media hora en una bicicleta estática, tener una rutina de pesas y/o vogar con una máquina especial, se ha convertido para mí en un mecanismo de regulación. En la forma de permanecer con la mente ocupada de no deternerse, no rendirme, ni tentarme por el cansancio.
En ese momento, mi pensamiento se olvida de externalidades -a pesar desde que tengo a Pedrito el whatsapp es casi una extensión de mi cuerpo- y se ocupa de interpelar a los músculos a despabilarse. En ese sentido, ha sido de muy buena ayuda tener un profesor que me enseñe una rutina, que repito todo el mes intercalada de "cardio" (ejercicio en máquinas tipo elíptica, bici estática u otras), sin la urgencia de que si me salto un paso, meteré la pata, sino que comprendiendo que con su puesta en práctica lograré conseguir el objetivo físico (por ejemplo fortalecer mi espalda siempre quisquillosa) y/o estético, además de una vida cotidiana menos neurótica.
MuvPass es una excelente herramienta para lograr que el deporte no sea sinónimo de monotonía
Como todas ustedes, mi tiempo es escaso, por lo que decidí que ir al gym todos los días es imposible e incluso forzarme a lograr el añorado 3 veces a la semana es una ilusión. Por lo mismo, me "obligué" a ir dos veces a la semana pase lo que pase, ya que entendí que era una medida con la que podía acomodar mi vida cotidiana, y además me entregaba una sensación de "meta conseguida".
Para mí, hacer deporte ha sido mi mecanismo de sobrevivencia, mi ahorro en terapias y/o medicinas varias. Asimismo descubrí que mi bienestar deportivo no va de la mano con lo que dicen los otros que es el "deber ser", sino con lo que mi cuerpo y me mente entiende que es la medida de mi felicidad.
Por lo mismo, te invito a que no te quedes pegada en las excusas para huir, sino que te inventes la excusa para partir. Una vez que logres pararte del asiento, te aseguro que no volverás a sentarte de la misma manera.
¿Qué significa para ti hacer deporte? ¿es algo importante para tu vida?
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