La propuesta de Lace&Demons
"La lencería culturalmente está ligada a la sensualidad, y creo que la sensualidad es un elemento de la identidad femenina que no debe limitarse ni definirse, al contrario, debe explorarse. Me gusta pensar por momentos que lo que hago ayuda a eso.
No todas las mujeres se sienten cómodas con lo mismo, y creo que ninguna debiera quedarse fuera. Unas se seducen a sí mismas y a otros, desde el concepto de la inocencia y la pureza, otras desde la malicia, de repente es una mezcla de ambos, no sé. Ahí es deber mío entregar las herramientas para explorar esos juegos. Para otro sector, el tema de la sensualidad no tiene que ver con un tercero, no se compran lencería para sorprender al pololo. Para ellas es una forma de empoderarse, de cultivar y construir una identidad, de mandar un mensaje. Es una forma de amor propio".
Los factores que influyen el proceso creativo de Lace&Demons
"Mi fascinación por la lencería, muchas veces, me llevó a ser testigo de piezas con un proceso de diseño lamentable. Marcas muy prestigiosas que cobraban una barbaridad por un sostén copa D con tirantes delgados como un cordón de zapato, por poner un ejemplo.
Sí, la lencería tiene todo un rollo con lo sexy, de dejar ciertas cosas ocultas y otras expuestas. Encajes y mallas permiten esa dicotomía, pero creo que lo más importante es la funcionalidad. No te sirve mucho diseñar un conjunto que sea la epítome de la sensualidad, si la persona que lo va a usar no va a estar cómoda en él. Al final, con eso estás diseñando para los hombres que ven a sus parejas usando tus prendas. Ellos son tus verdaderos clientes.
Durante el proceso de diseño ese es el objetivo principal: patrones que se amolden al cuerpo de la forma más natural posible, sostenes que hagan la pega. Si una prenda es de talla grande que esté diseñada desde el punto 0 para tallas grandes, no basta con tomar una talla chica y agrandarla. Prendas que sean cómodas, así como funcionales y de valor estético. Lamentablemente hoy es raro encontrar diseño utilitario. Está lleno de prendas bonitas pero inútiles, pocos ponen las necesidades del cliente como prioridad".
La opción de Lace&Demons por abarcar un amplio espectro de tallas
"La moda como negocio industrializado, desde el primer día, ha dejado fuera a un sector gigante de la población, y es algo que siempre he considerado inaceptable. Encuentro cero mérito en un diseñador que trabaja solo con tallas 0 y 2, cualquiera puede hacerlo. Tomar el reto de enfrentar tus capacidades, a la diversidad del ser humano, es un deber.
En el corto tiempo que llevo con la marca he trabajado con chicas que no tienen nada de busto; chicas que por su talla tienen que resignarse a usar sostenes de abuela; madres que quieren algo funcional para amamantar pero que, al mismo tiempo, las haga sentir atractivas; mujeres que sufrieron amputaciones por cáncer; mujeres con una gran diferencia de volumen entre un pecho y otro y que tienen que rellenarse un lado del sostén. En fin, individuos en los que la moda industrializada no piensa.
Personas que me agradecen de corazón, porque gracias a lo que hago, por primera vez en sus vidas, pueden ponerse algo bonito que les queda bien. Eso es algo que no se le debiera negar a nadie. Trabajar a pequeña escala y tener un trato directo con el cliente me permite llenar ese vacío. Cualquier persona puede venir a verme al local y hablar directamente conmigo, decirme lo que anda buscando y discutir las opciones. Luego yo misma puedo tomar las medidas y el cliente puede venir a probarse en caso de que sea necesario algún ajuste.
En cuanto a los desafíos el más grande ha sido que no tengo entrenamiento formal como diseñadora de vestuario. Me empezó a interesar la costura cuando estaba en el colegio y aprendí sola usando una máquina que heredé de mi abuela, calcando patrones de revista en la ventana, viendo tutoriales en internet y años de práctica y echar a perder mucha tela. Para sacar adelante este proyecto tuve que aprender muchas cosas a la fuerza y ha sido un proceso interesante en el que puedo darme el lujo de acomodar el proceso a mis necesidades y capacidades. Viendo hacia atrás, me siento orgullosa de las cosas que he aprendido a hacer y el nivel de oficio que he alcanzado, sin preguntarle a nadie".
El principal desafío al que se enfrenta Lace&Demons
"El mayor desafío al que se enfrenta el diseñador independiente es la industria de la moda rápida. Es imposible para mí tener el nivel de producción y bajos precios de grandes marcas que ponen sus fábricas en países con leyes laborales flojas para explotar a gusto y llenarse los bolsillos. Personas en países como India mueren de agotamiento todos los días trabajando en condiciones indescriptibles, les pagan una vergüenza y mueren en derrumbes e incendios por miles. Todo para que podamos tener ropa barata.
Es una competencia a la que no se le puede ganar, es enorme, poderosa y cruel. Está para quedarse un largo tiempo, ya que forma parte de un modelo que viene instalándose desde la revolución industrial. Es tan modular, es tan de base el cambio que tiene que hacerse, que es imposible hacerlo de manera simple y rápida.
No puedo competir contra eso, y muchas veces es frustrante ver como para el diseño nacional independiente cada día es más difícil mantenerse a flote; como diseñadores de gran talento terminan dedicándose a otra cosa. Basta investigar un poco para darse cuenta de que el panorama es negro, pero me parto la espalda los siete días de la semana para generar una diferencia dentro de lo que puedo. Como creativo mantengo contacto constante con la gente que me sigue por redes sociales y he discutido este tema en el pasado: como el modelo actual ha torcido la percepción del público en cuanto al costo de los bienes que consumen, la idea de que las cosas hechas a mano son caras. La gente que todavía cree que lo que ofrezco son prendas importadas, que no hay nada de raro en una tienda que cobra apenas $10.000 por una chaqueta.
Soy 100% transparente en cuanto al proceso que hay detrás de la marca. Las personas que me siguen saben que soy quien compra, corta, dibuja, cose, embala y envía. Creo que es mi responsabilidad entregar información del producto que ofrezco, que el cliente sepa qué es lo que está pagando, que no es un sostén chino que llega listo a mi puerta en una caja. Gracias a eso, mucha gente está empezando a tomar conciencia del valor de las cosas hechas a mano y se han convertido en consumidores más responsables.
No es mucho, pero creo que las diferencias se hacen una persona a la vez. Todavía hay representantes del diseño de trinchera con fuertes convicciones que están para quedarse".
El futuro de Lace&Demons
"Estoy maquinando algunas diligencias para llevar el asunto al siguiente nivel. Este proyecto aún está en pañales. Sería bonito tener un taller y generar empleo, encontrar a alguien a quien delegar algo de pega y no vivir en modo multitasking todo el día. Seguir con mi propuesta de un diseño que responde a un modelo distinto, más lento, más consciente, más inclusivo y responsable con su entorno.
Estoy recién empezando, y gracias al cariño y apoyo de la gente que me sigue, se que L&D tiene el potencial de lograr mucho más. He tenido una respuesta sorprendente de muchas personas que valoran lo que hago. Veremos hasta dónde llego".
(Fotos gentileza de Lace&Demons)
COMMENTS