Mi mamá alguna vez hizo un curso de nutrición, por lo que, cada vez que comíamos algo, nos decía el contenido nutricional de ese alimento. De alguna manera, esa comportamiento marcó mi forma de alimentarme en el futuro, tratando de equilibrar mi dieta, a pesar de mis "adicciones" (soy dulcera por excelencia), con lo sano. Con el paso de los años este hábito se hizo más intenso al comprobar la relación directamente proporcional entre el buen comer y la belleza. Hoy, reflexiono sobre ello.
En mi afán por comer sano, vivo buscando alimentos que no solo llenen mi estómago, sino también aporten a mi organismo y mi mente. En este contexto, he conocido diversas marcas y productos que prometen beneficios para mi cuerpo. Pero ¿hasta qué punto la alimentación se vincula con nuestra apariencia?
La nutricionista Rocío Suarez, vocera de los productos Nature's Heart de Terrafertil me lo aclara: "la belleza de nuestra piel y pelo será en gran parte reflejo de cómo está siendo nuestra alimentación. Una correcta nutrición e hidratación permitirán tener una piel más tersa e hidratada. Nuestro pelo y uñas también serán grandes indicadores de cómo nos estamos nutriendo", afirma.
En ese sentido no da lo mismo qué comemos, ni en qué cantidades lo hacemos. Si bien no soy de la idea de obsesionarse con el tema, si me parece importante sumarle a la vida productos sanos y ricos que reemplacen a otros, que pueden estar intoxicando al cuerpo, más que ayudándolo. Tuve la suerte, por mi cuenta, y luego guiada / auspiciada por la misma etiqueta, de probar varias líneas de Nature's Heart, que desmitifican la idea de que comer sano es igual a comer "fome o aburrido".
Entre sus mixs de frutos secos, sus aguas y leches de coco, los tés y infusiones encontré muchas alternativas para bajar mi ansiedad, hidratarme y nutrirme. Pero en términos prácticos ¿para qué me sirve comer eso?
Sus beneficios son múltiples, pero revisemos algunos ejemplos. En el caso de los frutos secos -comidos siempre de manera equilibrada y no como si el mundo se fuera a acabar- pueden aportar nutrientes esenciales y antioxidantes naturales. Por ejemplo, la almendra es una rica fuente de vitamina E, que combate el envejecimiento de la piel y previene enfermedades cardiacas. Se recomienda comer de 20 a 25 diarias.
Mientras, los arándanos secos y cranberries proporcionan niveles elevados de vitamina C y otros compuestos antioxidantes, que ayudan al cuidado de la piel y a combatir las enfermedades crónicas.
En esta línea, el agua de coco se puede llevar todos los aplausos, porque al contener mucho potasio potasio, contribuye a regular la presión sanguínea, así también a reponer minerales que se pierden por la actividad física por su contenido de electrolitos. A ello se suma su alta cantidad de vitamina C, que ayuda optimizar nuestro organismo.
Es decir, si diariamente o algunos días de la semana optamos por alguno de estos ejemplos, no sólo lograremos lucir más radiantes, sino también ayudaremos a nuestro organismo a defenderse de diversas enfermedades.
Entonces ¿cuál es la clave? Explorar las góndolas del supermercado privilegiando alimentos como los mencionados acá y/o ampliar el radio de compras a ferias, mercados y tiendas especalizadas. Cualquier sea la opción, lo importante es entender que mientras mejor comemos, más sanas y guapas estaremos.
La belleza y la alimentación: amigas inseparables
En mi afán por comer sano, vivo buscando alimentos que no solo llenen mi estómago, sino también aporten a mi organismo y mi mente. En este contexto, he conocido diversas marcas y productos que prometen beneficios para mi cuerpo. Pero ¿hasta qué punto la alimentación se vincula con nuestra apariencia?
La nutricionista Rocío Suarez, vocera de los productos Nature's Heart de Terrafertil me lo aclara: "la belleza de nuestra piel y pelo será en gran parte reflejo de cómo está siendo nuestra alimentación. Una correcta nutrición e hidratación permitirán tener una piel más tersa e hidratada. Nuestro pelo y uñas también serán grandes indicadores de cómo nos estamos nutriendo", afirma.
En ese sentido no da lo mismo qué comemos, ni en qué cantidades lo hacemos. Si bien no soy de la idea de obsesionarse con el tema, si me parece importante sumarle a la vida productos sanos y ricos que reemplacen a otros, que pueden estar intoxicando al cuerpo, más que ayudándolo. Tuve la suerte, por mi cuenta, y luego guiada / auspiciada por la misma etiqueta, de probar varias líneas de Nature's Heart, que desmitifican la idea de que comer sano es igual a comer "fome o aburrido".
Entre sus mixs de frutos secos, sus aguas y leches de coco, los tés y infusiones encontré muchas alternativas para bajar mi ansiedad, hidratarme y nutrirme. Pero en términos prácticos ¿para qué me sirve comer eso?
Sus beneficios son múltiples, pero revisemos algunos ejemplos. En el caso de los frutos secos -comidos siempre de manera equilibrada y no como si el mundo se fuera a acabar- pueden aportar nutrientes esenciales y antioxidantes naturales. Por ejemplo, la almendra es una rica fuente de vitamina E, que combate el envejecimiento de la piel y previene enfermedades cardiacas. Se recomienda comer de 20 a 25 diarias.
Mientras, los arándanos secos y cranberries proporcionan niveles elevados de vitamina C y otros compuestos antioxidantes, que ayudan al cuidado de la piel y a combatir las enfermedades crónicas.
En esta línea, el agua de coco se puede llevar todos los aplausos, porque al contener mucho potasio potasio, contribuye a regular la presión sanguínea, así también a reponer minerales que se pierden por la actividad física por su contenido de electrolitos. A ello se suma su alta cantidad de vitamina C, que ayuda optimizar nuestro organismo.
Es decir, si diariamente o algunos días de la semana optamos por alguno de estos ejemplos, no sólo lograremos lucir más radiantes, sino también ayudaremos a nuestro organismo a defenderse de diversas enfermedades.
Entonces ¿cuál es la clave? Explorar las góndolas del supermercado privilegiando alimentos como los mencionados acá y/o ampliar el radio de compras a ferias, mercados y tiendas especalizadas. Cualquier sea la opción, lo importante es entender que mientras mejor comemos, más sanas y guapas estaremos.
(Fotos gentileza de Nature's Heart)
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