La sociedad de consumo, nos ha llevado a comprar más ropa de la que necesitamos. No obstante, en países como Reino Unido un porcentaje de ella, se va a los Charity Shops o Tiendas de Caridad dependientes de organizaciones sin fines de lucro (ong). Tuve la oportunidad de recorrer los Charity Shops de Edimburgo, Escocia, lo que me motivó a conocer más sobre su historia y entender su valor desde el consumo de moda responsable. A pocos meses de la apertura de la Coaniquem Store, les cuento por qué deberíamos seguir abriendo tiendas de este tipo en Chile y Latinoamérica.
Los Charity Shops son una institución centenaria de Reino Unido. Sus primeros orígenes se remiten al siglo XIX, con las tiendas que tenía el Ejército de Salvación para proveer a las personas con menos recursos de ropa barata. Luego, en la Segunda Guerra Mundial, la Cruz Roja abrió diversas tiendas como una manera de juntar dinero para solventar los esfuerzos de la guerra y aliviar las dificultades.
No obstante, fue después de ese periodo, en 1947 cuando Oxfam inaugura la primera Charity Shop como consecuencia de un llamado de solidaridad en pos de aliviar la situación de posguerra en Grecia. Fueron tantas las donaciones que recibieron del público, que decidieron vender parte de ellas y utilizar las ganancias para complementar las acciones de apoyo a Grecia.
A la fecha se estima que existen 11.200 tiendas de este tipo en Reino Unido, según datos de Charity Retail Association, organismo que las reúne. Para que se hagan una idea el 83% está en Inglaterra, el 9% en Escocia, el 5% en Gale y el 3% en el Norte de Irlanda.
Las ongs que están detrás de estas tiendas son muy diversas puedes encontrar las dedicadas a la superación de la pobreza, el abuso infantil, el cáncer, la investigación para determinadas patologías las animalistas, entre otras. Es decir, el espectro es enorme en términos de apoyar a causas.
La mayoría de quienes trabajan en los Charity son voluntarios. De hecho, existen alrededor de 221,000 a nivel nacional. Pero también se cuenta con un pequeño staff pagado.
Además no pagan impuestos, ya que sus ganancias tienen un beneficio social y no fines de lucro. Eso los lleva a tener precios más competitivos que tiendas de segunda mano tradicionales.
Los Charity Shops abren un nuevo paradigma de la manera en que se consume la moda, ya que se transforman en espacios para la donación de productos usados (90% de la oferta), pero también nuevos (comprados por impulso, son el 6% app), lo que ayuda a alargar su vida útil, y por ende, a retrasar su llegada al basurero.
Al mismo, se convierten en una vía alternativa de consumo, ya que uno perfectamente podría vestirse casi completamente en ellos, sin necesidad de entrar a tiendas masivas. De hecho, si se busca bien, seguro que se consigue, uno que otro tesoro a un excelente precio, con la ventaja que ese dinero contribuirá al desarrollo de las actividades y programas de las ongs administradoras.
Me parecen tan evidentes sus beneficios, que me extraña que en Chile recién se haya abierto solo una tienda de este tipo.
Tuve la oportunidad de recorrer varios de ellos en Edimburgo, Escocia, y les puedo asegurar que había de TODO!. Literalmente se puede amar una casa de cero con ello, al menos en un 80%. Son un panorama en si mismo, muy entretenido para los "buscadores de tesoros" y quienes aman pasar horas hurgando percheros. De hecho, la ropa está perfectamente ordenada como un tienda tradicional, nada de "rumas" o fardos", e incluso sus vitrinas son consistentes con los códigos visuales de la moda.
Respecto a la ropa, hay de todo. Hay que afinar el ojo para conseguir prendas interesantes. Pero, al existir una oferta tan amplia, no es complicado conseguir desde ropa de diario hasta vestidos de fiesta.
Hay algunas ong que tiene puntos de donación distribuidos en zonas residenciales para hacer aún más fácil la entrega de prendas, libros
Los Charity shops son mucho más antiguos que el fast fashion, y nos recuerdan que se puede consumir moda de manera consciente y responsable beneficiando no sólo a pocos, sino a todo un ecosistema.
Larga vida a los Charity shops!!!
La historia de los Charity Shops
Los Charity Shops son una institución centenaria de Reino Unido. Sus primeros orígenes se remiten al siglo XIX, con las tiendas que tenía el Ejército de Salvación para proveer a las personas con menos recursos de ropa barata. Luego, en la Segunda Guerra Mundial, la Cruz Roja abrió diversas tiendas como una manera de juntar dinero para solventar los esfuerzos de la guerra y aliviar las dificultades.
No obstante, fue después de ese periodo, en 1947 cuando Oxfam inaugura la primera Charity Shop como consecuencia de un llamado de solidaridad en pos de aliviar la situación de posguerra en Grecia. Fueron tantas las donaciones que recibieron del público, que decidieron vender parte de ellas y utilizar las ganancias para complementar las acciones de apoyo a Grecia.
A la fecha se estima que existen 11.200 tiendas de este tipo en Reino Unido, según datos de Charity Retail Association, organismo que las reúne. Para que se hagan una idea el 83% está en Inglaterra, el 9% en Escocia, el 5% en Gale y el 3% en el Norte de Irlanda.
Las ongs que están detrás de estas tiendas son muy diversas puedes encontrar las dedicadas a la superación de la pobreza, el abuso infantil, el cáncer, la investigación para determinadas patologías las animalistas, entre otras. Es decir, el espectro es enorme en términos de apoyar a causas.
La mayoría de quienes trabajan en los Charity son voluntarios. De hecho, existen alrededor de 221,000 a nivel nacional. Pero también se cuenta con un pequeño staff pagado.
Además no pagan impuestos, ya que sus ganancias tienen un beneficio social y no fines de lucro. Eso los lleva a tener precios más competitivos que tiendas de segunda mano tradicionales.
Charity Shops: nuevo forma de consumir moda
Los Charity Shops abren un nuevo paradigma de la manera en que se consume la moda, ya que se transforman en espacios para la donación de productos usados (90% de la oferta), pero también nuevos (comprados por impulso, son el 6% app), lo que ayuda a alargar su vida útil, y por ende, a retrasar su llegada al basurero.
Al mismo, se convierten en una vía alternativa de consumo, ya que uno perfectamente podría vestirse casi completamente en ellos, sin necesidad de entrar a tiendas masivas. De hecho, si se busca bien, seguro que se consigue, uno que otro tesoro a un excelente precio, con la ventaja que ese dinero contribuirá al desarrollo de las actividades y programas de las ongs administradoras.
Me parecen tan evidentes sus beneficios, que me extraña que en Chile recién se haya abierto solo una tienda de este tipo.
Tuve la oportunidad de recorrer varios de ellos en Edimburgo, Escocia, y les puedo asegurar que había de TODO!. Literalmente se puede amar una casa de cero con ello, al menos en un 80%. Son un panorama en si mismo, muy entretenido para los "buscadores de tesoros" y quienes aman pasar horas hurgando percheros. De hecho, la ropa está perfectamente ordenada como un tienda tradicional, nada de "rumas" o fardos", e incluso sus vitrinas son consistentes con los códigos visuales de la moda.
Una de las vitrina de la Charity Shop de Marie Curie, que cuida y apoya a los enfermos terminales |
Respecto a la ropa, hay de todo. Hay que afinar el ojo para conseguir prendas interesantes. Pero, al existir una oferta tan amplia, no es complicado conseguir desde ropa de diario hasta vestidos de fiesta.
Hay algunas ong que tiene puntos de donación distribuidos en zonas residenciales para hacer aún más fácil la entrega de prendas, libros
Este punto de donación estaba donde viven mis amigos |
Los Charity shops son mucho más antiguos que el fast fashion, y nos recuerdan que se puede consumir moda de manera consciente y responsable beneficiando no sólo a pocos, sino a todo un ecosistema.
Larga vida a los Charity shops!!!
(Todas las fotos corresponden a Charity shops de la Clerk Street en Edimburgo)
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