Mi experiencia como novia es muy atípica. No me casé de manera tradicional, ni tampoco tuve vestido de novia. Pero si tuviera que realizar el rito clásico, sin duda, que optaría por una alternativa de moda consciente y slow. En esta línea nos encontramos a la diseñadora Carolina Lemus (marca homónima), que desde el rescate de oficios tan delicados como el bordado de alta costura da vida a verdaderas historias de amor convertidas en vestido. Te invito a conocer su propuesta en primera persona.
"Definiría la creación de mi marca como un proceso de búsqueda, cuyo objetivo era encontrar lo que siempre anhelé en mi vida profesional: hacer algo que disfrutara el proceso, tanto o más, que el resultado final. Así fue como me enamoré de la alta costura. La especialización en novias fue algo muy intuitivo, una vez más seguí mis corazonadas (que es como he tomado muchas de las decisiones). Amaba la dedicación en una prenda, la construcción de detalles, la idea de crear una identidad de vestuario única, para alguien único también. Si a eso le agregamos el sentido que tiene para una novia está prenda, simplemente era todo lo que quería hacer".
"Creo que la frase que más define mi propuesta es 'lo sublime está en la experiencia del proceso y no solo en el resultado final'. Una prenda, en mi caso un vestido de novia, debe ser bello, pero esa belleza debe estar incorporada en cada uno de sus elementos. No solo debe 'verse' bonito, sino que realmente serlo. Es por esto que el proceso de mis vestidos tienen un mínimo de seis meses de construcción, realizo prototipos para el molde, luego prototipos en cuerpo, y posteriormente vienen las 6 pruebas aproximadamente, que se necesitan para su confección. Me gusta mucho que mis diseños tengan una composición de estructura, cortes, bordado y telas. En el fondo es una suma de todo. Me encanta darle toques de color, el palo rosa es mi favorito. Siempre estoy innovando en cuento a materiales y técnicas artesanales para que sean parte de una nueva pieza".
"La sustentabilidad es la base de mi marca, todo el modelo de negocios, el proceso creativo y la construcción de las prendas están basadas en una dinámica lo más sustentable posible, llegando al 90% y espero seguir subiendo el porcentaje. Hoy nos construimos a partir de un proceso que abarca desde una selecta elección del material hasta qué sucede posteriormente con la prenda. Nos preocupamos de que los materiales no usen pesticidas y sean orgánicos, que no exista la explotación con los agricultores y que tengan un trato justo, que la pedrería sea de vidrio y reutilizamos casi todos nuestros retazos. Además de tener obviamente confección nacional y preferir proveedores latinoamericanos".
"Me parece que los oficios van acompañados de una manera de hacer las cosas, que a mí me interesa rescatar, ya que por un lado está la identidad que representan, y que se plasma en un producto u objeto, pero por otro está la persona que lo hace. Para mí ese es el punto fundamental. En este sentido he sido una afortunada de tener a dos grandes maestros, Ignacio Lechuga en moldaje y Elisabeth Roulleau en bordado de alta costura. En mi marca utilizo como técnicas principales las dos anteriores, pero he incorporado recientemente también el encaje rumano y el frivolité. Creo que tratamos de aportar al hacer de nuestras telas, algo totalmente creado por estas técnicas artesanales, quiero que se luzcan, que vuelvan a tener vida, y es por esto que no compro ninguna tela de pedrería ya hecha".
"Creo que simplemente como dijo Gandhi, 'debes ser el cambio que quieres ver en el mundo'. Por eso me he puesto como desafío mostrarle al mundo de la industria textil, que es posible construir una marca sólida, con diseño y que funcione efectivamente, de una forma sostenible.
Realmente no podría haber creado una marca que no tuviera este principio como base. No ha sido fácil, me he demorado en construirla más y sigo en ello. Los proveedores son muy difíciles de encontrar y poder explicar al consumidor la diferencia tampoco es sencillo, pero cada vez me encuentro con más y más gente que quiere hacer el mismo cambio que yo. De hecho, recientemente me uní a una agrupación de Argentina llamada 'Positive Labels' a cargo de Vanina Chiappino y Santiago Bouquet, que busca reunir marcas latinoamericanas con principios sustentables.
El desafío es enorme, pero estoy segura que no es imposible".
"Quiero, junto con mi equipo, seguir disfrutando el día a día, hacer el trabajo que amamos. Eso es fundamental para mí. Me encantaría poder tener un taller en donde existan áreas de diseño, confección, sustentabilidad, técnicas artesanales y espacios de creación. Quiero que mi marca pueda mostrarse al ámbito nacional e internacional, y hablar por sí sola, como una muestra de que se pueden lograr grandes cosas por un camino que desde mi punto de vista no podemos seguir obviando".
¿Dónde contactarla? calemus@uc.cl
Los motivos para la creación de Carolina Lemus
"Definiría la creación de mi marca como un proceso de búsqueda, cuyo objetivo era encontrar lo que siempre anhelé en mi vida profesional: hacer algo que disfrutara el proceso, tanto o más, que el resultado final. Así fue como me enamoré de la alta costura. La especialización en novias fue algo muy intuitivo, una vez más seguí mis corazonadas (que es como he tomado muchas de las decisiones). Amaba la dedicación en una prenda, la construcción de detalles, la idea de crear una identidad de vestuario única, para alguien único también. Si a eso le agregamos el sentido que tiene para una novia está prenda, simplemente era todo lo que quería hacer".
La propuesta de Carolina Lemus
"Creo que la frase que más define mi propuesta es 'lo sublime está en la experiencia del proceso y no solo en el resultado final'. Una prenda, en mi caso un vestido de novia, debe ser bello, pero esa belleza debe estar incorporada en cada uno de sus elementos. No solo debe 'verse' bonito, sino que realmente serlo. Es por esto que el proceso de mis vestidos tienen un mínimo de seis meses de construcción, realizo prototipos para el molde, luego prototipos en cuerpo, y posteriormente vienen las 6 pruebas aproximadamente, que se necesitan para su confección. Me gusta mucho que mis diseños tengan una composición de estructura, cortes, bordado y telas. En el fondo es una suma de todo. Me encanta darle toques de color, el palo rosa es mi favorito. Siempre estoy innovando en cuento a materiales y técnicas artesanales para que sean parte de una nueva pieza".
La influencia de la sustentabilidad en el proceso creativo de Carolina Lemus
"La sustentabilidad es la base de mi marca, todo el modelo de negocios, el proceso creativo y la construcción de las prendas están basadas en una dinámica lo más sustentable posible, llegando al 90% y espero seguir subiendo el porcentaje. Hoy nos construimos a partir de un proceso que abarca desde una selecta elección del material hasta qué sucede posteriormente con la prenda. Nos preocupamos de que los materiales no usen pesticidas y sean orgánicos, que no exista la explotación con los agricultores y que tengan un trato justo, que la pedrería sea de vidrio y reutilizamos casi todos nuestros retazos. Además de tener obviamente confección nacional y preferir proveedores latinoamericanos".
La importancia de rescatar los oficios según Carolina Lemus
"Me parece que los oficios van acompañados de una manera de hacer las cosas, que a mí me interesa rescatar, ya que por un lado está la identidad que representan, y que se plasma en un producto u objeto, pero por otro está la persona que lo hace. Para mí ese es el punto fundamental. En este sentido he sido una afortunada de tener a dos grandes maestros, Ignacio Lechuga en moldaje y Elisabeth Roulleau en bordado de alta costura. En mi marca utilizo como técnicas principales las dos anteriores, pero he incorporado recientemente también el encaje rumano y el frivolité. Creo que tratamos de aportar al hacer de nuestras telas, algo totalmente creado por estas técnicas artesanales, quiero que se luzcan, que vuelvan a tener vida, y es por esto que no compro ninguna tela de pedrería ya hecha".
El principal desafío al que se enfrenta Carolina Lemus
"Creo que simplemente como dijo Gandhi, 'debes ser el cambio que quieres ver en el mundo'. Por eso me he puesto como desafío mostrarle al mundo de la industria textil, que es posible construir una marca sólida, con diseño y que funcione efectivamente, de una forma sostenible.
Realmente no podría haber creado una marca que no tuviera este principio como base. No ha sido fácil, me he demorado en construirla más y sigo en ello. Los proveedores son muy difíciles de encontrar y poder explicar al consumidor la diferencia tampoco es sencillo, pero cada vez me encuentro con más y más gente que quiere hacer el mismo cambio que yo. De hecho, recientemente me uní a una agrupación de Argentina llamada 'Positive Labels' a cargo de Vanina Chiappino y Santiago Bouquet, que busca reunir marcas latinoamericanas con principios sustentables.
El desafío es enorme, pero estoy segura que no es imposible".
El futuro de Carolina Lemus
"Quiero, junto con mi equipo, seguir disfrutando el día a día, hacer el trabajo que amamos. Eso es fundamental para mí. Me encantaría poder tener un taller en donde existan áreas de diseño, confección, sustentabilidad, técnicas artesanales y espacios de creación. Quiero que mi marca pueda mostrarse al ámbito nacional e internacional, y hablar por sí sola, como una muestra de que se pueden lograr grandes cosas por un camino que desde mi punto de vista no podemos seguir obviando".
¿Dónde contactarla? calemus@uc.cl
(Fotos gentileza de Carolina Lemus)
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