La práctica profesional, que hizo en una marca de novias, donde se le encomendó hacer moldes para pajes fue el gatillante que llevó a la diseñadora Johana Viera Bernal, a crear la marca de indumentaria infantil, Lindas y Pequeñas. “Al comenzar ese desafío empecé a practicar haciéndole vestidos a mi hija de 4 años. Ahí descubrí que podía combinar diferentes factores para vestir a una niña”, explica. Hoy, años después de ese hito, nos cuenta cómo su etiqueta busca mezclar la sustentabilidad, el reciclaje y el buen vestir desde la mirada del vestuario infantil.
“La propuesta de Lindas y Pequeñas es fuerte y clara; combinar conciencia y upcycling para romper estereotipos infantiles femeninos y demostrar que no existen colores ni formas predefinidas para una niña.
A través de la transformación de las prendas, se valoriza la calidad de las telas, creando productos con identidad para cada niña. Se trabaja con siluetas simples realzando la prenda con diferentes materiales tales como perlas, moños, tachas, estrás, etc. Cada prenda es única y es trabajada como una obra de arte, dedicándole el tiempo necesario para construir una propuesta para cada cliente”.
“El reciclaje es el pilar fundamental de la marca y el puntapié del proceso creativo. Todo parte afinando el ojo para poder decidir qué prendas se pueden transformar y cuáles no. Primero, se determina la cualidad de la prenda, observando si es apta o no para la piel de las niñas. Luego, se evalúa el color o estampado. Si la prenda es escogida se le realizar un proceso de test de calidad y lavado (para ver si destiñe o no). Pasando esa prueba, se comienza a transformar, eliminando pinzas y costuras para que la tela quede lo más pulcra posible, de modo de cortar y coser una nueva prenda pensada en nuestras clientas.
Por otra parte, en el plano emocional el reciclaje me ha abierto los ojos y he aprendido el valor del slow fashion. No quiero que mi hija viva en un mundo lleno de basura y contaminación, por lo que el amor con el que fabrico cada prenda se intensifica e intento proyectar la importancia de un consumo sustentable, para que la gente lo valore y adopte”.
“Crear una marca es reunir las vivencias, sentimientos y aprendizajes que vas sumando en la vida. Abrir tu corazón y mente para canalizarlo en una propuesta atractiva, pero que no sea banal. Debe tener una identidad con la cual la gente te reconozca.
Para mí, poder contar una historia a través de una marca es aportar a la sociedad una nueva visión. Sin relatos, no hay identidad. Muchas veces, clientas recuerdan como sus madres las vestían, con vestidos de cuello bebé zapatitos de charol y calcetas con vuelos y al ver los productos de Lindas y Pequeñas se emocionan y quieren repetir esas experiencias con sus hijas. Esto me ayuda a fortalecer la relación con los clientes y poder compartir pequeños relatos que luego influyen en el proceso creativo”.
“Durante la puesta en marcha de esta propuesta, han sido varios los desafíos a los cuales me he enfrentado. Si tengo que elegir uno, diría que el más complejo ha sido enfrentar las limitaciones a la visión infantil femenina que existe en la sociedad.
Creo que tenemos un concepto restringido de lo que significa ser niña. Estamos acostumbrados a vestirlas con cosas rosadas y pomposas como una princesa o una muñeca. En mi experiencia como madre y conociendo a mis pequeñas clientas, he podido constatar que desde los primeros años se va desarrollando la personalidad. No debemos encasillar a nuestras niñas en un color o un personaje, esto eventualmente podría terminar limitándolas, por ello Lindas y Pequeñas ofrece una alternativa para chicas con carácter.
Presentar productos de color negro para niñas es casi un pecado mortal. Hacer entender a mujeres y hombres que la infancia no se basa en un color, es lo más difícil que me ha tocado sortear.
Para ello he utilizado diferentes propuestas de diseño y marketing para ir ‘convenciendo’ a la sociedad de que nuestras niñas no van a dejar de serlo si le pones un vestido para que ande en patines, o si le pones una prenda negra y la llevas a un cumpleaños, pues nunca dejamos de lado lo más importante de esta etapa, que es la inocencia de los ojos de niñas. Pero, además, por medio de las prendas y accesorios se les entregan herramientas para que desde pequeñas entiendan que puedan ser y hacer lo que deseen, pues el ser niña no debe ser per sé una barrera. Y, de esta manera la marca contribuye a valorar la importancia de la equidad de género”.
“Estoy convencida que Lindas y Pequeñas va a seguir creciendo ya que se preocupa de entregar buenos productos a un precio justo. Me gustaría involucrar a más trabajadoras en el proceso de creación y confección, las que su vez expandan y transmitan sus vivencias a las prendas. Asimismo, espero ampliar el mercado objetivo y poder construir piezas para mujeres que se quieran unir a este empoderamiento consciente con el planeta y vestir prendas exclusivas pensadas con amor para cada una, sumando personas a la tendencia del upcycling”.
La propuesta de Lindas y Pequeñas
“La propuesta de Lindas y Pequeñas es fuerte y clara; combinar conciencia y upcycling para romper estereotipos infantiles femeninos y demostrar que no existen colores ni formas predefinidas para una niña.
A través de la transformación de las prendas, se valoriza la calidad de las telas, creando productos con identidad para cada niña. Se trabaja con siluetas simples realzando la prenda con diferentes materiales tales como perlas, moños, tachas, estrás, etc. Cada prenda es única y es trabajada como una obra de arte, dedicándole el tiempo necesario para construir una propuesta para cada cliente”.
La influencia de su opción por el reciclaje en el proceso creativo de Lindas y Pequeñas
“El reciclaje es el pilar fundamental de la marca y el puntapié del proceso creativo. Todo parte afinando el ojo para poder decidir qué prendas se pueden transformar y cuáles no. Primero, se determina la cualidad de la prenda, observando si es apta o no para la piel de las niñas. Luego, se evalúa el color o estampado. Si la prenda es escogida se le realizar un proceso de test de calidad y lavado (para ver si destiñe o no). Pasando esa prueba, se comienza a transformar, eliminando pinzas y costuras para que la tela quede lo más pulcra posible, de modo de cortar y coser una nueva prenda pensada en nuestras clientas.
Por otra parte, en el plano emocional el reciclaje me ha abierto los ojos y he aprendido el valor del slow fashion. No quiero que mi hija viva en un mundo lleno de basura y contaminación, por lo que el amor con el que fabrico cada prenda se intensifica e intento proyectar la importancia de un consumo sustentable, para que la gente lo valore y adopte”.
La importancia del relato de marca para Lindas y Pequeñas
“Crear una marca es reunir las vivencias, sentimientos y aprendizajes que vas sumando en la vida. Abrir tu corazón y mente para canalizarlo en una propuesta atractiva, pero que no sea banal. Debe tener una identidad con la cual la gente te reconozca.
Para mí, poder contar una historia a través de una marca es aportar a la sociedad una nueva visión. Sin relatos, no hay identidad. Muchas veces, clientas recuerdan como sus madres las vestían, con vestidos de cuello bebé zapatitos de charol y calcetas con vuelos y al ver los productos de Lindas y Pequeñas se emocionan y quieren repetir esas experiencias con sus hijas. Esto me ayuda a fortalecer la relación con los clientes y poder compartir pequeños relatos que luego influyen en el proceso creativo”.
El principal desafío al que se enfrenta Lindas y Pequeñas
“Durante la puesta en marcha de esta propuesta, han sido varios los desafíos a los cuales me he enfrentado. Si tengo que elegir uno, diría que el más complejo ha sido enfrentar las limitaciones a la visión infantil femenina que existe en la sociedad.
Creo que tenemos un concepto restringido de lo que significa ser niña. Estamos acostumbrados a vestirlas con cosas rosadas y pomposas como una princesa o una muñeca. En mi experiencia como madre y conociendo a mis pequeñas clientas, he podido constatar que desde los primeros años se va desarrollando la personalidad. No debemos encasillar a nuestras niñas en un color o un personaje, esto eventualmente podría terminar limitándolas, por ello Lindas y Pequeñas ofrece una alternativa para chicas con carácter.
Presentar productos de color negro para niñas es casi un pecado mortal. Hacer entender a mujeres y hombres que la infancia no se basa en un color, es lo más difícil que me ha tocado sortear.
Para ello he utilizado diferentes propuestas de diseño y marketing para ir ‘convenciendo’ a la sociedad de que nuestras niñas no van a dejar de serlo si le pones un vestido para que ande en patines, o si le pones una prenda negra y la llevas a un cumpleaños, pues nunca dejamos de lado lo más importante de esta etapa, que es la inocencia de los ojos de niñas. Pero, además, por medio de las prendas y accesorios se les entregan herramientas para que desde pequeñas entiendan que puedan ser y hacer lo que deseen, pues el ser niña no debe ser per sé una barrera. Y, de esta manera la marca contribuye a valorar la importancia de la equidad de género”.
Imaginando el futuro de Lindas y Pequeñas
“Estoy convencida que Lindas y Pequeñas va a seguir creciendo ya que se preocupa de entregar buenos productos a un precio justo. Me gustaría involucrar a más trabajadoras en el proceso de creación y confección, las que su vez expandan y transmitan sus vivencias a las prendas. Asimismo, espero ampliar el mercado objetivo y poder construir piezas para mujeres que se quieran unir a este empoderamiento consciente con el planeta y vestir prendas exclusivas pensadas con amor para cada una, sumando personas a la tendencia del upcycling”.
(Fotos gentileza de Lindas y Pequeñas)
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