Los oficios siempre han rodeado la vida de la profesora y artista visual, Constanza Rothkegel. De hecho, a los 8 años aprendió a tejer. Sin embargo, fue en el ejercicio de su profesión cuando comprendió el valor simbólico de los oficios, alojado tanto en su patrimonio familiar (rodeada de mujeres tejedoras); como en la creación basada en la innovación textil, así también en el aprendizaje de la técnica entre mujeres que han dedicado su vida a los oficios. "En ese sentido, me siento más movida por la alta costura (en el oficio) y por el slow fashion, que por crear colecciones que sean rápidas y desechables", expresa Constanza, quien hoy nos presenta Riot, su marca de indumentaria donde busca plasmar estos ideales.
"Mi propuesta es el aprendizaje y la experimentación textil en base a los oficios manuales. Por eso Riot (disturbio en inglés) es mover, deshacer, reutilizar, combinar, etc. Al principio era una aberración para estas mujeres sobreponer un pedazo de tejido a crochet sobre tejido a palillo, y además pedrería, pero con el tiempo ha ido tomando forma".
"La investigación y la experimentación. Soy busquilla y me encanta aprender. Ando mirando las revistas de tejido de los años 50, las tendencias de moda de los 70s, los diseños textiles vikingos y los fashion week de las temporadas del próximo año. Pero siempre en el oficio y las técnicas que dicen algo. Por ejemplo, si veo una armadura vikinga que estéticamente me llame la atención, tengo que saber qué significan los símbolos, por qué ese material y no otro, etc. La idea es tener referentes de cómo nacen y se piensan los textiles y los vestuarios, para reinterpretar ese mismo ejercicio y no copiar una estética así no más; la moda tiene una historia increíble, que cruza arte, oficio, diseño e incluso política. Un momento histórico, un contexto, que me encanta descubrir. Generalmente nunca termino de investigar, y el proceso creativo es permanente".
"Creo que el vestuario o una pieza textil en sí misma y los elementos con que se construyen involucran un lenguaje, una postura y denotan una cosmovisión e identidad. Desde esa perspectiva los oficios y su rescate es fundamental hoy, que nos venden cualquier cosa y al final las desechamos todas. El oficio textil, en cualquier parte del mundo hablaba de algo, tenía un sentido que se ha ido perdiendo.
Mi propuesta o mi marca quiere reincorporar ese aprendizaje en cada pieza que salga a la venta. Valorar el oficio de las mujeres que crean conmigo y que además aman el oficio que desarrollan, que les encanta tejer mientras conversan, compartir sus conocimientos, sus historias de cómo aprendieron, quién les enseño y qué significa para ellas, además del tecito y las tortas. Hay un ritual que es super importante de valorar (simbólica y materialmente), no tan sólo por quienes quieran aprender oficios, sino también por ellas, que en general, les cuesta darle valor a lo que hacen".
"La industria por un lado y la inflación de precios en el diseño independiente, por otro. Parece contradictorio, pero para mí son desafíos que he tenido que sortear. La industria porque puede tejer mucho más rápido y vender a bajísimo costo, además de en volúmenes impresionantes. Pero creo que hay que tener paciencia, aceptar que eso es una realidad y confiar en tu proyecto, ser consecuente con lo que se vende y por qué lo vendes, como también confiar en tu público objetivo. Por supuesto, me encantaría que todo el mundo comprara y usara con conciencia lo que se pone, pero no siempre es así y confío en que quienes compran mis productos, son pacientes en la entrega, comprenden lo que significa el oficio y lo hecho a mano y pagan lo que realmente vale.
Por otro lado, me he encontrado con la inflación del oficio también. Veo una sobre valoración que más que responder a un valor simbólico, lo hace por un tema de mercado. Vender un chaleco en $100.000 me parece una locura, y lo he visto, sin ninguna aplicación y sin mucho diseño, incluso con materiales que no son nobles y la gente los compra. Me siento un poco al medio, no quiero vender lo que hago por dos pesos, pero tampoco quiero hacerlo inaccesible, no le encuentro el sentido. Intento mantener un equilibrio que pague lo que corresponda a quienes tejen, se haga con materiales de calidad, se entregue un diseño y una pieza de calidad, sin inflar los precios ni caer en 'lo único' como justificación de algo excesivamente caro."
"Quiero que Riot crezca como metodología, además de como marca y producto. Si hay algo que aprendí estudiando y ejerciendo pedagogía es que la inclusión y las metodologías participativas no son algo tendencioso, sino fundamental y necesario para crecer en lo que sea que se quiera hacer.
Aprender de los oficios y que las mujeres participen y se involucren en los diseños, en la creación y en la experimentación textil desde sus propios conocimientos ayuda a crear y a ejercer vínculos comunitarios. No tan sólo incluir por incluir, sino que aprender constantemente a trabajar en equipo, a compartir y crear colectivamente, un proyecto que nos ayude a todos. Digo metodologías porque en la práctica de los oficios también está su enseñanza y transmisión, que finalmente genera el valor de ese oficio.
Riot es finalmente un laboratorio textil que apunta a incorporar constantemente conocimientos y oficios, desde el cómo y por qué se generan, hasta generar un proyecto que involucre a la comunidad que lo ejecuta y que eso se vea reflejado en la pieza que finalmente se transforma en una prenda, en un accesorio o en una aplicación. Además de la calidad de los materiales o de la innovación que las piezas puedan tener, el diseño tenga esa carga y ese amor por los oficios y sus orígenes. Creo que es necesario también dentro del diseño independiente, aprender a compartir y generar vínculos que nos permitan a todos ganarnos la vida con lo que amamos hacer".
¿Dónde comprarla? En el instagram de la marca.
La propuesta de Riot
Los factores que influyen en el proceso creativo de Riot
La importancia de rescatar los oficios para Riot
Mi propuesta o mi marca quiere reincorporar ese aprendizaje en cada pieza que salga a la venta. Valorar el oficio de las mujeres que crean conmigo y que además aman el oficio que desarrollan, que les encanta tejer mientras conversan, compartir sus conocimientos, sus historias de cómo aprendieron, quién les enseño y qué significa para ellas, además del tecito y las tortas. Hay un ritual que es super importante de valorar (simbólica y materialmente), no tan sólo por quienes quieran aprender oficios, sino también por ellas, que en general, les cuesta darle valor a lo que hacen".
El principal desafío al que se enfrenta Riot
Por otro lado, me he encontrado con la inflación del oficio también. Veo una sobre valoración que más que responder a un valor simbólico, lo hace por un tema de mercado. Vender un chaleco en $100.000 me parece una locura, y lo he visto, sin ninguna aplicación y sin mucho diseño, incluso con materiales que no son nobles y la gente los compra. Me siento un poco al medio, no quiero vender lo que hago por dos pesos, pero tampoco quiero hacerlo inaccesible, no le encuentro el sentido. Intento mantener un equilibrio que pague lo que corresponda a quienes tejen, se haga con materiales de calidad, se entregue un diseño y una pieza de calidad, sin inflar los precios ni caer en 'lo único' como justificación de algo excesivamente caro."
¿El futuro de Riot?
"Quiero que Riot crezca como metodología, además de como marca y producto. Si hay algo que aprendí estudiando y ejerciendo pedagogía es que la inclusión y las metodologías participativas no son algo tendencioso, sino fundamental y necesario para crecer en lo que sea que se quiera hacer.
Aprender de los oficios y que las mujeres participen y se involucren en los diseños, en la creación y en la experimentación textil desde sus propios conocimientos ayuda a crear y a ejercer vínculos comunitarios. No tan sólo incluir por incluir, sino que aprender constantemente a trabajar en equipo, a compartir y crear colectivamente, un proyecto que nos ayude a todos. Digo metodologías porque en la práctica de los oficios también está su enseñanza y transmisión, que finalmente genera el valor de ese oficio.
Riot es finalmente un laboratorio textil que apunta a incorporar constantemente conocimientos y oficios, desde el cómo y por qué se generan, hasta generar un proyecto que involucre a la comunidad que lo ejecuta y que eso se vea reflejado en la pieza que finalmente se transforma en una prenda, en un accesorio o en una aplicación. Además de la calidad de los materiales o de la innovación que las piezas puedan tener, el diseño tenga esa carga y ese amor por los oficios y sus orígenes. Creo que es necesario también dentro del diseño independiente, aprender a compartir y generar vínculos que nos permitan a todos ganarnos la vida con lo que amamos hacer".
¿Dónde comprarla? En el instagram de la marca.
(Fotos gentileza de Riot)
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