Estamos cerrando la semana del Fashion Revolution, donde se nos motivó a reflexionar sobre nuestro consumo de moda a cinco años del colapso del Rana Plaza, que tuvo como consecuencia la muerte de 1127 personas ligadas a la industria textil. Este contexto, nos animó a preguntarles a través de una encuesta, ¿cuánto ha cambiado tu forma de consumir moda el Rana Plaza? Luego de 6 días de convocatoria, hoy te contamos qué nos dijeron las 128 personas que participaron de ella. Sus respuestas no dejan de sorprendernos.
La encuesta de carácter exploratorio, constaba de 10 preguntas, 7 de ellas de respuesta cerrada (sí - no) y 3 de respuestas múltiple.
Al analizar los resultados se puede concluir que, a 5 años de la tragedia del Rana Plaza, sólo el 57,8% de los encuestados sabía que había pasado ese fatídico 24 de abril de 2013. Asimismo, un porcentaje similar (57,8%) señalaron que ese acontecimiento, no cambió su consumo de moda.
No obstante lo anterior, el 89,8% se mostró interesado en saber dónde estaba hecha su ropa; mientras que el 72,7% dijo mirar las etiquetas al momento de comprar moda.
Estas cifras se refuerzan con el 84,4%, que afirmó dejar de comprar a una marcas cuando sabían que estaban actuando mal con sus trabajadores y/o el medio ambiente; lo que a su vez es consecuente con que el 98,4% que dijo que le gustaría que las marcas fueran más transparentes respecto a su procesos productivos.
Sin embargo ese deseo, el 53,1% dijo no leer, ni buscar información sobre cómo producen sus productos -en términos laborales y ambientales- las marcas de moda; lo que hace complejo cumplir con las buenas intenciones manifestadas.
Ahora quienes si leían y buscan información (46,9%) -respuesta múltiple- dijo hacerlo principalmente en redes sociales (57,5%), sitios de moda especializados (42,5%), sitios de noticias (30,1%) y ONGs ligadas a la industria de la moda (21,2%),
Preguntados sobre qué factores determinaban su proceso de comprar de moda (respuesta múltiple), los cuatro más votados fueron el diseño (75%), la calidad (73,4%), el precio (62,5%) y la materialidad (51,6).
En cuanto a qué lugares habían comprado ropa en el último año (pregunta de respuesta múltiple), las opciones más elegidas fueron el retail (58,6%), seguido por las tiendas de la ropa usado o vintage (3,8%); las tienda de moda de autor (27,3%) y las ferias libres (22,7%).
¿Qué nos puede señalan estos resultados? Lo más evidente es que a pesar del desconocimiento de más de la mitad de los encuestados, del hecho que destapó el lado oscuro de la moda (colapso Rana Plaza), existe un deseo por mayor transparencia. Sin embargo, esta intención se topa con una gran paradoja: más de la mitad no busca / lee información del tema, por lo tanto, su ejercicio de consumo responsable y consciente de moda queda a merced de lo que eventualmente le pueda llegar por redes sociales o sitios especializados en la materia.
En este sentido, los medios de comunicación como QT tenemos una gran responsabilidad de poner sobre la mesa, permanentemente estas temáticas, de tal forma de transformar las buenas intenciones de nuestros lectores en cambios reales de comportamiento, ya que como decían las organizaciones entrevistadas en el capítulo 9 de nuestra webserie, El Nuevo Vestir, nuestra compra es igual a "un voto" de confianza con las marcas.
En otras palabras, premiar a quienes lo hacen mal es igual a elegir a "alguien" que no haga bien su trabajo y que, para colmo, le paguemos y avalemos su conducta.
La encuesta realizada por QT podía ser respondida por cualquier persona que consumiera moda de manera marginal o intensiva. Por lo tanto, intentaba rescatar el sentir, no sólo de un público "experto" o interesado en el tema, sino de todos aquellos que ven la moda, más bien "por el lado".
Lo anterior buscaba confirmar, si la aparente gran disponibilidad de información que tenemos sobre el comportamiento empresarial de las marcas de moda y su cadena de valor, realmente está haciendo una diferencia en nuestro consumo o no.
La convocatoria de la encuesta, se hizo a través del fanpage de QT en Facebook y de mis redes sociales (Sofía Calvo, directora de QT). El plazo inicial para contestarla fue el jueves 26 de abril, pero se prolongó definitivamente hasta el sábado 28 con la intención de llegar a 100 personas. Sin embargo, el resultado final fueron 128 personas.
Si bien no existía una restricción en cuanto a la ubicación de los encuestados. El 95% de quienes respondieron viven en Chile, particularmente en la Región de Valparaíso (76%) y Región Metropolitana (63%); y sólo el 6% en otros países tales como Argentina (3), China (1) y Perú (1).
Respecto al género de los encuestados, el 78,9% de los encuestados fueron mujeres, el 20,3% hombres y 0,8% señaló "no busco". De este total, 55,5% tenían entre 26 y 41 años.
En cuanto a su formación profesional, 39,8% dijo tener posgrado, seguida de un 29,7% técnica - profesional. Un 14,1% marcó la opción de "otro".
El perfil anterior, nos habla que la mayoría de los encuestados poseen un alto nivel educacional, viven en la zona central de Chile -la más ligada la industria de la moda local-, y pertenecen a los llamados millennials y marginalmente a la generación X.
Estas características, cruzadas con los resultados, nos demuestran que hay un grupo de personas que dada su educación y edad, son más perceptivas a estos temas. Por lo tanto, resulta urgente generar estrategias para llegar a ellas, a través de un mensaje que las seduzca y motive a transformar las buenas intenciones en un cambio real en su modo de consumir moda.
¿Te sorprenden estos resultados? ¿qué te parecieron?
Respuestas de la encuesta QT sobre el consumo de moda y el Rana Plaza
La encuesta de carácter exploratorio, constaba de 10 preguntas, 7 de ellas de respuesta cerrada (sí - no) y 3 de respuestas múltiple.
Al analizar los resultados se puede concluir que, a 5 años de la tragedia del Rana Plaza, sólo el 57,8% de los encuestados sabía que había pasado ese fatídico 24 de abril de 2013. Asimismo, un porcentaje similar (57,8%) señalaron que ese acontecimiento, no cambió su consumo de moda.
No obstante lo anterior, el 89,8% se mostró interesado en saber dónde estaba hecha su ropa; mientras que el 72,7% dijo mirar las etiquetas al momento de comprar moda.
Estas cifras se refuerzan con el 84,4%, que afirmó dejar de comprar a una marcas cuando sabían que estaban actuando mal con sus trabajadores y/o el medio ambiente; lo que a su vez es consecuente con que el 98,4% que dijo que le gustaría que las marcas fueran más transparentes respecto a su procesos productivos.
Sin embargo ese deseo, el 53,1% dijo no leer, ni buscar información sobre cómo producen sus productos -en términos laborales y ambientales- las marcas de moda; lo que hace complejo cumplir con las buenas intenciones manifestadas.
Ahora quienes si leían y buscan información (46,9%) -respuesta múltiple- dijo hacerlo principalmente en redes sociales (57,5%), sitios de moda especializados (42,5%), sitios de noticias (30,1%) y ONGs ligadas a la industria de la moda (21,2%),
Preguntados sobre qué factores determinaban su proceso de comprar de moda (respuesta múltiple), los cuatro más votados fueron el diseño (75%), la calidad (73,4%), el precio (62,5%) y la materialidad (51,6).
En cuanto a qué lugares habían comprado ropa en el último año (pregunta de respuesta múltiple), las opciones más elegidas fueron el retail (58,6%), seguido por las tiendas de la ropa usado o vintage (3,8%); las tienda de moda de autor (27,3%) y las ferias libres (22,7%).
¿Qué nos puede señalan estos resultados? Lo más evidente es que a pesar del desconocimiento de más de la mitad de los encuestados, del hecho que destapó el lado oscuro de la moda (colapso Rana Plaza), existe un deseo por mayor transparencia. Sin embargo, esta intención se topa con una gran paradoja: más de la mitad no busca / lee información del tema, por lo tanto, su ejercicio de consumo responsable y consciente de moda queda a merced de lo que eventualmente le pueda llegar por redes sociales o sitios especializados en la materia.
En este sentido, los medios de comunicación como QT tenemos una gran responsabilidad de poner sobre la mesa, permanentemente estas temáticas, de tal forma de transformar las buenas intenciones de nuestros lectores en cambios reales de comportamiento, ya que como decían las organizaciones entrevistadas en el capítulo 9 de nuestra webserie, El Nuevo Vestir, nuestra compra es igual a "un voto" de confianza con las marcas.
En otras palabras, premiar a quienes lo hacen mal es igual a elegir a "alguien" que no haga bien su trabajo y que, para colmo, le paguemos y avalemos su conducta.
Perfil de los encuestado QT sobre el consumo de moda y el Rana Plaza
La encuesta realizada por QT podía ser respondida por cualquier persona que consumiera moda de manera marginal o intensiva. Por lo tanto, intentaba rescatar el sentir, no sólo de un público "experto" o interesado en el tema, sino de todos aquellos que ven la moda, más bien "por el lado".
Lo anterior buscaba confirmar, si la aparente gran disponibilidad de información que tenemos sobre el comportamiento empresarial de las marcas de moda y su cadena de valor, realmente está haciendo una diferencia en nuestro consumo o no.
La convocatoria de la encuesta, se hizo a través del fanpage de QT en Facebook y de mis redes sociales (Sofía Calvo, directora de QT). El plazo inicial para contestarla fue el jueves 26 de abril, pero se prolongó definitivamente hasta el sábado 28 con la intención de llegar a 100 personas. Sin embargo, el resultado final fueron 128 personas.
Si bien no existía una restricción en cuanto a la ubicación de los encuestados. El 95% de quienes respondieron viven en Chile, particularmente en la Región de Valparaíso (76%) y Región Metropolitana (63%); y sólo el 6% en otros países tales como Argentina (3), China (1) y Perú (1).
Respecto al género de los encuestados, el 78,9% de los encuestados fueron mujeres, el 20,3% hombres y 0,8% señaló "no busco". De este total, 55,5% tenían entre 26 y 41 años.
En cuanto a su formación profesional, 39,8% dijo tener posgrado, seguida de un 29,7% técnica - profesional. Un 14,1% marcó la opción de "otro".
El perfil anterior, nos habla que la mayoría de los encuestados poseen un alto nivel educacional, viven en la zona central de Chile -la más ligada la industria de la moda local-, y pertenecen a los llamados millennials y marginalmente a la generación X.
Estas características, cruzadas con los resultados, nos demuestran que hay un grupo de personas que dada su educación y edad, son más perceptivas a estos temas. Por lo tanto, resulta urgente generar estrategias para llegar a ellas, a través de un mensaje que las seduzca y motive a transformar las buenas intenciones en un cambio real en su modo de consumir moda.
¿Te sorprenden estos resultados? ¿qué te parecieron?
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