(Por Milca Pérez desde Australia) Con motivo de la participación de un stand de ProChile con 12 marcas -en su mayorías de zapatos del diseño emergente chileno- en la feria de minoristas Life InStyle realizada en agosto en Melbourne, Australia, me animé a contarles sobre el escenario melbouriano del zapato de autor, centrándome en la historia de José Rodríguez y su marca de zapatos de autor, Rodriguez & Rose. Espero brindarles una mirada objetiva, que inspire a las marcas chilenas que tienen como objetivo importar sus colecciones a este lado del mundo.
Para comenzar a conocer este competitivo rubro que entre 2016-2017 dejó un ingreso de 3,18 mil millones de dólares al mercado australiano, nos aventuramos a visitar el taller de un diseñador – zapatero latino: José Rodríguez.
José vivió la mitad de su vida en El Salvador, Centroamérica y la otra mitad en Australia, y es en la cuidad de Melbourne, donde encontró el oficio que cambiaría su vida para siempre.
Amable y alegre, José Rodríguez, nos recibe en su lugar de trabajo, un taller ubicado en un edifico emblemático, Trades Hall, del distrito central de negocios de Melbourne. El edificio fue abierto en 1859 como centro de reunión de los sindicatos y la revolución laboral. En el último tiempo, además de ser epicentro de la actividad sindical, el Consejo del Ayuntamiento lo abrió para la realización de eventos culturales, obras de teatro y conciertos, incluido oficinas y talleres para miembros del sindicato.
El taller de José, además de maquinarias y materias primas como el suave y dócil cuero de canguro, es el lugar donde atiende a sus clientes, un nicho muy específicos de personas que requieren un zapato único, especial y de calidad hecho a la medida. “Existe el cliente que paga muy poco, el que paga un precio medio de $100 dólares ($50 mil pesos) y el que no le interesa cuánto vale y paga lo que sea necesario por algo exclusivo y de calidad. Este último es mi clientela”, nos cuenta José.
La historia de José es particular. Luego de una larga trayectoria trabajando en el negocio de agencias de viajes, decidió dar un giro radical a su vida. Todo partió una noche de copas con su amigo, el podólogo australiano, Rosewarne, quien le comentó el daño que observaba en los pies de sus pacientes mujeres producto del excesivo uso de zapatos de tacones. Esta conversación casual fue el detonante para que José le diera un nuevo rumbo a su vida laboral, y para que ambos decidieron realizar un curso de hechura de zapatos.
El amigo podólogo nunca realizó el curso, pero él sí. Le gustó tanto porque se reencontró con su niñez en la que ayudaba a su padre a hacer manualidades en madera. Así nació de manera innata en sus manos, el arte y oficio de zapatero.
José desarrolló sus estudios formales en la universidad RMIT, reconocida por su alta calidad en las carreras artísticas. Luego de un año y de un total de 14 alumnos egresados, sólo José llegó tan lejos con lo aprendido. En 2014 abrió su taller en el Trades Hall llamado Rodríguez & Rose (Rose por su amigo podólogo Rose-warne).
El cliente generalmente lo contacta con una idea en mente o una fotografía de un estilo en particular, el que trabajan en conjunto hasta llegar a un concepto en que el cliente se sienta totalmente identificado. Luego se toman las medidas del pie y con esta información realiza un prototipo del modelo, que se prueba y se ajustan detalles de horma-calce y materiales.
Todo el proceso puede tomar hasta tres semanas para finalizar en un par de zapato único hecho a mano, cuyo valor puede variar entre los $300.000 a $400.000 (US$465,6 a US$620). “Acá es apreciado el zapato hecho a mano y en pequeñas cantidades, pero también es pequeño el público que está dispuesto a pagarlo”, comenta José.
Una de las ventajas de estudiar en una universidad como la RMIT son las redes que se pueden crear si eres bueno en lo que haces. Así lo demuestra José, ya que gracias a su profesionalismo y creatividad es que ha sido contactado por egresados de diseño de vestuario para colaborar y realizar prototipos de zapatos para desfiles de moda en Melbourne, especialmente en diseño de upcycling.
Actualmente José atrae a sus clientes por su sitio web, redes sociales y el tradicional marketing del boca-a-boca, donde sus clientes se pasan la voz. Gracias a ello, José no tiene tiempo suficiente para hacer zapatos ni para si mismo y menos para su esposa, nos cuenta como anécdota.
¿Dónde comprarlos? 54 Victoria Street, Carlton VIC 3053 Australia
La historia del zapatero José Rodríguez
Para comenzar a conocer este competitivo rubro que entre 2016-2017 dejó un ingreso de 3,18 mil millones de dólares al mercado australiano, nos aventuramos a visitar el taller de un diseñador – zapatero latino: José Rodríguez.
José vivió la mitad de su vida en El Salvador, Centroamérica y la otra mitad en Australia, y es en la cuidad de Melbourne, donde encontró el oficio que cambiaría su vida para siempre.
Amable y alegre, José Rodríguez, nos recibe en su lugar de trabajo, un taller ubicado en un edifico emblemático, Trades Hall, del distrito central de negocios de Melbourne. El edificio fue abierto en 1859 como centro de reunión de los sindicatos y la revolución laboral. En el último tiempo, además de ser epicentro de la actividad sindical, el Consejo del Ayuntamiento lo abrió para la realización de eventos culturales, obras de teatro y conciertos, incluido oficinas y talleres para miembros del sindicato.
El taller de José, además de maquinarias y materias primas como el suave y dócil cuero de canguro, es el lugar donde atiende a sus clientes, un nicho muy específicos de personas que requieren un zapato único, especial y de calidad hecho a la medida. “Existe el cliente que paga muy poco, el que paga un precio medio de $100 dólares ($50 mil pesos) y el que no le interesa cuánto vale y paga lo que sea necesario por algo exclusivo y de calidad. Este último es mi clientela”, nos cuenta José.
La historia de José es particular. Luego de una larga trayectoria trabajando en el negocio de agencias de viajes, decidió dar un giro radical a su vida. Todo partió una noche de copas con su amigo, el podólogo australiano, Rosewarne, quien le comentó el daño que observaba en los pies de sus pacientes mujeres producto del excesivo uso de zapatos de tacones. Esta conversación casual fue el detonante para que José le diera un nuevo rumbo a su vida laboral, y para que ambos decidieron realizar un curso de hechura de zapatos.
El amigo podólogo nunca realizó el curso, pero él sí. Le gustó tanto porque se reencontró con su niñez en la que ayudaba a su padre a hacer manualidades en madera. Así nació de manera innata en sus manos, el arte y oficio de zapatero.
José desarrolló sus estudios formales en la universidad RMIT, reconocida por su alta calidad en las carreras artísticas. Luego de un año y de un total de 14 alumnos egresados, sólo José llegó tan lejos con lo aprendido. En 2014 abrió su taller en el Trades Hall llamado Rodríguez & Rose (Rose por su amigo podólogo Rose-warne).
El proceso creativo de Rodríguez & Rose
El cliente generalmente lo contacta con una idea en mente o una fotografía de un estilo en particular, el que trabajan en conjunto hasta llegar a un concepto en que el cliente se sienta totalmente identificado. Luego se toman las medidas del pie y con esta información realiza un prototipo del modelo, que se prueba y se ajustan detalles de horma-calce y materiales.
Todo el proceso puede tomar hasta tres semanas para finalizar en un par de zapato único hecho a mano, cuyo valor puede variar entre los $300.000 a $400.000 (US$465,6 a US$620). “Acá es apreciado el zapato hecho a mano y en pequeñas cantidades, pero también es pequeño el público que está dispuesto a pagarlo”, comenta José.
La ventajas de estudiar en RMIT
Una de las ventajas de estudiar en una universidad como la RMIT son las redes que se pueden crear si eres bueno en lo que haces. Así lo demuestra José, ya que gracias a su profesionalismo y creatividad es que ha sido contactado por egresados de diseño de vestuario para colaborar y realizar prototipos de zapatos para desfiles de moda en Melbourne, especialmente en diseño de upcycling.
Actualmente José atrae a sus clientes por su sitio web, redes sociales y el tradicional marketing del boca-a-boca, donde sus clientes se pasan la voz. Gracias a ello, José no tiene tiempo suficiente para hacer zapatos ni para si mismo y menos para su esposa, nos cuenta como anécdota.
¿Dónde comprarlos? 54 Victoria Street, Carlton VIC 3053 Australia
(Fotos gentileza de Rodriguez & Rose)
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