La naturaleza virgen de la Región de Magallanes es el escenario donde surge la historia de un grupo de talentosas mujeres agricultoras, que decidieron juntar sus talentos, saberes y ocupaciones para dar vida a la Cooperativa de Hilanderas del Estrecho de Magallanes, que se dedica a producir y comercializar un tesoro para la moda: la lana de oveja. Hoy nos contarán más detalles de su trabajo conjunto y de los aprendizaje que han tenido junto a ProChile para llevar sus fibras naturales al mundo.
La Cooperativa de Tejedoras e Hilanderas del Estrecho de Magallanes nace ante la oportunidad de juntar el amor por la tierra y el hilado de Aurora Reyes, Adriana Rebolledo, Fabiola Ascencio, Josselyn Vega, Minerva Paredes, Marta Cárcamo, Maura Rail, Oliva Soto, Rosa Cárdenas, Rosa Mansilla, Rosa Savereses y Virginia Gallegos.
"Durante la temporada de otoño-invierno hilamos bastante, fue una de las razones para formar la cooperativa; armar un emprendimiento que nos sirva de sustento en esa época. En el resto del año producimos menos porque nos dedicamos a cultivar nuestras tierras", me explica Josselyn.
El fruto de esa apuesta asociativa es lana producida de modo lento, tenida con productos 100% naturales tales como el ruibarbo, el sauco, la romaza, el calafate, la cáscara de cebolla, cuescos de palta, entre otros, que comercializan tanto en sus redes sociales como en Espacio Nacional de Diseño (E.N.D.) en el GAM en Santiago.
Pero su interés por crecer no solo se refleja en su compromiso con la calidad, sino también permitió que ProChile se fijara en ellas y las ayudara a alcanzar su sueño de salir al mundo.
"Inglaterra, Alemania, Australia, Italia, España a todas esas partes quisiéramos llegar con nuestra lana. Algunas somos descendientes directas de españoles y croatas y sería lindo llegar hasta allí. Hemos recibido buenos comentarios de nuestras lanas de personas de otros países después de la experiencia en E.N.D., y creemos que vender por internet es una buena plataforma para comercializar y llegar al extranjero", afirma Josselyn.
Para conseguir lo anterior, ProChile desarrolló un programa especial de capacitación, donde tuvieron la asesoría de Alejandra Bobadilla de Surorigen, quien les enseñó como organizarse y mejorar la calidad de sus productos. Asimismo contaron con el apoyo de Patricia Salgado, quien les enseñó a teñir. "Antes todas tenían distintas técnicas y ahora logramos un método para poder hacer nuestros propios colores en mayor cantidad. También hemos aprendido a trabajar unidas y a comunicarnos mejor", complementan.
"Creemos que la industria está masificada y no hay cosas que sean de exclusividad para las personas como nuestro hilado, en que cada una pone todo su cariño, lo que permite tener lana con un sello personal y único.
Además vemos que la agricultura se está perdiendo, porque la juventud no quiere trabajar la tierra y todos quieren ser ingenieros, estar en su escritorio, sin ensuciarse. Entonces no queremos perder la agricultura, artesanía y lo que se produce en el campo, que vimos a nuestros padres hacer desde niñas. Por eso seguimos con esto".
"Queremos salir al mundo con nuestras lanas, que ojalá todos puedan conocer nuestro trabajo y sobre todo lo que se hace acá en Magallanes, que es una zona que queda tan lejos de todo, en el fin del continente, donde hace tanto frío. Eso nos haría sentir muy orgullosas".
¿Dónde comprar sus lanas? En las redes sociales de la cooperativa y Espacio Nacional de Diseño E.N.D en el Centro Cultural Gabriela Mistral - GAM en Av. Libertador Bernardo O'higgins 227, Santiago
Las hilanderas del Estrecho de Magallanes
La Cooperativa de Tejedoras e Hilanderas del Estrecho de Magallanes nace ante la oportunidad de juntar el amor por la tierra y el hilado de Aurora Reyes, Adriana Rebolledo, Fabiola Ascencio, Josselyn Vega, Minerva Paredes, Marta Cárcamo, Maura Rail, Oliva Soto, Rosa Cárdenas, Rosa Mansilla, Rosa Savereses y Virginia Gallegos.
"Durante la temporada de otoño-invierno hilamos bastante, fue una de las razones para formar la cooperativa; armar un emprendimiento que nos sirva de sustento en esa época. En el resto del año producimos menos porque nos dedicamos a cultivar nuestras tierras", me explica Josselyn.
El fruto de esa apuesta asociativa es lana producida de modo lento, tenida con productos 100% naturales tales como el ruibarbo, el sauco, la romaza, el calafate, la cáscara de cebolla, cuescos de palta, entre otros, que comercializan tanto en sus redes sociales como en Espacio Nacional de Diseño (E.N.D.) en el GAM en Santiago.
Pero su interés por crecer no solo se refleja en su compromiso con la calidad, sino también permitió que ProChile se fijara en ellas y las ayudara a alcanzar su sueño de salir al mundo.
"Inglaterra, Alemania, Australia, Italia, España a todas esas partes quisiéramos llegar con nuestra lana. Algunas somos descendientes directas de españoles y croatas y sería lindo llegar hasta allí. Hemos recibido buenos comentarios de nuestras lanas de personas de otros países después de la experiencia en E.N.D., y creemos que vender por internet es una buena plataforma para comercializar y llegar al extranjero", afirma Josselyn.
Para conseguir lo anterior, ProChile desarrolló un programa especial de capacitación, donde tuvieron la asesoría de Alejandra Bobadilla de Surorigen, quien les enseñó como organizarse y mejorar la calidad de sus productos. Asimismo contaron con el apoyo de Patricia Salgado, quien les enseñó a teñir. "Antes todas tenían distintas técnicas y ahora logramos un método para poder hacer nuestros propios colores en mayor cantidad. También hemos aprendido a trabajar unidas y a comunicarnos mejor", complementan.
¿Por qué creen que es importante rescatar oficios como el de hilandera?
"Creemos que la industria está masificada y no hay cosas que sean de exclusividad para las personas como nuestro hilado, en que cada una pone todo su cariño, lo que permite tener lana con un sello personal y único.
Además vemos que la agricultura se está perdiendo, porque la juventud no quiere trabajar la tierra y todos quieren ser ingenieros, estar en su escritorio, sin ensuciarse. Entonces no queremos perder la agricultura, artesanía y lo que se produce en el campo, que vimos a nuestros padres hacer desde niñas. Por eso seguimos con esto".
¿El futuro de la Cooperativa de Tejedoras e Hilanderas del Estrecho de Magallanes?
"Queremos salir al mundo con nuestras lanas, que ojalá todos puedan conocer nuestro trabajo y sobre todo lo que se hace acá en Magallanes, que es una zona que queda tan lejos de todo, en el fin del continente, donde hace tanto frío. Eso nos haría sentir muy orgullosas".
¿Dónde comprar sus lanas? En las redes sociales de la cooperativa y Espacio Nacional de Diseño E.N.D en el Centro Cultural Gabriela Mistral - GAM en Av. Libertador Bernardo O'higgins 227, Santiago
(Fotos gentileza de Cooperativa de Tejedoras e Hilanderas del Estrecho de Magallanes)
COMMENTS