Vivimos en un mundo interconectado, donde las distancias se relativizan. La industria de la moda y su proceso de deslocalización es un ejemplo concreto de ello. Sin embargo, los efectos del cambio climático y las indignantes realidades humanas que se esconden detrás del "glomour" aparente de la moda, nos han obligado a cuestionarnos nuestro consumo. En este contexto y fuera de cualquier afán chauvinista, te doy algunas razones de por qué hoy es tan importante comprar (moda) local.
La contingencia ambiental y social, que es intrínseca a la industria de la moda, y particularmente a la de la moda masiva, nos obliga a tomar conciencia sobre por qué resulta positivo consumir moda local. Acá te enumeraré las que me parecen más evidentes:
Por qué consumir moda local es un imperativo hoy
La contingencia ambiental y social, que es intrínseca a la industria de la moda, y particularmente a la de la moda masiva, nos obliga a tomar conciencia sobre por qué resulta positivo consumir moda local. Acá te enumeraré las que me parecen más evidentes:
- Mayores posibilidades de lograr transparencia en la cadena de valor: las marcas locales tienen más facilidades para lograr la trazabilidad de sus procesos. Es decir, por el hecho de trabajar a baja escala, les resulta más fácil y eficiente conocer en detalle a sus proveedores, mano de obra y cada uno de los procesos que hay detrás de sus productos. Este mismo factor los ayuda a transparentar no sólo cómo se ha hecho cada pieza, sino incluso justificar cada uno de sus costos. Conclusión: uno sabe a quién(es) le compra, qué realmente le compra y a qué costo (no hay costos ambientales y humanos ocultos).
- Fomento al desarrollo territorial: las marcas locales no sólo generan beneficios para si mismas, sino también ayudan a crear ecosistemas creativos, donde muchas personas y comunidades (proveedores de insumos y servicios, por ejemplo) se ven beneficiadas. En esta línea, comprar local permite el fomento del desarrollo de territorios específicos, que tienen la opción de especializarse en ámbitos ligados a la llamada economía naranja (o creativa), que es una de las que menos sufrirá los efectos derivados de la revolución industrial 4.0, donde la robotización y automatización impactarán inevitablemente al empleo.
- Valoración y fomento de oficios y técnicas tradicionales y/o ancestrales: comprar local supone una apuesta por el fomento y la promoción de aquellos oficios y técnicas tradicionales y/o ancestrales, que debido a la falta de oferta y/o industria, han debido reconvertirse sin quererlo o están desapareciendo. Esos oficios y técnicas no sólo son "unidades productivas" sino que, en muchos casos, representan cosmovisiones y/o patrimonio inmaterial fundamentales para la identidad de comunidades e incluso del propio país. Sin ellas, desaparece el alma o la esencia de determinados territorios, quedando "vacíos", lo que puede llevarlo -incluso- a disolver su sentido de pertenencia.
- Menor huella de carbono en distribución: producir localmente tiene entre sus ventajas más evidentes los menores costos asociación a la distribución, así también como una disminución de la huella de carbono ligada a los gastos de transporte. No es necesario cruzar un océanos para llegar al destino, ni tampoco para conseguir las materias primas, si se trabaja con materialidad de la zona.
- Servicio post venta al alcance: aunque el servicio al cliente es el talón de Aquiles de muchas marcas locales, la mirada optimista de este ámbito es que al producir y vender cerca del consumidor, permite una relación mucho más directa con él, lo que redunda en mejor servicio post venta en caso de cambios, devoluciones, arreglos o personalizaciones, lo que agrega valor no sólo al productos comprado, sino también a la propuesta en su conjunto.
Foto: Encuentro local |
Sello de Excelencia a la Artesanía 2018: Gloria Mamani |
¿Qué otras razones sumarías a este listado? ¿Te hace sentido comprar local?
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