La única manera de cambiar la industria de la moda es hackéandola. Es decir, removiendo sus cimientos e inyectándole un virus que la resetee. En ese sentido, la 3° versión de la Semana de la Moda Slow, realizada en diciembre de 2018 por Slow Motiv, resultó una buena oportunidad para compartir proyectos y experiencias que quieren construir un nuevo modelo de negocio para la moda. Hoy, la diseñadora colombiana radicada en Chile y creadora de esta iniciativa, Patricia Rincón, realizará un balance y proyecciones de la actividad, de cara a que más marcas e interesados en la moda sustentable puedan sumarse.
"Porque la moda lenta (slow fashion) es sustentabilidad y la sustentabilidad es el futuro de cualquier industria. Desde la slow fashion se puede conectar a muchas personas y enterarlas de la crisis medioambiental que estamos viviendo y de la que pocos se están haciendo cargo. El vestuario conecta masas, por tanto, es un buen canal para incentivar buenos hábitos de consumo e influenciar para que se realicen procesos de producción consciente. Somos la segunda industria más contaminante del mundo y es necesario que podamos entender que cada uno de nosotros es parte de ese impacto negativo, pero que también cada uno puede ser parte del cambio y generar soluciones por medio de lo que consumimos y vestimos.
Sabemos que el mundo está lleno de ropa. Los vertederos están colapsos de desechos textiles que tardarán años en degradarse, por tanto, no podemos solo seguir impulsando la producción sin hacernos responsables del impacto que se genera. Es por eso que es necesario hablar de slow fashion que busca, por una parte, desacelerar las grandes producciones y, por otro, incentivar el consumo sostenible de prendas, apelando al pensamiento de que 'la prenda más sostenible es la que ya existe'.
Esto estruja a los nuevos modelos de creación de empresas o marcas de vestuario. Presiona para que todo se vaya nivelando y se pueda crear y desarrollar vestuario desde el pensamiento de utilización de materiales nobles como también la creación de prendas basadas en procesos de upcycling".
"La Semana de la Moda Slow es un evento que se aleja de los códigos normales de la industria de prendas de vestir. Es un espacio que promueve la moda atemporal y el slow design. Me motiva mucho poder crear una instancia que genere un impacto positivo en las personas, diseñadores, artistas, speakers y, en sí, en todas las personas que de una u otra manera participan.
Siento que el compromiso de entregar algo relevante al lugar que hábito en este momento, me lleva a la realización de proyectos como este. Lo miro como un proceso de agradecer al país que me acoge en esta etapa de mi vida y qué mejor que poder hacerlo desde algo que llevo inyectado desde casa: la preocupación por la creación y desarrollo de vestuario consciente. Aquí debo agradecer a mi madre y a mi abuela, mujeres que me enseñaron desde siempre a conectare con las cosas importantes de la vida.
Algo que, también me motiva mucho, es poder crear espacios de conversación. Es por esta razón que durante los dos años en que no se realizó el evento, tuve foco importante en generar espacios educativos alrededor del concepto slow fashion. Esto debido a que existe gran desconocimiento sobre su significado. Por tanto, consideré necesario poder contar de qué se trata, cuáles son sus objetivos y cómo se puede integrar una industria que trabaje la moda lenta y la sustentabilidad en el vestuario desde sus tres pilares (económico, social y medioambiental). Esto lo llevé a cabo, por medio de la realización de charlas y talleres tanto en Chile como en Colombia y España, con un resultado que me deja contenta, pero no satisfecha, ya que considero falta todavía mucho camino por recorrer y muchas personas por tocar.
La industria del vestuario en Chile necesita del aporte de todos para potenciar y desarrollar todo el talento que tiene. Por eso, este evento está basado en la integración y la co-creación de muchas personas ya que la parte integrativa será lo que marcará una diferencia. No se puede cambiar el mundo solo, tenemos que unirnos".
"A nivel de relacionamiento considero que falta muchísimo por seguir trabajando. Quisiéramos poder llegar a muchas más personas, pero entiendo que es un proceso lento. No niego que siempre es un agrado poder tener con nosotros a expertos chilenos tanto del diseño, como del arte y la educación, y es esa parte la que me deja más satisfecha, ya que veo mucho talento que demuestra que hay luz en el camino.
Agradezco infinitamente a cada uno de los participantes:
Slow Art: Sittaka (en la foto), Mai Issacson y Montserrat Brandan
Slow Fashion: Savia, Surorigen, El Trato + Cuarenta Tacos, Arte Origen
Slow Talks: Luz Briceño, Cultiva Reforestación, Ilé, Pame Victoria (en la foto) y Coca Ruíz.
Y mi equipo que se la jugó y lo dio todo por lograr un excelente resultado.
Contar con marcas que apoyan y persona que ponen todo su esfuerzo sin ningún interés, más que aportar, es más que maravilloso. El proceso de aprendizaje no para, cada versión es una nueva historia con altos y bajos como lo es todo en la vida. Pero mi corazón se queda contento y con mucha fuerza para poder seguir trabajando y construyendo una historia que beneficie a todos los que se involucren".
"Este es un trabajo que no puede parar, hay mucho por hacer y el recorrido del camino es largo. Contar con tres experiencias (dos en Chile y una en Colombia) marca un hito importante en lo que se viene gestando y fortalece nuestro compromiso con la industria latinoamericana del diseño sostenible. Por tanto, proyecto este espacio con mucho futuro, sobre todo porque siento que cada día somos más los interesados, los que queremos construir en positivo".
¿Por qué es necesario hablar hoy sobre moda slow?
"Porque la moda lenta (slow fashion) es sustentabilidad y la sustentabilidad es el futuro de cualquier industria. Desde la slow fashion se puede conectar a muchas personas y enterarlas de la crisis medioambiental que estamos viviendo y de la que pocos se están haciendo cargo. El vestuario conecta masas, por tanto, es un buen canal para incentivar buenos hábitos de consumo e influenciar para que se realicen procesos de producción consciente. Somos la segunda industria más contaminante del mundo y es necesario que podamos entender que cada uno de nosotros es parte de ese impacto negativo, pero que también cada uno puede ser parte del cambio y generar soluciones por medio de lo que consumimos y vestimos.
Sabemos que el mundo está lleno de ropa. Los vertederos están colapsos de desechos textiles que tardarán años en degradarse, por tanto, no podemos solo seguir impulsando la producción sin hacernos responsables del impacto que se genera. Es por eso que es necesario hablar de slow fashion que busca, por una parte, desacelerar las grandes producciones y, por otro, incentivar el consumo sostenible de prendas, apelando al pensamiento de que 'la prenda más sostenible es la que ya existe'.
Esto estruja a los nuevos modelos de creación de empresas o marcas de vestuario. Presiona para que todo se vaya nivelando y se pueda crear y desarrollar vestuario desde el pensamiento de utilización de materiales nobles como también la creación de prendas basadas en procesos de upcycling".
Los motivos para reactivar la Semana de la Moda Slow en 2018 luego de dos años de receso
"La Semana de la Moda Slow es un evento que se aleja de los códigos normales de la industria de prendas de vestir. Es un espacio que promueve la moda atemporal y el slow design. Me motiva mucho poder crear una instancia que genere un impacto positivo en las personas, diseñadores, artistas, speakers y, en sí, en todas las personas que de una u otra manera participan.
Siento que el compromiso de entregar algo relevante al lugar que hábito en este momento, me lleva a la realización de proyectos como este. Lo miro como un proceso de agradecer al país que me acoge en esta etapa de mi vida y qué mejor que poder hacerlo desde algo que llevo inyectado desde casa: la preocupación por la creación y desarrollo de vestuario consciente. Aquí debo agradecer a mi madre y a mi abuela, mujeres que me enseñaron desde siempre a conectare con las cosas importantes de la vida.
Algo que, también me motiva mucho, es poder crear espacios de conversación. Es por esta razón que durante los dos años en que no se realizó el evento, tuve foco importante en generar espacios educativos alrededor del concepto slow fashion. Esto debido a que existe gran desconocimiento sobre su significado. Por tanto, consideré necesario poder contar de qué se trata, cuáles son sus objetivos y cómo se puede integrar una industria que trabaje la moda lenta y la sustentabilidad en el vestuario desde sus tres pilares (económico, social y medioambiental). Esto lo llevé a cabo, por medio de la realización de charlas y talleres tanto en Chile como en Colombia y España, con un resultado que me deja contenta, pero no satisfecha, ya que considero falta todavía mucho camino por recorrer y muchas personas por tocar.
La industria del vestuario en Chile necesita del aporte de todos para potenciar y desarrollar todo el talento que tiene. Por eso, este evento está basado en la integración y la co-creación de muchas personas ya que la parte integrativa será lo que marcará una diferencia. No se puede cambiar el mundo solo, tenemos que unirnos".
¿Se cumplieron las expectativas de esta 3º versión?
"A nivel de relacionamiento considero que falta muchísimo por seguir trabajando. Quisiéramos poder llegar a muchas más personas, pero entiendo que es un proceso lento. No niego que siempre es un agrado poder tener con nosotros a expertos chilenos tanto del diseño, como del arte y la educación, y es esa parte la que me deja más satisfecha, ya que veo mucho talento que demuestra que hay luz en el camino.
Agradezco infinitamente a cada uno de los participantes:
Slow Art: Sittaka (en la foto), Mai Issacson y Montserrat Brandan
Slow Fashion: Savia, Surorigen, El Trato + Cuarenta Tacos, Arte Origen
Slow Talks: Luz Briceño, Cultiva Reforestación, Ilé, Pame Victoria (en la foto) y Coca Ruíz.
Y mi equipo que se la jugó y lo dio todo por lograr un excelente resultado.
Contar con marcas que apoyan y persona que ponen todo su esfuerzo sin ningún interés, más que aportar, es más que maravilloso. El proceso de aprendizaje no para, cada versión es una nueva historia con altos y bajos como lo es todo en la vida. Pero mi corazón se queda contento y con mucha fuerza para poder seguir trabajando y construyendo una historia que beneficie a todos los que se involucren".
Patricia Rincón |
El futuro de la Semana de la Moda Slow
"Este es un trabajo que no puede parar, hay mucho por hacer y el recorrido del camino es largo. Contar con tres experiencias (dos en Chile y una en Colombia) marca un hito importante en lo que se viene gestando y fortalece nuestro compromiso con la industria latinoamericana del diseño sostenible. Por tanto, proyecto este espacio con mucho futuro, sobre todo porque siento que cada día somos más los interesados, los que queremos construir en positivo".
(Fotos gentileza de la Semana de la Moda Slow)
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