(Por Mariana Pattaro*) Empezamos el año con la fiebre de Marie Kondo en Netflix, y la temporada de rebajas. En este contexto, me hace sentido reflexionar sobre los mensajes de la serie, que nos ayudarán a ser más conscientes en esta época tan caótica. Uno pensará: consultora de estilo, le encanta el orden, debe ser fanática de Marie Kondo. Bueno, no tanto. Si encuentro sentido en mucho de lo que dice, pero en vez de fijarme en como dobla una polera, me parece mucho más interesante analizar sus mensajes (no tan) ocultos. Te invito a revisarlos.
Tener un lugar para cada cosa, deshacerte de lo que “no te trae alegría”, mantener el orden para evitar que las cosas que no usamos se multipliquen, no es más que hacerte cargo de tu vida adulta. Ya en 1968, Philip K. Dick, dio nombre a estas cosas sin uso, restos de objetos que aparecen, se acumulan y se multiplican si no les damos destino.
La primera ley de kipple, según su libro “Do androids dream of electric sheep?” (que más tarde fue base para la película Blade Runner) es que todo lo que es útil, agradable, cosas que queremos tener y cuidar, se vaya. O sea, si dejamos que cosas / personas / sentimientos / energía que no necesitamos / queremos / no nos hacen bien se acumulen, vamos a ver nuestro equilibrio mental y espiritual afectados. Uno puede tener una mirada más exotérica o más práctica hacia el tema, pero el concepto básico es este. Hay que dejar ir.
Fuimos condicionados a comprar y tener cosas, como forma de satisfacción y felicidad, algo como un parche para rellenar distintas fallas que nunca serán completadas por cosas. Y al final esta acumulación hace más complicado encontrar y ordenar lo que ya tenemos. Así también lo piensa Marie Kondo.
¿Cómo dejar ir lo que ya no nos sirve o no hace sentido tener? Te propongo volver al inicio del ciclo y controlar lo que dejamos entrar en nuestras vidas, principalmente cuando las ofertas son tan agresivas, que nos hacen pensar que necesitamos tal cosa o prenda.
Lo primero que hay que entender es que no existe prenda perfecta sin autoconocimiento y aceptación. Lo que te queda bien, depende mucho más de que te sientas bien, así que vale mucho más invertir tiempo y dinero en experiencias que te proporcionen bienestar, que en materiales que se van a acumular en tu clóset. Si no estás bien contigo misma, ninguna compra, ni con descuento de 60%, va a resultar bien. Por lo tanto, antes de salir a “aprovechar” los descuentos, piensa un poco:
¡Lo que agrega valor! Revisa tu clóset para hacer una lista de prendas que faltan y harían con que tu clóset funcionara mejor en tu rutina actual. Pregúntate:
También puede ser un buen momento para reponer los básicos: lencería, calcetines, trajes de baño, ropa de cama, pijamas, etc. Importante también enfocarte en lo que es atemporal. No es casualidad, que el “must have” de la temporada tenga mucho más descuento que el resto.
Organiza una lista con prioridades de acuerdo a lo que más te hace falta y con el presupuesto que estás dispuesta a invertir. Esto va a ayudar a no comprar algo solo porque estaba barato -teniendo un parecido en casa-, y te ayuda a parar de comprar cuando terminas el presupuesto.
Entrar a un mall en enero puede ser abrumador. Por eso siempre, antes de ir, reviso la lista de tiendas y elijo a las que iré, mirando también sus sitios web, y seleccionando las que hay más probabilidades de encontrar lo que estoy buscando. En esta lista también entran las marcas que amo, pero son muy caras para comprar a precio lleno. Normalmente ya sé que prendas quiero comprar, porque las estuve mirando toda la temporada.
Si logramos controlar mejor el consumismo, cambiar la tenencia por acceso (en vez de comprar, reutilizar, resignificar, tomar prestado, arrendar, compartir, etc.) y entender mejor nuestras necesidades, es mucho más fácil ordenar y mantener lo que tenemos, y hacernos cargo de forma mucho más eficiente y fluida de nuestra vida adulta.
No se trata de ordenar obsesivamente, pero sí de entender que el exceso y el desorden (físico, mental y espiritual) nos hacen sentir mal y perjudican nuestras relaciones.
* Mariana Pattaro es personal stylist de gente real: "te ayudo a construir un clóset que funcione en tu vida y exprese tu estilo".
¿Contacto? mari@maripattaro.com
Los mensajes (ocultos) de Marie Kondo en época de liquidaciones
Tener un lugar para cada cosa, deshacerte de lo que “no te trae alegría”, mantener el orden para evitar que las cosas que no usamos se multipliquen, no es más que hacerte cargo de tu vida adulta. Ya en 1968, Philip K. Dick, dio nombre a estas cosas sin uso, restos de objetos que aparecen, se acumulan y se multiplican si no les damos destino.
La primera ley de kipple, según su libro “Do androids dream of electric sheep?” (que más tarde fue base para la película Blade Runner) es que todo lo que es útil, agradable, cosas que queremos tener y cuidar, se vaya. O sea, si dejamos que cosas / personas / sentimientos / energía que no necesitamos / queremos / no nos hacen bien se acumulen, vamos a ver nuestro equilibrio mental y espiritual afectados. Uno puede tener una mirada más exotérica o más práctica hacia el tema, pero el concepto básico es este. Hay que dejar ir.
Expo "the first law of kipple", de @dantobinsmith |
Fuimos condicionados a comprar y tener cosas, como forma de satisfacción y felicidad, algo como un parche para rellenar distintas fallas que nunca serán completadas por cosas. Y al final esta acumulación hace más complicado encontrar y ordenar lo que ya tenemos. Así también lo piensa Marie Kondo.
¿Cómo dejar ir lo que ya no nos sirve o no hace sentido tener? Te propongo volver al inicio del ciclo y controlar lo que dejamos entrar en nuestras vidas, principalmente cuando las ofertas son tan agresivas, que nos hacen pensar que necesitamos tal cosa o prenda.
Lo primero que hay que entender es que no existe prenda perfecta sin autoconocimiento y aceptación. Lo que te queda bien, depende mucho más de que te sientas bien, así que vale mucho más invertir tiempo y dinero en experiencias que te proporcionen bienestar, que en materiales que se van a acumular en tu clóset. Si no estás bien contigo misma, ninguna compra, ni con descuento de 60%, va a resultar bien. Por lo tanto, antes de salir a “aprovechar” los descuentos, piensa un poco:
¿Qué comprar?
¡Lo que agrega valor! Revisa tu clóset para hacer una lista de prendas que faltan y harían con que tu clóset funcionara mejor en tu rutina actual. Pregúntate:
- ¿Tengo más prendas de color o neutras?
- ¿Más partes de abajo o de arriba?
- ¿Más claras u oscuras?
- ¿Más de frío o de calor?
- ¿Más de trabajo, fin de semana, noche?
También puede ser un buen momento para reponer los básicos: lencería, calcetines, trajes de baño, ropa de cama, pijamas, etc. Importante también enfocarte en lo que es atemporal. No es casualidad, que el “must have” de la temporada tenga mucho más descuento que el resto.
Organiza una lista con prioridades de acuerdo a lo que más te hace falta y con el presupuesto que estás dispuesta a invertir. Esto va a ayudar a no comprar algo solo porque estaba barato -teniendo un parecido en casa-, y te ayuda a parar de comprar cuando terminas el presupuesto.
Vector de fondo creado por veraholera - www.freepik.es |
¿Dónde comprar?
Entrar a un mall en enero puede ser abrumador. Por eso siempre, antes de ir, reviso la lista de tiendas y elijo a las que iré, mirando también sus sitios web, y seleccionando las que hay más probabilidades de encontrar lo que estoy buscando. En esta lista también entran las marcas que amo, pero son muy caras para comprar a precio lleno. Normalmente ya sé que prendas quiero comprar, porque las estuve mirando toda la temporada.
¿Cómo comprar?
- Empieza por las tiendas de tu lista que tengan las cosas que más necesitas, así inviertes más y mejor energía, en lo que es importante.
- Prueba TODO y asegúrate que puedes cambiar en el caso de que te arrepientas al llegar a casa. Para compras por internet, revisa la tabla de medidas y las políticas de cambio y devolución.
- No inviertas más que el presupuesto definido, aunque el descuento sea un % alto (recuerda que a veces estos % son mentira). Lo importante es el dinero que estás gastando y no lo que supuestamente estás ahorrando.
- No compres más de lo mismo que ya tienes, algo que no sabes con qué combinar o cuando podrías usarlo, o algo que no te encante. Todas estas prendas tienen alto potencial de quedar con etiqueta, olvidadas en un rincón del clóset.
- Llegando a la casa, prueba todo de nuevo, combinando y armando tenidas con lo que ya tienes en el clóset. Es hora de poner a prueba tu compra y decidir con qué te quedas y qué devuelves o cambias.
Si logramos controlar mejor el consumismo, cambiar la tenencia por acceso (en vez de comprar, reutilizar, resignificar, tomar prestado, arrendar, compartir, etc.) y entender mejor nuestras necesidades, es mucho más fácil ordenar y mantener lo que tenemos, y hacernos cargo de forma mucho más eficiente y fluida de nuestra vida adulta.
No se trata de ordenar obsesivamente, pero sí de entender que el exceso y el desorden (físico, mental y espiritual) nos hacen sentir mal y perjudican nuestras relaciones.
* Mariana Pattaro es personal stylist de gente real: "te ayudo a construir un clóset que funcione en tu vida y exprese tu estilo".
¿Contacto? mari@maripattaro.com
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