(Por Sr. González) Se acerca la gala del Festival de Viña y es época de canjes, préstamos y demases. Siempre es polémico el tema y cada año se levanta más polvo derivado de los abusos de ciertas "celebridades" nacionales. Por esto mismo, quiero analizar un par de casos que me ocurrieron la semana pasada y los que me dejaron un poco perplejo. En las próximas líneas, les cuento qué me sucedió y las reflexiones que surgieron producto de ello.
Me llamó un productor X para pedirme vestuario para el último video de un artista X (muy en boga), al cual le consulté que por cuántos días sería el arriendo. Para mi sorpresa, me respondió que era “por amor al arte”. Si bien me dieron ganas de ser irrespetuoso, guardé la compostura y en buena onda le respondí que no me interesaba participar. Cabe mencionar que no hubo ni un atisbo de preguntar cuánto seria el arriendo; simplemente me respondió con un “te entiendo”.
Pasaron dos días y me llamó el productor de un programa X, contándome que necesitaba que lo ayudara con el vestuario para uno de sus periodistas que iría a cubrir la gala del Festival de Viña del Mar. Le hice la misma pregunta del caso anterior: por cuántos días sería el arriendo. Nuevamente me respondió que habían pensado que se los prestara, ya que solo lo usaría para ir a la gala y me lo devolverían. Le comenté que no prestaba ropa, pero que si se la podía arrendar. Me contestó que no tenían presupuesto para eso.
Si bien no suelo darle mucha importancia a estos casos, y alguna vez me había pasado algo parecido con una renombrada cantante nacional, la que nunca me pagó la prenda que me pidió, cuando comencé a comentar esto a la gente del taller y cercanos, me empezó a dar una especie de “rabia” y desconcierto. ¿Cómo es posible que exista cero conciencia del trabajo del diseñador de vestuario? ¿Esta falta de conciencia también es extensiva a otros rubros de la moda como maquilladores, modelos y estilistas?
En el primer caso que relato, estoy hablando de un artista que ya está ganando cifras de seis ceros, y me resulta extraño pensar que no consideró financiamiento para la producción. Y si lo hizo para otros ítems, ¿por qué no aplicó lo mismo para el vestuario? Me parece extraño, más aún si se trata de la producción de un video.
Y si vamos más allá, cuestiono su ética. Tiendo a pensar que la ética de una artista o de un producto es la ética de TODA la cadena, o de TODOS los que integran el círculo que la acompañan. Siento que esto no le hace bien a su imagen, y ahí hay algo que no está funcionando.
En el segundo caso, puede ser que no se considere presupuesto, pero el préstamo es para un periodista que va a cubrir el evento, no será parte de la gala, por lo que no entiendo cuál sería el “canje”.
Avalar este tipo de situaciones sólo contribuye a que este círculo vicioso no se rompa. Yo decidí hacerlo sin importar los costos. Espero que mis colegas también puedan sumarse a la causa.
#Nomáscanjesabusivos
Caso 1: Vestuario para la artista de moda
Me llamó un productor X para pedirme vestuario para el último video de un artista X (muy en boga), al cual le consulté que por cuántos días sería el arriendo. Para mi sorpresa, me respondió que era “por amor al arte”. Si bien me dieron ganas de ser irrespetuoso, guardé la compostura y en buena onda le respondí que no me interesaba participar. Cabe mencionar que no hubo ni un atisbo de preguntar cuánto seria el arriendo; simplemente me respondió con un “te entiendo”.
Caso II: Vestuario para periodista de la Gala
Pasaron dos días y me llamó el productor de un programa X, contándome que necesitaba que lo ayudara con el vestuario para uno de sus periodistas que iría a cubrir la gala del Festival de Viña del Mar. Le hice la misma pregunta del caso anterior: por cuántos días sería el arriendo. Nuevamente me respondió que habían pensado que se los prestara, ya que solo lo usaría para ir a la gala y me lo devolverían. Le comenté que no prestaba ropa, pero que si se la podía arrendar. Me contestó que no tenían presupuesto para eso.
Yo perplejo
Si bien no suelo darle mucha importancia a estos casos, y alguna vez me había pasado algo parecido con una renombrada cantante nacional, la que nunca me pagó la prenda que me pidió, cuando comencé a comentar esto a la gente del taller y cercanos, me empezó a dar una especie de “rabia” y desconcierto. ¿Cómo es posible que exista cero conciencia del trabajo del diseñador de vestuario? ¿Esta falta de conciencia también es extensiva a otros rubros de la moda como maquilladores, modelos y estilistas?
En el primer caso que relato, estoy hablando de un artista que ya está ganando cifras de seis ceros, y me resulta extraño pensar que no consideró financiamiento para la producción. Y si lo hizo para otros ítems, ¿por qué no aplicó lo mismo para el vestuario? Me parece extraño, más aún si se trata de la producción de un video.
Y si vamos más allá, cuestiono su ética. Tiendo a pensar que la ética de una artista o de un producto es la ética de TODA la cadena, o de TODOS los que integran el círculo que la acompañan. Siento que esto no le hace bien a su imagen, y ahí hay algo que no está funcionando.
En el segundo caso, puede ser que no se considere presupuesto, pero el préstamo es para un periodista que va a cubrir el evento, no será parte de la gala, por lo que no entiendo cuál sería el “canje”.
Avalar este tipo de situaciones sólo contribuye a que este círculo vicioso no se rompa. Yo decidí hacerlo sin importar los costos. Espero que mis colegas también puedan sumarse a la causa.
#Nomáscanjesabusivos
(Fotos gentileza de Festival de Viña del Mar)
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