Con la bandera de los derechos humanos como estandarte, la politóloga colombiana, Gina Borré y la abogada mexicana, Alina Velásquez decidieron crear Dos Latinas, una plataforma que desde los códigos digitales y pop conecta a las jóvenes urbanas con el activismo feminista, y las realidades de zonas periféricas, en su mayoría racializadas y no privilegiadas de Colombia y México. En esa ecuación, la moda juega un rol fundamental como herramienta para levantar fondos para sus talleres y difundir sus mensajes de transformación. Hoy Gina, nos contará más detalles de esta potente iniciativa.
"Dos Latinas es un dúo de mujeres que se conoció trabajando por los derechos sexuales y reproductivos en el fondo de mujeres más importante del Estado español (Calala). Y al regresar a sus países de origen (Colombia y México) decidieron hacer una coalición de trabajo en pro de un mundo con respeto a la diversidad enfocada en las dinámicas latinoamericanas. Un mundo más justo, con menos sufrimiento y más consciente de nuestro rol en él.
En el marco de querer realizar talleres en temas de derechos humanos y feminismos en las zonas periféricas desarrollamos una línea de camisetas con mensajes pop, confeccionadas de forma responsable. Cada frase de nuestras camisetas tienen un discurso y un mensaje de transformación detrás, pero no de forma explícita. Este formato las ha hecho más comprables, usables e interesantes.
La ropa y sacos de Dos Latinas son genderless y si bien no son 100% sostenibles, tienen prácticas responsables en producción, derechos laborales y apoyo a emprendedoras y comunidades indígenas de Colombia y México".
"Creo que la moda es un acto político y ser consciente de ello, nos permite entender el canal de la moda y la indumentaria como medio propicio para la reivindicación de derechos. Me parece muy importante ser conscientes y deconstruir la idea superflua de lo banal del mundo de la moda y entender que la industria de la moda es una de las más poderosas del mundo y, por ende, en un sistema capitalista del que somos hijas, que gobierna muchas partes de nuestra vida.
Reconstruir la mirada banal y romántica de la moda nos permite entender que es una industria económica que mueve masas, vende mensajes, replica discursos, nos vende 'necesidades' e ideales de belleza y deseos, y dicta tendencias estéticas mundiales. Asimismo nos permite mirarla con lentes críticos y entender las muchas dinámicas violentas que hacen parte de ella.
Cuando sabemos esto, utilizamos ese mismo canal que tanto daño está haciendo a nivel mundial, lo revertimos y propagamos mensajes de reivindicación por los derechos humanos. La información es clave, la desinformación por parte de los consumidores permite que no se sean conscientes y se sigan en un camino de consumo sin responsabilidad social. Ahora son muchas las plataformas y lideres de opinión que reconocen la necesidad de hacer transformaciones en la industria de la moda y se encuentran creando contenidos y alternativas para un consumo más consciente.
A mi modo de ver, en este punto en que estamos donde la industria de moda es la segunda más contaminante del mundo, donde las noticias de muertes de personas en fabricas (maquilas de ropa), ya sean clandestinas o legales, por falta de derechos laborales inundan las redes y a algunos medios hegemónicos, donde sabemos que la industria del fast fashion violenta leyes estatales, donde sabemos que la industria cae en problemas de apropiación cultural y violenta derechos de pueblos precoloniales.
Donde cada vez hay una contracultura y grupos 'disidentes' de los discursos hegemónicos más fuertes que reclaman una industria más inclusiva, más respetuosa de la diferencia y donde la diversidad de cuerpos sea representada. Creo que sería más que importante, necesario, que la industria hiciera un alto en el camino y se responsabilizara del impacto negativo que ocasiona y se reinvente en pro de mitigar los daños causados.
Por supuesto que estoy soñando, pero para quienes trabajamos diariamente por los derechos humanos y en pro de un mundo con menos sufrimiento, la esperanza nos guía y apuntamos que haya un cambio estructural, que se creen leyes nacionales y transnacionales que no defiendan los grandes monopolios económicos de la moda, sino por el contrario, que defienda a las comunidades de países periféricos o en vía de desarrollo que trabajan diariamente en condiciones de explotación laboral. Que se regule la contratación infantil y donde haya leyes más estrictas en el tema de la apropiación cultural de saberes ancestrales de pueblos racializados".
"Ha sido un año muy bello, con una comunidad creciente, con muchos errores pero sobre todo logros. De lo más importante que hemos aprendido es la necesidad de crear contenidos con responsabilidad. Con esto me refiero a que en las redes sociales se necesitan más creadores de contenidos que sean conscientes de su poder y el alcance que tienen y así entender la responsabilidad que tienen con sus audiencias.
Otro bello aprendizaje es el poder que tiene el instrumento de lo pop para sacar estos discursos de derechos humanos y feminismos de los nichos "clásicos del activismo" y llegar a una audiencia que si no hubiera sido por estas plataformas digitales, no las habríamos logrado acercar al tema; y por último el poder del trabajo colectivo, que ha sido pieza fundamental para que los talleres en comunidad sean posibles. Agradecimiento total a esos artistas que se han desplazado a territorios 'alejados' en pro de poner al servicio de la comunidad su conocimiento".
"Nos soñamos una comunidad más grande, que el contenido llegue a muchas más personas y con un equipo que crea en esto y trabaje con tanta pasión como nosotras (ahora mismo solo somos nosotras dos creando y haciendo todo).
Soñamos expandirnos a toda Latinoamérica y tener tiendas en cada país. El tema de la tienda es importante porque un lugar donde se vendan nuestros productos es lugar donde podemos también hacer incidencia a nivel de talleres en comunidad, que es el gran pilar de esta plataforma.
Asimismo soñamos abrir un brazo de asesorías en temas de derechos humanos con enfoque de género para empresas, organismos internacionales y creadores de contenidos. El primer paso para todo esto es la creación de nuestro sitio web, que es una gran tarea para el presente año".
¿Dónde comprar los productos de Dos Latinas? En sus redes sociales y kichink en Colombia, México y Estados Unidos.
Los motivos para crear Dos Latinas
"Dos Latinas es un dúo de mujeres que se conoció trabajando por los derechos sexuales y reproductivos en el fondo de mujeres más importante del Estado español (Calala). Y al regresar a sus países de origen (Colombia y México) decidieron hacer una coalición de trabajo en pro de un mundo con respeto a la diversidad enfocada en las dinámicas latinoamericanas. Un mundo más justo, con menos sufrimiento y más consciente de nuestro rol en él.
En el marco de querer realizar talleres en temas de derechos humanos y feminismos en las zonas periféricas desarrollamos una línea de camisetas con mensajes pop, confeccionadas de forma responsable. Cada frase de nuestras camisetas tienen un discurso y un mensaje de transformación detrás, pero no de forma explícita. Este formato las ha hecho más comprables, usables e interesantes.
La ropa y sacos de Dos Latinas son genderless y si bien no son 100% sostenibles, tienen prácticas responsables en producción, derechos laborales y apoyo a emprendedoras y comunidades indígenas de Colombia y México".
La importancia del papel activista de la moda
"Creo que la moda es un acto político y ser consciente de ello, nos permite entender el canal de la moda y la indumentaria como medio propicio para la reivindicación de derechos. Me parece muy importante ser conscientes y deconstruir la idea superflua de lo banal del mundo de la moda y entender que la industria de la moda es una de las más poderosas del mundo y, por ende, en un sistema capitalista del que somos hijas, que gobierna muchas partes de nuestra vida.
Reconstruir la mirada banal y romántica de la moda nos permite entender que es una industria económica que mueve masas, vende mensajes, replica discursos, nos vende 'necesidades' e ideales de belleza y deseos, y dicta tendencias estéticas mundiales. Asimismo nos permite mirarla con lentes críticos y entender las muchas dinámicas violentas que hacen parte de ella.
Cuando sabemos esto, utilizamos ese mismo canal que tanto daño está haciendo a nivel mundial, lo revertimos y propagamos mensajes de reivindicación por los derechos humanos. La información es clave, la desinformación por parte de los consumidores permite que no se sean conscientes y se sigan en un camino de consumo sin responsabilidad social. Ahora son muchas las plataformas y lideres de opinión que reconocen la necesidad de hacer transformaciones en la industria de la moda y se encuentran creando contenidos y alternativas para un consumo más consciente.
A mi modo de ver, en este punto en que estamos donde la industria de moda es la segunda más contaminante del mundo, donde las noticias de muertes de personas en fabricas (maquilas de ropa), ya sean clandestinas o legales, por falta de derechos laborales inundan las redes y a algunos medios hegemónicos, donde sabemos que la industria del fast fashion violenta leyes estatales, donde sabemos que la industria cae en problemas de apropiación cultural y violenta derechos de pueblos precoloniales.
Donde cada vez hay una contracultura y grupos 'disidentes' de los discursos hegemónicos más fuertes que reclaman una industria más inclusiva, más respetuosa de la diferencia y donde la diversidad de cuerpos sea representada. Creo que sería más que importante, necesario, que la industria hiciera un alto en el camino y se responsabilizara del impacto negativo que ocasiona y se reinvente en pro de mitigar los daños causados.
Por supuesto que estoy soñando, pero para quienes trabajamos diariamente por los derechos humanos y en pro de un mundo con menos sufrimiento, la esperanza nos guía y apuntamos que haya un cambio estructural, que se creen leyes nacionales y transnacionales que no defiendan los grandes monopolios económicos de la moda, sino por el contrario, que defienda a las comunidades de países periféricos o en vía de desarrollo que trabajan diariamente en condiciones de explotación laboral. Que se regule la contratación infantil y donde haya leyes más estrictas en el tema de la apropiación cultural de saberes ancestrales de pueblos racializados".
Los principales aprendizajes del primer año de vida Dos Latinas
"Ha sido un año muy bello, con una comunidad creciente, con muchos errores pero sobre todo logros. De lo más importante que hemos aprendido es la necesidad de crear contenidos con responsabilidad. Con esto me refiero a que en las redes sociales se necesitan más creadores de contenidos que sean conscientes de su poder y el alcance que tienen y así entender la responsabilidad que tienen con sus audiencias.
Otro bello aprendizaje es el poder que tiene el instrumento de lo pop para sacar estos discursos de derechos humanos y feminismos de los nichos "clásicos del activismo" y llegar a una audiencia que si no hubiera sido por estas plataformas digitales, no las habríamos logrado acercar al tema; y por último el poder del trabajo colectivo, que ha sido pieza fundamental para que los talleres en comunidad sean posibles. Agradecimiento total a esos artistas que se han desplazado a territorios 'alejados' en pro de poner al servicio de la comunidad su conocimiento".
El futuro de Dos Latinas
"Nos soñamos una comunidad más grande, que el contenido llegue a muchas más personas y con un equipo que crea en esto y trabaje con tanta pasión como nosotras (ahora mismo solo somos nosotras dos creando y haciendo todo).
Soñamos expandirnos a toda Latinoamérica y tener tiendas en cada país. El tema de la tienda es importante porque un lugar donde se vendan nuestros productos es lugar donde podemos también hacer incidencia a nivel de talleres en comunidad, que es el gran pilar de esta plataforma.
Asimismo soñamos abrir un brazo de asesorías en temas de derechos humanos con enfoque de género para empresas, organismos internacionales y creadores de contenidos. El primer paso para todo esto es la creación de nuestro sitio web, que es una gran tarea para el presente año".
¿Dónde comprar los productos de Dos Latinas? En sus redes sociales y kichink en Colombia, México y Estados Unidos.
(Fotos gentileza de Dos Latinas)
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