Una historia familiar ligada al arte y la orfebrería (madre bordadora, padre joyero), junto al deseo profundo de crear universos que la conectaran con su identidad y tierra, luego de más de una década viviendo en Francia, llevaron a la chilena Marcela Muñoz junto a su hija Camila, a crear la marca de joyería e indumentaria, Kimen Estudio. Desde su taller en Barrio Italia, en una casa de principios del s. XX, ha logrado fundir diversas técnicas en cada una de sus piezas, destacando el soclage como conexión de materiales y relatos. Hoy nos contará más detalles de su bella propuesta.
"Kimen es una marca y estudio de creación, donde se diseñan objetos hechos a mano que surgen a partir de la observación y asombro frente a la naturaleza y sus texturas, sistemas y colores. Así, tras el estudio y el análisis de materiales, se desarrollan tecnologías que hacen posible trabajar las formas imaginadas para luego convertirlas en un nuevo objeto, fruto del ingenio y la curiosidad".
"El soclage me permitió conocer y tener entre mis manos objetos de variadas culturas. Un regalo. Una experiencia única, privilegio de pocos tocar objetos tan variados como el relicario de la Corona de espinas de Notre Dame, o el Bisonte de la Madeleine (Dornoña, Francia), más gran parte de la orfebrería de los cinco continentes del museo de Branly.
Ciertamente esto me sensibilizó en el modo de hacer y entregar un sentido a los objetos que creo".
"La poesía es importante en mis creaciones, pues cada objeto es diseñado a partir de un impulso que nace del corazón y luego se va conjugando con investigación y análisis de técnica para que pueda ser utilizado. Siento que debe existir un equilibrio entre lo que tu dices 'relato' y la forma, como el cuerpo y el espíritu. Si uno está por sobre el otro, no surge la belleza.
En cuanto a como se trasmite, no me es claro. Por lo que he podido percibir, eso que siento en lo que lo hago, es reflejado en los ojos de quienes lo ven. Lo que me lleva a pensar que eso que siento y creo, existe también en los que ven el objeto creado.
Es bonito, pues el sentido de la belleza lo llevamos todos dentro nuestro. Un estado salvaje de pureza, como los niños que se maravillan o no, sin cuestionar.
Siento que la gente necesita soñar y el arte es el camino".
"Por ahora es bien técnico. Encontrar materias primas de calidad y personas que trabajen con altos estándares de competencia. Debido a que no lo he encontrado, he tenido que aprender a tejer en telar, teñir mis lanas, etc. Incluso mi hija Camila está aprendiendo lapidación (dar forma a las piedras), pues existen pocos lapidadores buenos en Chile. Sin decir que nuestra piedra nacional, el lapislázuli, casi no se encuentra y he debido encontrarlo en Alemania.
Por lo que he ido constatando, este sistema basado en la compra y venta, ha ido mermando la cantidad de personas que se dediquen exclusivamente a la creación. La piezas creadas son de un costo elevado para Chile, y eso es un desafío para poder seguir existiendo. Pero confío que podremos encontrar un sitio a nivel nacional para poder continuar creando".
"Muchas personas al ver nuestros objetos, nos dicen 'tienen que ir a Europa, allá se valora más este trabajo' y, ¿por qué?, me cuestiono. ¿Por qué Chile no podría ser el centro de la creación, la vanguardia del arte y la moda?
Me gustaría mucho, que todos dijeran : 'En Chile está pasando algo, vayan a Chile, allá se valora tu trabajo'.
Eso me gustaría. Que Kimen incentive a otros a creer que en nuestro país está pasando algo nuevo en el arte. Tenemos gente súper talentosa a la que solo le falta una oportunidad.
Lástima que se vayan mermando las áreas artísticas en los establecimientos educacionales, pensando que el arte es solo para los artistas. Que dentro de esta realidad competitiva no sirve y es mejor reemplazarlo por más horas en otras materias. Y lo que el arte busca, en realidad, es aprender a observar, pues de ahí viene, la investigación, el aprendizaje, el pensamiento crítico, la curiosidad. Como no va a ser importante desarrollar esas habilidades que, finalmente, nos hacen mejores seres humanos. Nos hacen capaces de vernos, visualizarnos, los unos a los otros".
¿Dónde comprarla? En su tienda online.
La propuesta de Kimen Estudio
"Kimen es una marca y estudio de creación, donde se diseñan objetos hechos a mano que surgen a partir de la observación y asombro frente a la naturaleza y sus texturas, sistemas y colores. Así, tras el estudio y el análisis de materiales, se desarrollan tecnologías que hacen posible trabajar las formas imaginadas para luego convertirlas en un nuevo objeto, fruto del ingenio y la curiosidad".
¿De qué manera el soclage influye en tu proceso creativo?
"El soclage me permitió conocer y tener entre mis manos objetos de variadas culturas. Un regalo. Una experiencia única, privilegio de pocos tocar objetos tan variados como el relicario de la Corona de espinas de Notre Dame, o el Bisonte de la Madeleine (Dornoña, Francia), más gran parte de la orfebrería de los cinco continentes del museo de Branly.
Ciertamente esto me sensibilizó en el modo de hacer y entregar un sentido a los objetos que creo".
¿Qué importancia tiene para ti el relato en tus creaciones y cómo logras transmitirlo?
"La poesía es importante en mis creaciones, pues cada objeto es diseñado a partir de un impulso que nace del corazón y luego se va conjugando con investigación y análisis de técnica para que pueda ser utilizado. Siento que debe existir un equilibrio entre lo que tu dices 'relato' y la forma, como el cuerpo y el espíritu. Si uno está por sobre el otro, no surge la belleza.
En cuanto a como se trasmite, no me es claro. Por lo que he podido percibir, eso que siento en lo que lo hago, es reflejado en los ojos de quienes lo ven. Lo que me lleva a pensar que eso que siento y creo, existe también en los que ven el objeto creado.
Es bonito, pues el sentido de la belleza lo llevamos todos dentro nuestro. Un estado salvaje de pureza, como los niños que se maravillan o no, sin cuestionar.
Siento que la gente necesita soñar y el arte es el camino".
El principal desafío al que se enfrenta Kimen Estudio
"Por ahora es bien técnico. Encontrar materias primas de calidad y personas que trabajen con altos estándares de competencia. Debido a que no lo he encontrado, he tenido que aprender a tejer en telar, teñir mis lanas, etc. Incluso mi hija Camila está aprendiendo lapidación (dar forma a las piedras), pues existen pocos lapidadores buenos en Chile. Sin decir que nuestra piedra nacional, el lapislázuli, casi no se encuentra y he debido encontrarlo en Alemania.
Por lo que he ido constatando, este sistema basado en la compra y venta, ha ido mermando la cantidad de personas que se dediquen exclusivamente a la creación. La piezas creadas son de un costo elevado para Chile, y eso es un desafío para poder seguir existiendo. Pero confío que podremos encontrar un sitio a nivel nacional para poder continuar creando".
Imaginando el futuro de Kimen Estudio
"Muchas personas al ver nuestros objetos, nos dicen 'tienen que ir a Europa, allá se valora más este trabajo' y, ¿por qué?, me cuestiono. ¿Por qué Chile no podría ser el centro de la creación, la vanguardia del arte y la moda?
Me gustaría mucho, que todos dijeran : 'En Chile está pasando algo, vayan a Chile, allá se valora tu trabajo'.
Eso me gustaría. Que Kimen incentive a otros a creer que en nuestro país está pasando algo nuevo en el arte. Tenemos gente súper talentosa a la que solo le falta una oportunidad.
Lástima que se vayan mermando las áreas artísticas en los establecimientos educacionales, pensando que el arte es solo para los artistas. Que dentro de esta realidad competitiva no sirve y es mejor reemplazarlo por más horas en otras materias. Y lo que el arte busca, en realidad, es aprender a observar, pues de ahí viene, la investigación, el aprendizaje, el pensamiento crítico, la curiosidad. Como no va a ser importante desarrollar esas habilidades que, finalmente, nos hacen mejores seres humanos. Nos hacen capaces de vernos, visualizarnos, los unos a los otros".
¿Dónde comprarla? En su tienda online.
(Fotos gentileza de Kimen Estudio)
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