La moda puede ser una herramienta de resistencia y autoafirmación, puede devolvernos la confianza y darnos poder. Así lo entiende también la diseñadora Paloma Anguita, quien partió con su marca de indumentaria Chamai como una manera de generar un ingreso extra mientras estudiaba en la universidad. No obstante, al poco tiempo, comenzó a confeccionar trajes de baño, prenda en la que se especializó. "Las mismas clientas comenzaron a pedirme ciertos modelos y tallas que no encontraban en el retail, me contaban sus necesidades y experiencias a la hora de exponer su cuerpo", afirma. Este dato la llevó a darse cuenta del poder del vestuario: "me motivó a crear y generar emociones de amor propio en la mujeres", insiste. Hoy nos contará de qué manera está logrando ese propósito.
Paloma señala que su propuesta se inspira en el camaleón, ya que busca que sus prendas se adapten a los cuerpos y vayan cambiando de acuerdo a las necesidades. "Así como el camaleón cambia de color, Chamai cambia de acuerdo a los distintos tipos de cuerpo. Además, busco resaltar los colores y que el negro deje de ser protagonista en las playas de Chile, solo por el pretexto de que 'adelgaza'", explica.
Esto la ha llevado a tener un proceso creativo muy intuitivo a la hora de combinar colores y estampados, y muy estructurado al momento de ver la morfología de las piezas. "Si bien siempre estoy atenta a las tendencias, rescato sólo ciertas formas, ya que mi objetivo es crear prendas cómodas, que cubran las necesidades de las chilenas, entonces es mucha observación de campo, ir a las playas; ver cómo se comportan las mujeres en ese contexto, qué prendas usan, observar qué tan cómodas o incómodas pueden estar con ciertas prendas, y desde ahí comenzar a diseñar formas", complementa.
"Creo que las marcas de retail deben asumir su responsabilidad social en cuanto a los prototipos de belleza que imparten. Han generado en las mujeres (y hombres), un gran descontento con su cuerpo, potenciando las inseguridades, que las llevan a tener una baja autoestima, problemas alimenticios y, en muchos casos, suicidios. Nos incitan a cambiar todo lo que somos, a seguir patrones de vida y físicos que son inalcanzables, generando odio hacia nosotros mismos, siendo que pensar diferente, actuar diferente, tener un cuerpo único, es lo que nos hace grandes.
Además venden ropa con tallas que no representan al total de la población. Y no solo hablo de tallas grandes, también en los detalles; encuentro insólito que vendan jeans y que la mayoría deba ajustarlos, porque son muy largos. Son detalles que pueden marcar la diferencia. Detalles que tienen mucha aceptación, que pondría a las grandes marcas a favor de la sociedad".
"Creo que como marca de ropa, es muy fácil caer en la copia o que otros te copien, innovar en cuanto a formas es un poco complejo, ya que la sociedad chilena es muy conservadora y clásica para vestirse, aunque estos últimos años he observado que se han ido atreviendo de a poco a usar 'prendas fuera de lo común'.
Es por esto que mi principal desafío es darle personalidad a la marca, mi enfoque es ir más allá de la ropa. La ropa es solo una excusa para llegar con mi mensaje, y siento que eso me ha diferenciado de otras marcas y he llegado a la gente de una manera muy empática. Como leí una vez 'no se trata de diseños, se trata de emociones', y cuando logras eso, cuando tienes personalidad, cuando piensas distinto, cuando piensas en los otros para llegar a su emoción, es difícil caer en la copia, eso te hace único".
"Me imagino a Chamai como una marca que sea reconocida en nuestro país, como una marca cercana a la mujer chilena. Con puntos de venta a lo largo de todo el país, generando espacios de conversación entre las clientas, siendo un referente en el mundo del diseño nacional e internacional en un futuro no tan lejano. Generar empleos para mujeres y que se sientan parte de este mensaje, también me gustaría hacer charlas sobre amor propio en colegios a niñas o en universidades. Tengo muchos sueños para Chamai y tengo la convicción que los lograré".
La propuesta de Chamai
Paloma señala que su propuesta se inspira en el camaleón, ya que busca que sus prendas se adapten a los cuerpos y vayan cambiando de acuerdo a las necesidades. "Así como el camaleón cambia de color, Chamai cambia de acuerdo a los distintos tipos de cuerpo. Además, busco resaltar los colores y que el negro deje de ser protagonista en las playas de Chile, solo por el pretexto de que 'adelgaza'", explica.
Esto la ha llevado a tener un proceso creativo muy intuitivo a la hora de combinar colores y estampados, y muy estructurado al momento de ver la morfología de las piezas. "Si bien siempre estoy atenta a las tendencias, rescato sólo ciertas formas, ya que mi objetivo es crear prendas cómodas, que cubran las necesidades de las chilenas, entonces es mucha observación de campo, ir a las playas; ver cómo se comportan las mujeres en ese contexto, qué prendas usan, observar qué tan cómodas o incómodas pueden estar con ciertas prendas, y desde ahí comenzar a diseñar formas", complementa.
¿Por qué crees que es necesario que las marcas se proyecten desde una mirada inclusiva y desde la diversidad de los cuerpos?
"Creo que las marcas de retail deben asumir su responsabilidad social en cuanto a los prototipos de belleza que imparten. Han generado en las mujeres (y hombres), un gran descontento con su cuerpo, potenciando las inseguridades, que las llevan a tener una baja autoestima, problemas alimenticios y, en muchos casos, suicidios. Nos incitan a cambiar todo lo que somos, a seguir patrones de vida y físicos que son inalcanzables, generando odio hacia nosotros mismos, siendo que pensar diferente, actuar diferente, tener un cuerpo único, es lo que nos hace grandes.
Además venden ropa con tallas que no representan al total de la población. Y no solo hablo de tallas grandes, también en los detalles; encuentro insólito que vendan jeans y que la mayoría deba ajustarlos, porque son muy largos. Son detalles que pueden marcar la diferencia. Detalles que tienen mucha aceptación, que pondría a las grandes marcas a favor de la sociedad".
El principal desafío al que se enfrenta Chamai
"Creo que como marca de ropa, es muy fácil caer en la copia o que otros te copien, innovar en cuanto a formas es un poco complejo, ya que la sociedad chilena es muy conservadora y clásica para vestirse, aunque estos últimos años he observado que se han ido atreviendo de a poco a usar 'prendas fuera de lo común'.
Es por esto que mi principal desafío es darle personalidad a la marca, mi enfoque es ir más allá de la ropa. La ropa es solo una excusa para llegar con mi mensaje, y siento que eso me ha diferenciado de otras marcas y he llegado a la gente de una manera muy empática. Como leí una vez 'no se trata de diseños, se trata de emociones', y cuando logras eso, cuando tienes personalidad, cuando piensas distinto, cuando piensas en los otros para llegar a su emoción, es difícil caer en la copia, eso te hace único".
Imaginando el futuro de Chamai
"Me imagino a Chamai como una marca que sea reconocida en nuestro país, como una marca cercana a la mujer chilena. Con puntos de venta a lo largo de todo el país, generando espacios de conversación entre las clientas, siendo un referente en el mundo del diseño nacional e internacional en un futuro no tan lejano. Generar empleos para mujeres y que se sientan parte de este mensaje, también me gustaría hacer charlas sobre amor propio en colegios a niñas o en universidades. Tengo muchos sueños para Chamai y tengo la convicción que los lograré".
¿Dónde comprarlos? En Gracia Quinta o en las redes sociales de la marca.
(Fotos gentileza de Chamai)
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