Comenzar una vida en el veganismo supone cambiar los hábitos de consumo en un 100%. El vestir no es indiferente a ese proceso. Así le ocurrió a la diseñadora argentina, Andrea De Iacovo, quien en la transición de dejar de comer animales y sus derivados decidió crear su marca de calzado sustentable y libre de crueldad, Boobamara. "Luego me fui adentrando en el tema y es terrible la crueldad que es aplicada a los animales, el especismo y varias cuestiones que tienen que ver con sus uso para provecho del humano", afirma. Pero qué ha supueste esta opción, que la ha llevado a ser la primera etiqueta argentina Peta friendly y embajadora de MOLA en ese país. Hoy nos lo cuenta.
Boobamara se define como vegan shoes, que respeta la vida de cada animal como ser que siente y propone una vida sin sufrimiento, tomando conciencia en sus productos.
Asimismo, sus piezas se fabrican reinvindicando el antiguo oficio de zapatero y con una lógica sustentanble que supone tener stock limitados y hacer upcycling de materiales.
En esa línea una de las grandes motivaciones de Andrea hoy es seguir investigando en materialidades biodegradables. "Estamos en un momento sin retorno en cuestiones medioambientales, y hablar solamente de veganismo en cualquier área es egoísta, sin pensar en el medioambiente, que es el que todos habitamos", insiste.
Por lo mismo, clarifica que su veganismo influye en su proceso creativo a través del reemplazo de materiales y la generación de conciencia, no activismo.
"Es sumamente necesario ya que necesitamos desprogramar de alguna manera la obsolescencia programada en la que estamos inmersos. Tengo 42 años, a los 15 , veía videos de Jane Goodall y lloraba, era muy chica y todo lo que hoy se ve, ya se sabía en ese entonces, necesitamos tocar fondo como sociedad para volver a resurgir. Hace dos años tuve el honor de compartir un backstage con ella, no puedo expresar la emoción de verla en persona. El mundo necesita más gente así.
En cuanto a comunicación, es necesario reinvindicar antiguos oficios, salir del fast fashion, poder generar vínculos e informar a los consumidores, darles la posibilidad de que vivan experiencias y no solamente compren compulsivamente.
La forma de producir y comunicar en la moda debe ser reprogramada en base a un nivel de conciencia con el medioambiente y la humanidad".
Andrea me cuenta que el principal desafío que enfrenta hoy con Boobamara es "entrar en un mundo y una economía paralela, donde se valoran otras cuestiones, donde al consumidor se le da la posibilidad de generar experiencias, informarse, crear y ser protagonista de lo que adquiere".
Para sortear esta dificultad, le dedica tiempo a concientizar, dar charla y contar el backstage del zapato.
En cuento a al futuro de Boobamara lo imagina como algo común, donde nadie le cuestionará por qué un zapato es vegano. "Ese cambio lo aprecio cada vez más, simple, donde cada vez puedo avanzar más en lograr un calzado que no genere huella", concluye.
¿Dónde comprarlos? En su tienda online.
La propuesta de Boobamara
Boobamara se define como vegan shoes, que respeta la vida de cada animal como ser que siente y propone una vida sin sufrimiento, tomando conciencia en sus productos.
Asimismo, sus piezas se fabrican reinvindicando el antiguo oficio de zapatero y con una lógica sustentanble que supone tener stock limitados y hacer upcycling de materiales.
En esa línea una de las grandes motivaciones de Andrea hoy es seguir investigando en materialidades biodegradables. "Estamos en un momento sin retorno en cuestiones medioambientales, y hablar solamente de veganismo en cualquier área es egoísta, sin pensar en el medioambiente, que es el que todos habitamos", insiste.
Por lo mismo, clarifica que su veganismo influye en su proceso creativo a través del reemplazo de materiales y la generación de conciencia, no activismo.
¿Por qué crees que es necesario que la moda asuma nuevas maneras de producir y comunicar sus productos?
"Es sumamente necesario ya que necesitamos desprogramar de alguna manera la obsolescencia programada en la que estamos inmersos. Tengo 42 años, a los 15 , veía videos de Jane Goodall y lloraba, era muy chica y todo lo que hoy se ve, ya se sabía en ese entonces, necesitamos tocar fondo como sociedad para volver a resurgir. Hace dos años tuve el honor de compartir un backstage con ella, no puedo expresar la emoción de verla en persona. El mundo necesita más gente así.
En cuanto a comunicación, es necesario reinvindicar antiguos oficios, salir del fast fashion, poder generar vínculos e informar a los consumidores, darles la posibilidad de que vivan experiencias y no solamente compren compulsivamente.
La forma de producir y comunicar en la moda debe ser reprogramada en base a un nivel de conciencia con el medioambiente y la humanidad".
Los desafíos y el futuro de Boobamara
Andrea me cuenta que el principal desafío que enfrenta hoy con Boobamara es "entrar en un mundo y una economía paralela, donde se valoran otras cuestiones, donde al consumidor se le da la posibilidad de generar experiencias, informarse, crear y ser protagonista de lo que adquiere".
Para sortear esta dificultad, le dedica tiempo a concientizar, dar charla y contar el backstage del zapato.
En cuento a al futuro de Boobamara lo imagina como algo común, donde nadie le cuestionará por qué un zapato es vegano. "Ese cambio lo aprecio cada vez más, simple, donde cada vez puedo avanzar más en lograr un calzado que no genere huella", concluye.
¿Dónde comprarlos? En su tienda online.
(Fotos gentileza de Boobamara)
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