Crear un proyecto donde predominara el oficio y una economía familiar limpia, así también como el trabajo colaborativo con la comunidad y una materia prima que no tuviera un impacto negativo asociado, en este caso el desecho del skateboard, motivó a Juan Carlos Barrera y Dania Salazar a desarrollar la marca de joyería sostenible y ecoarte, Rubrum (parte de la plataforma Suprareciclaje). Estaban convencidos que a través de ese camino podrían "contribuir de manera positiva hacia un cambio social, ambiental y económico, demostrando que es posible tener un producto de calidad con materiales en desuso". Hoy nos mostrarán cómo están llevando a cabo ese propósito.
Juan Carlos y Dania me cuentan que su propuesta se basa principalmente en el diseño social y experimental. Su idea es crear conciencia a través del diseño, al igual que oficio, por lo mismo se enfocan en el desarrollo de objetos con materiales recuperados, el trabajo colaborativo y la disminución de sus desechos en el ciclo productivo.
En esa línea se definen como un "estudio de experimentación" en el que las técnicas tradicionales de carpintería son el vehículo para crear joyería sostenible y ecoarte desde los desechos del skateboard.
"Nuestro proyecto se desarrolla por medio del upcycling, aunque preferimos el término suprareciclaje, que tiene que ver con el deconstruir un material que fue desechado y transformarlo en una nueva materia prima, para de esta forma poder extender su ciclo de utilidad, dándole una segunda vida por medio de nuestro oficio", complementan.
"El upcycling también forma parte importante en nuestra vida cotidiana, ya que es la búsqueda y respuesta hacia el cómo podemos aprender a resolver los errores de diseño que son parte de la problemática medio ambiental en la actualidad y como desde este punto nos hacemos cargo y resignificamos lo que comúnmente llamamos desecho o basura", insisten.
"La importancia de desarrollar cualquiera de estas expresiones, nos da la posibilidad de exponer o visibilizar la problemática que vivimos como sociedad, por lo tanto, es una oportunidad para cambiar nuestros viejos hábitos y comprender que es posible ser parte de este cambio y transmitirlo.
Creemos que el diseño, el arte y el oficio deben estar alineadas con la actuales necesidades y, desde nuestra experiencia, también es una oportunidad de orientar a las personas explicándoles algunas diferencias entre joyería tradicional y la joyería sustentable o slow, lo mismo con el ecoarte, ya que lo tradicional se hizo pensando en resultados inmediatos pero no considerando los daños a largo plazo, en cambio el desarrollo por medio de un enfoque sostenible nos permite considerar todo el proceso con una visión más sistémica".
Para Juan Carlos y Dania su principal desafío es poder llevar a cabo el proyecto de la forma más limpia y consciente posible, desde el uso responsable de materias primas hasta el fin de vida de cada producto. "En ese proceso informarnos ha sido un punto clave, saber la procedencia de los insumos que utilizamos y buscar las opciones que trabajen bajo una ética medio ambiental, que sean productos con certificación y que sus procesos de producción estén ligados a proteger el entorno en el cual se desarrollan, para que finalmente nuestra trazabilidad sea de un bajo impacto en nuestra cadena", explican.
En ese sentido su proyección futura está ligada a lograr cada vez un mayor impacto positivo. "Trabajar en la inclusión social es parte de los propósitos que queremos concretar, dar una segunda oportunidad a las personas en situación de cárcel y a los materiales considerados como desechos. Finalmente es poder llevar a cabo el proyecto con un enfoque circular, en armonía y respeto con nuestro entorno", concluyen.
¿Dónde comprarlo? En las redes sociales de la marca.
La propuesta de Rubrum
Juan Carlos y Dania me cuentan que su propuesta se basa principalmente en el diseño social y experimental. Su idea es crear conciencia a través del diseño, al igual que oficio, por lo mismo se enfocan en el desarrollo de objetos con materiales recuperados, el trabajo colaborativo y la disminución de sus desechos en el ciclo productivo.
En esa línea se definen como un "estudio de experimentación" en el que las técnicas tradicionales de carpintería son el vehículo para crear joyería sostenible y ecoarte desde los desechos del skateboard.
"Nuestro proyecto se desarrolla por medio del upcycling, aunque preferimos el término suprareciclaje, que tiene que ver con el deconstruir un material que fue desechado y transformarlo en una nueva materia prima, para de esta forma poder extender su ciclo de utilidad, dándole una segunda vida por medio de nuestro oficio", complementan.
"El upcycling también forma parte importante en nuestra vida cotidiana, ya que es la búsqueda y respuesta hacia el cómo podemos aprender a resolver los errores de diseño que son parte de la problemática medio ambiental en la actualidad y como desde este punto nos hacemos cargo y resignificamos lo que comúnmente llamamos desecho o basura", insisten.
¿Por qué creen que es importante el desarrollo de la joyería sostenible y el eco arte?
"La importancia de desarrollar cualquiera de estas expresiones, nos da la posibilidad de exponer o visibilizar la problemática que vivimos como sociedad, por lo tanto, es una oportunidad para cambiar nuestros viejos hábitos y comprender que es posible ser parte de este cambio y transmitirlo.
Creemos que el diseño, el arte y el oficio deben estar alineadas con la actuales necesidades y, desde nuestra experiencia, también es una oportunidad de orientar a las personas explicándoles algunas diferencias entre joyería tradicional y la joyería sustentable o slow, lo mismo con el ecoarte, ya que lo tradicional se hizo pensando en resultados inmediatos pero no considerando los daños a largo plazo, en cambio el desarrollo por medio de un enfoque sostenible nos permite considerar todo el proceso con una visión más sistémica".
El principal desafío de Rubrum y su proyección futura
Para Juan Carlos y Dania su principal desafío es poder llevar a cabo el proyecto de la forma más limpia y consciente posible, desde el uso responsable de materias primas hasta el fin de vida de cada producto. "En ese proceso informarnos ha sido un punto clave, saber la procedencia de los insumos que utilizamos y buscar las opciones que trabajen bajo una ética medio ambiental, que sean productos con certificación y que sus procesos de producción estén ligados a proteger el entorno en el cual se desarrollan, para que finalmente nuestra trazabilidad sea de un bajo impacto en nuestra cadena", explican.
En ese sentido su proyección futura está ligada a lograr cada vez un mayor impacto positivo. "Trabajar en la inclusión social es parte de los propósitos que queremos concretar, dar una segunda oportunidad a las personas en situación de cárcel y a los materiales considerados como desechos. Finalmente es poder llevar a cabo el proyecto con un enfoque circular, en armonía y respeto con nuestro entorno", concluyen.
¿Dónde comprarlo? En las redes sociales de la marca.
(Fotos gentileza de Rubrum)
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