Cumplir una década (10 años!) en la escena de la moda chilena no sólo es meritorio, sino también esperanzador. Por lo mismo, la diseñadora Lupe Gajardo (marca homónima) quería celebrarlo en grande, con un desfile de 48 pasadas, que transmitieran su recorrido creativo y su visión del futuro. Sin embargo, la crisis sanataria derivada del coronavirus cambió todos sus planes y tuvo que cancelar. En un acto valiente decidió, a su vez, cerrar este ciclo, mostrando “la pasarela” online. Ello gracias a las fotos del fitting -sin estilismo-, que realizó antes de que el virus nos llevara a todxs a cuarentena. El acto de Lupe me conmovió y me sentí tan identificada con sus palabras, que la invité a que me contara más de sus aprendizajes en estos años de oficio, y que transformara a QT en su pasarela. Acá el resultado.
Para Lupe sus 10 años de vida la dejaron con un sabor dulce en la boca, gracias a la evolución orgánica que ha tenido su etiqueta. “Ha sido una década de aprendizaje, de experimentación, de atreverme; una década llena de cambios en la industria, llena de destapes de su funcionamiento”, confiesa. De hecho, estos vaivenes le han permitido darse cuenta que su marca homónina es flexible, versátil y que se ha adapta a todos los escenarios, lo que le permite estar en sintonía con los tiempos.
En ese sentido, no duda al enumerar los hitos que marcaron su década:
- 2012: su primera salida internacional en un showroom en el contexto de la Berlin Fashion Week.
- 2013: abre, por primera vez, un desfile en el país en el Viste Santiago.
- 2015: se presenta en la New York Fashion Week.
- 2016: es seleccionada como una de las marcas a seguir por la prestigiosa agencia de tendencias WGSN, lo que asegura es uno de los hitos más relevantes de su carrera.
- 2017 – 2019: sus desfiles independientes, que ayudaron muchísimo -según afirma- a crear la imagen de “Lupe Gajardo”.
En la colección aniversario de Lupe Gajardo, si bien quería transmitir varios temas, “la escasez” es el concepto que predomina y que, considera, el hilo conductor de sus 10 años de vida.
“Yo hablo y me inspiro en la escasez, porque la industria chilena es muy escasa de materias primas, de medios para realizar lo que uno tiene en mente. Y a partir de eso empiezo una búsqueda y experimentación textil de textura, siluetas y formas, que han inspirado y marcan mi propuesta desde sus inicios”, explica.
En ese sentido, su apuesta se centra en hablar de la escasez, pero desde una mirada positiva. “Cuando no hay, estamos obligados a innovar. Estamos obligados a sacar lo mejor desde lo menos, desde lo escaso”, insiste.
Lo anterior, comenta, va en contraposición con la idea del “ultra consumo” existente. “Una sensación de que se necesita mucho para hacer cosas, cuando la verdad es que si el concepto o la idea es suficientemente fuerte y uno es capaz de expresarla, no son necesarias tantas cosas. En el fondo es el triunfo de la idea por sobre la forma; la importancia del concepto”, complementa.
Esa ecuación se logra gracias a muchas horas de trabajo y un proceso orgánico de mucha experimentación en la confección. “Hay muchas mezclas e inventos de técnicas de confección. Está todo permitido. Es la primera colección en la que me di absoluta libertad de construcción de las prendas. Es decir, tratarlas más como un objeto, un cuerpo, como si estuviera pintando un cuadro. Hay una libertad en el proceso que es muy especial. Por eso se necesitó de mucho tiempo, porque cada vestido ha sido pensando como un objeto de arte, que es a lo que quiero apuntar”, relata.
“Creo que a nivel global es momento de replantearse todo. Afortunadamente hace un tiempo que estoy dirigiendo mi marca hacia una tendencia que se me hace muy natural: una producción lenta, de muy bajo consumo, de baja huella de carbono con procesos lentos, respetuosos con el medio ambiente.
Si bien en el comienzo de esta década no era para nada mi idea, al contrario, quería crecer como retail y tener muchas tiendas, ahora agradezco que el aprendizaje más valioso de estos años fue justamente haber tomado la dirección opuesta y especializarnos.
Y esta colección es el puntapié inicial de la nueva década y de la nueva de la nueva línea Lupe Gajardo, que son exclusivamente piezas únicas, hechas en su mayoría a mano, artesanales, con mucho reciclado, desde prendas hasta textiles. En el fondo, súper de la mano con la tendencia lenta, del slow. Ese sentido, esto nos va a provocar un tremendísimo ajuste en muchas áreas, pero creemos que estamos que estamos preparados para lo que viene”, concluye.
Los aprendizajes de Lupe Gajardo tras 10 años de vida
Para Lupe sus 10 años de vida la dejaron con un sabor dulce en la boca, gracias a la evolución orgánica que ha tenido su etiqueta. “Ha sido una década de aprendizaje, de experimentación, de atreverme; una década llena de cambios en la industria, llena de destapes de su funcionamiento”, confiesa. De hecho, estos vaivenes le han permitido darse cuenta que su marca homónina es flexible, versátil y que se ha adapta a todos los escenarios, lo que le permite estar en sintonía con los tiempos.
En ese sentido, no duda al enumerar los hitos que marcaron su década:
- 2012: su primera salida internacional en un showroom en el contexto de la Berlin Fashion Week.
- 2013: abre, por primera vez, un desfile en el país en el Viste Santiago.
- 2015: se presenta en la New York Fashion Week.
- 2016: es seleccionada como una de las marcas a seguir por la prestigiosa agencia de tendencias WGSN, lo que asegura es uno de los hitos más relevantes de su carrera.
- 2017 – 2019: sus desfiles independientes, que ayudaron muchísimo -según afirma- a crear la imagen de “Lupe Gajardo”.
La colección aniversario: 10 años de Lupe Gajardo
En la colección aniversario de Lupe Gajardo, si bien quería transmitir varios temas, “la escasez” es el concepto que predomina y que, considera, el hilo conductor de sus 10 años de vida.
“Yo hablo y me inspiro en la escasez, porque la industria chilena es muy escasa de materias primas, de medios para realizar lo que uno tiene en mente. Y a partir de eso empiezo una búsqueda y experimentación textil de textura, siluetas y formas, que han inspirado y marcan mi propuesta desde sus inicios”, explica.
Lo anterior, comenta, va en contraposición con la idea del “ultra consumo” existente. “Una sensación de que se necesita mucho para hacer cosas, cuando la verdad es que si el concepto o la idea es suficientemente fuerte y uno es capaz de expresarla, no son necesarias tantas cosas. En el fondo es el triunfo de la idea por sobre la forma; la importancia del concepto”, complementa.
Esa ecuación se logra gracias a muchas horas de trabajo y un proceso orgánico de mucha experimentación en la confección. “Hay muchas mezclas e inventos de técnicas de confección. Está todo permitido. Es la primera colección en la que me di absoluta libertad de construcción de las prendas. Es decir, tratarlas más como un objeto, un cuerpo, como si estuviera pintando un cuadro. Hay una libertad en el proceso que es muy especial. Por eso se necesitó de mucho tiempo, porque cada vestido ha sido pensando como un objeto de arte, que es a lo que quiero apuntar”, relata.
Chile y el mundo están pasando por momentos de cambios profundos (crisis climática, estallido social, coronavirus, etc) ¿Cómo estas nuevas realidades desafían el inicio de una nueva década para tu marca?
“Creo que a nivel global es momento de replantearse todo. Afortunadamente hace un tiempo que estoy dirigiendo mi marca hacia una tendencia que se me hace muy natural: una producción lenta, de muy bajo consumo, de baja huella de carbono con procesos lentos, respetuosos con el medio ambiente.
Si bien en el comienzo de esta década no era para nada mi idea, al contrario, quería crecer como retail y tener muchas tiendas, ahora agradezco que el aprendizaje más valioso de estos años fue justamente haber tomado la dirección opuesta y especializarnos.
Y esta colección es el puntapié inicial de la nueva década y de la nueva de la nueva línea Lupe Gajardo, que son exclusivamente piezas únicas, hechas en su mayoría a mano, artesanales, con mucho reciclado, desde prendas hasta textiles. En el fondo, súper de la mano con la tendencia lenta, del slow. Ese sentido, esto nos va a provocar un tremendísimo ajuste en muchas áreas, pero creemos que estamos que estamos preparados para lo que viene”, concluye.
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