Vivimos días en que nuestro ánimo transita por una montaña rusa, que se va poniendo cada vez más empinada con el encierro. Si bien todavía el sol -sí el astro, no en sentido metafórico- sigue brillando, lo que ayuda a equilibrar las energías, el otoño pronto comenzará a poner a prueba nuestra cabeza. Todo este escenario pareciera ser el peor para crear, sin embargo, se ha demostrado que la adversidad, la carencia y las crisis son, por lejos, el mejor momento para la creatividad. Por lo mismo, todxs aquellxs que amamos la moda y el diseño no podemos "echarnos a morir" y tenemos que darle la vuelta a todo esto, literalmente con nuestras manos. ¿No se te ocurre cómo partir? Hoy te doy un pequeño empujoncito.
Varias veces he hablado del valor terapéutico y sanador de los oficios y cómo pueden -casi como mantras- ayudarnos a controlar la tensión y sobrellevar la adversidad. En ese sentido, en tiempos de cuarentena, donde el punto focal somos nosotrxs mismxs y el espacio en que habitamos, no podemos quedarnos sólo con lo que nos llega de afuera (mediado desde lo digital), sino que tenemos que aprovechar para reflexionar y pensar sobre nuestro presente y futuro. Mirarnos, sin miedo de lo que encontremos.
Desde esa perspectiva, la industria de la moda y los diseñadorxs locales están llamados a desarrollar un proceso creativo, que se conecte con la contingencia desde la esperanza, para comenzar a tejer lo que viene y a imaginar cómo será nuestro vestir o nuestro interacción social desde la indumentaria post coronavirus.
Estoy segura, que no será la misma... no puede ser la misma...
Pero mientras ese proceso se desarrolla, quienes no diseñamos, pero amamos la moda y el diseño podemos utilizarla como herramienta y excusa para desenmarañar nuestras emociones (contradictorias y difusas), y soñar con cómo nos vemos en ese espacio temporal, donde no tendremos miedo de tocarnos y caminar juntxs.
Para ello no se necesita más que de lo que tienes guardado en un cajón o en el fondo del clóset: una prenda que espera ser intervenida hace años; un kit de rescate de agujas e hilos; algún plumón que quedó olvidado; botones y/o accesorios "guachos", que no hemos querido botar; lana; una hoja de papel, un lápiz, etc.
Todo ello sirve para pensar y llevar a cabo nuestro "proyecto". Si no tienes suficiente hilo / lana para completarlo, puedes partir haciéndote preguntas (cómo me siento; cómo me quiero ver; qué me imagino, me acuerdo de....etc, etc); y planificando -cuan estratega- cómo piensas lograrlo.
Las preguntas no sólo te darán los conceptos con lo que podrás, por ejemplo, personalizar esa ropa olvidada, sino también te orientarán para elegir los materiales y definir un propósito sanador.
Lo anterior aterrizado en un paso a paso:
Verás como este ejercicio creativo no sólo despertará tu imaginación, sino también te dará una nueva excusa para inyectar energías al presente con la esperanza, que en un futuro próximo, todo estará bien.
La moda y el diseño serán tus armaduras.
¿Te animas a usarlas?
Crear para vivir, vivir para crear
Varias veces he hablado del valor terapéutico y sanador de los oficios y cómo pueden -casi como mantras- ayudarnos a controlar la tensión y sobrellevar la adversidad. En ese sentido, en tiempos de cuarentena, donde el punto focal somos nosotrxs mismxs y el espacio en que habitamos, no podemos quedarnos sólo con lo que nos llega de afuera (mediado desde lo digital), sino que tenemos que aprovechar para reflexionar y pensar sobre nuestro presente y futuro. Mirarnos, sin miedo de lo que encontremos.
Desde esa perspectiva, la industria de la moda y los diseñadorxs locales están llamados a desarrollar un proceso creativo, que se conecte con la contingencia desde la esperanza, para comenzar a tejer lo que viene y a imaginar cómo será nuestro vestir o nuestro interacción social desde la indumentaria post coronavirus.
Estoy segura, que no será la misma... no puede ser la misma...
Pero mientras ese proceso se desarrolla, quienes no diseñamos, pero amamos la moda y el diseño podemos utilizarla como herramienta y excusa para desenmarañar nuestras emociones (contradictorias y difusas), y soñar con cómo nos vemos en ese espacio temporal, donde no tendremos miedo de tocarnos y caminar juntxs.
Para ello no se necesita más que de lo que tienes guardado en un cajón o en el fondo del clóset: una prenda que espera ser intervenida hace años; un kit de rescate de agujas e hilos; algún plumón que quedó olvidado; botones y/o accesorios "guachos", que no hemos querido botar; lana; una hoja de papel, un lápiz, etc.
Todo ello sirve para pensar y llevar a cabo nuestro "proyecto". Si no tienes suficiente hilo / lana para completarlo, puedes partir haciéndote preguntas (cómo me siento; cómo me quiero ver; qué me imagino, me acuerdo de....etc, etc); y planificando -cuan estratega- cómo piensas lograrlo.
Las preguntas no sólo te darán los conceptos con lo que podrás, por ejemplo, personalizar esa ropa olvidada, sino también te orientarán para elegir los materiales y definir un propósito sanador.
Lo anterior aterrizado en un paso a paso:
- Eliges las preguntas que te hagan más sentido en este hoy. Anotas las respuestas en un papel.
- De las respuestas, toma un par de conceptos, que permitan armar un relato. Idealmente una palabra que refleje "tu ahora", y otra que te de luces, del "mañana". Además piensa en un propósito sanador que cruce ese relato.
- Con eso en la cabeza, elige una prenda que te quede bien y cómoda, pero ya no uses, porque no te gusta el color, el estilo o lo que sea, pero que sabes que si la intervienes podría tener una segunda vida.
- Luego, revisa qué materiales tienes disponible, y selecciona aquellos que te hagan más sentido en función de tus conceptos y propósito, que son las bases del relato que construiste.
- Ármate un plan de trabajo para que el proyecto no quede solo en la idea. Se concretx y realista con los tiempos, y piensa que "estar en casa" será "la tendencia del otoño - invierno 2020".
- Comienza a crear.
- Disfruta del resultado. Tómate fotos, compártelo en redes sociales e invita a otrxs a hacer el suyo.
Verás como este ejercicio creativo no sólo despertará tu imaginación, sino también te dará una nueva excusa para inyectar energías al presente con la esperanza, que en un futuro próximo, todo estará bien.
La moda y el diseño serán tus armaduras.
¿Te animas a usarlas?
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