La propuesta de Bermé
Melanie cuenta que Bermé es una marca que se basa en la moda ética y sustentable. "Usamos descartes de telas o deadstock fabrics de fábricas y diseñadores para producir nuestras prendas. Además en nuestra producción damos utilidad a todos nuestros retos, asegurando un ciclo completo de zero waste (basura cero). Toda la confección es hecha por madre e hija en nuestro atelier familiar en Limache, por lo que podemos asegurar las condiciones laborales adecuadas para las personas que intervienen en el proceso de creación de prendas", explican.
En términos estéticos ofrecen diseños de aires románticos, con cuellos amplios, mangas abullonadas, volantes, grandes volúmenes y detalles por montón. Un estilo que representa lo antiguo y clásico, de forma moderna.
La influencia del zero waste o basura cero en el proceso creativo de Bermé
Su opción por utilizar descartes de telas ha modificado el orden de su proceso creativo. De hecho, primero buscan la tela y con ella, diseñan. "Trabajamos Made-to-order, por lo que creamos un diseño a mi medida, le sacamos fotos y recibimos los pedidos los que comenzamos desde cero según la demanda. Si bien, con este modelo las personas tienen que esperar más por sus prendas, el lado positivo es que no creamos desperdicios innecesarios ni posibles prendas sin dueño. Sumado a esto, tenemos la posibilidad de hacer cada prenda a la medida de cada persona, lo que otorga un alto nivel de personalización y los clientes terminan finalmente con una pieza hecha especialmente para ellos", insisten.
Los restos que se producen en la producción los destinan a la elaboración de mascarillas, accesorios de cabello y artículos de papelería (decoran las tarjetas de agradecimiento). Además hacen sus moldes con los papeles que tienen disponibles en su casa e intentan producir la menor cantidad de residuos en su corte.
Por su parte, los remanentes de esta segunda etapa, lo utilizan como relleno de almohadillas especiales para el planchado de hombros, que afirman son muy útiles para planchar las mangas abullonadas de sus diseños.
"Un tema que queremos mejorar es el relacionado con el packaging, pues creemos que la mejor manera de no generar residuos es simplemente no dar packaging alguno en la entrega de nuestras prendas, lo que por el momento no es posible dados los servicios disponibles de repartos, que tienen sus propias condiciones. Dado esto nos hemos concentrado en no usar ningún tipo de plástico en nuestros envíos, prescindiendo de autoadhesivos, scotch o envoltorios que no sean estrictamente necesarios", complementan.
¿Cómo ha sido para ustedes emprender en pandemia? ¿cuáles han sido los principales desafíos?
"Sin la pandemia este proyecto no tendría vida y sería pospuesto a lo largo de los años. Gracias a la pandemia, mi madre tiene el tiempo disponible para poder dedicarle a la marca y yo me concentro en estudiar para mi examen de grado la mitad del día y, toda la otra mitad, estoy en casa dedicándome exclusivamente a este proyecto.
Actualmente los canales digitales son la mejor plataforma para vender y no creo que sea necesario tener una tienda física para ofrecer nuestras prendas. Con la pandemia la gente se acostumbró a esperar para recibir sus compras, por lo que no ha sido problemático nuestro sistema Made-to-order, dado los beneficios que entrega.
Para nosotras personalmente ha sido un privilegio, usar de manera positiva esta pandemia y que la gente a pesar de este contexto tenga interés y quieran usar nuestros diseños.
Claramente el principal desafío es la escasez de materiales que hay en todas partes. Tratamos de adquirir nuestras telas con proveedores (fábricas y diseñadores) locales, por lo que ha sido complicado para todos en general. Otro gran desafío es el envío de nuestras prendas, que también he afectado a todos los emprendimientos en general, por la sobrecarga de los servicios de entrega".
Un cambio de paradigma de la moda según Bermé
Melanie y Berta están convencidas de que la moda debe cambiar radicalmente. De hecho creen que lo está haciendo gracias a la mirada crítica que está surgiendo de parte de los consumidores, que hoy se preguntan de dónde viene su ropa y cuál es el impacto de su producción. "Los consumidores son más conscientes e informados y ya no quieren usar prendas que no se identifiquen con alguna causa o comparta sus valores. Actualmente todos tienen un interés, una opinión que defender y quieren ser congruentes con ello. La moda no está exenta de esto", reafirman.
"Nuestra marca aporta en este proceso, pues entregamos otra opción a quienes están interesados en la moda sustentable, pues la más conocida hasta el momento es la ropa vintage. Ahora las personas pueden encontrar en nosotros prendas con igual cuidado al medioambiente, pues las telas que utilizamos de no ser usadas serían desperdicios", reitera.
Imaginando el futuro de Bermé atelier
Melanie señala que esperan seguir creciendo lento, pero sin pausas, entendiendo que su estilo no es de gusto masivo, lo que las obliga a ser fieles a él y a mantener la sustentabilidad como su pilar principal.
"Nos imaginamos un futuro sin colecciones con nuevos diseños según las estaciones, nuestros deseos y las telas que consigo encontrar, lo que tiene como consecuencia directa mantener la exclusividad de cada diseño.
Lo principal para mí, sería crear una fuente de trabajo estable para mi madre, pues este proyecto le ha cambiado la vida, ya que está haciendo lo que más le gusta todos los días y cada vez que recibimos un comentario por la buena confección o terminaciones, ella se siente más capaz y valorada", remata Melanie.
¿Dónde comprarla? En la cuenta en Instagram de la marca.
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