Conocer la experiencia de marcas de moda latinoamericanas que están apostando por la sostenibilidad puede ser una excelente manera de aprender y motivarse a emprender o elegir indumentaria que sigue este camino. En esa línea en QT te iremos mostrando algunos ejemplos de cómo su apuesta por la moda lenta está resonando en sus países. Hoy partiremos con la etiqueta de indumentaria colombiana, Lish Clothing de la diseñadora Diana Gómez, que nació en 2013 como una manera de demostrar que si se podía hacer moda sin sacrificar la ética ni la estética.
Diana explica que su propuesta se resume en una idea básica: ropa para usar. "Me interesa crear piezas que la gente habite y pueda proyectar su vida con ellas. Todos los otros adjetivos son decorativos, pero podríamos decir que es funcional, atemporal. Pero me gusta más pensar que es de lavar y planchar (pero sin exagerar)", enfatiza.
En ese sentido, su opción por la moda lenta o slow fashion influye fuertemente en cada etapa de su proceso creativo. "Es como esa vocecita que me habla cada vez que voy a decidir algo y me hace preguntarme si es necesario, si lo hago por mi ego o porque realmente es algo que va a funcionar y se va a poder usar. No es sólo utilizar algodón orgánico es preguntarme si realmente necesito sacar una camiseta blanca de algodón más. Y eso pelea mucho con las formas de monetizar", confiesa.
Diana fue parte de la creación de la Academia de Moda Sostenible, la primera en su tipo en Latinoamérica, que realiza cursos online pensados para personas del sector moda, que quieran desarrollar modelos de negocios basados en la sostenibilidad. Esta experiencia, le ha confirmado el rol de la educación, al momento de pensar en consolidar un ecosistema de moda sostenible latino.
"Nos dimos cuenta que la educación es una gran herramienta de transformación y por eso le apostamos a abrir estos espacios donde contamos cómo se puede digerir la sostenibilidad en la industria de la moda", relata.
Para Diana uno de los principales desafíos en tiempos de pandemia ha sido el choque que le producía la necesidad de vender -vive de su marca- en un contexto donde la ropa parecía completamente superflua. "Encontrar como conectar, como hablar con la gente sin intención de vender y que la gente viera que Lish podía ser un lugar para ver otras cosas fue fundamental. Cuando ya sentí que era prudente abrí el e-commerce por si la gente después de leer o escuchar lo que quiero contarles se animan a comprar", señala.
"Lish es ropa, porque eso fue lo que aprendí a hacer en un principio, pero siempre he sabido que Lish es más grande que eso. La ropa fue y será siempre mi primer medio de expresión pero quiero hacer libros, investigación, un Fablab.... Quiero que sea una demostración de que otras maneras son posibles", concluye.
¿Dónde comprarla? En su tienda online.
La propuesta de Lish Clothing
Diana explica que su propuesta se resume en una idea básica: ropa para usar. "Me interesa crear piezas que la gente habite y pueda proyectar su vida con ellas. Todos los otros adjetivos son decorativos, pero podríamos decir que es funcional, atemporal. Pero me gusta más pensar que es de lavar y planchar (pero sin exagerar)", enfatiza.
En ese sentido, su opción por la moda lenta o slow fashion influye fuertemente en cada etapa de su proceso creativo. "Es como esa vocecita que me habla cada vez que voy a decidir algo y me hace preguntarme si es necesario, si lo hago por mi ego o porque realmente es algo que va a funcionar y se va a poder usar. No es sólo utilizar algodón orgánico es preguntarme si realmente necesito sacar una camiseta blanca de algodón más. Y eso pelea mucho con las formas de monetizar", confiesa.
Su experiencia en la Academia de Moda Sostenible
Diana fue parte de la creación de la Academia de Moda Sostenible, la primera en su tipo en Latinoamérica, que realiza cursos online pensados para personas del sector moda, que quieran desarrollar modelos de negocios basados en la sostenibilidad. Esta experiencia, le ha confirmado el rol de la educación, al momento de pensar en consolidar un ecosistema de moda sostenible latino.
"Nos dimos cuenta que la educación es una gran herramienta de transformación y por eso le apostamos a abrir estos espacios donde contamos cómo se puede digerir la sostenibilidad en la industria de la moda", relata.
Por lo mismo cree que es fundamental transmitir el conocimiento para crear un ambiente crítico, con disenso y con argumentos que nos permitan otras experiencias, saber a qué decirle si o no. "La moda la vivimos a diario y el impulso es el principal motor. Aprender a racionalizar ese impulso y ser críticos es lo que nos va a llevar a modificar la oferta y la demanda", afirma.
Los desafíos de Lish Clothing en pandemia
Para Diana uno de los principales desafíos en tiempos de pandemia ha sido el choque que le producía la necesidad de vender -vive de su marca- en un contexto donde la ropa parecía completamente superflua. "Encontrar como conectar, como hablar con la gente sin intención de vender y que la gente viera que Lish podía ser un lugar para ver otras cosas fue fundamental. Cuando ya sentí que era prudente abrí el e-commerce por si la gente después de leer o escuchar lo que quiero contarles se animan a comprar", señala.
¿Cómo te imaginas el futuro de Lish Clothing?
"Lish es ropa, porque eso fue lo que aprendí a hacer en un principio, pero siempre he sabido que Lish es más grande que eso. La ropa fue y será siempre mi primer medio de expresión pero quiero hacer libros, investigación, un Fablab.... Quiero que sea una demostración de que otras maneras son posibles", concluye.
¿Dónde comprarla? En su tienda online.
(Fotos gentileza Lish Clothing)
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