Los 20 años que llevan siendo amigas las diseñadoras Mónica Salinero-Rates y Karla Arraño-Guzmán han estado unidos en el amor por las artes, el diseño y la estética en general. Sin embargo, el 2019 decidieron que querían construir en el diálogo entre ellas y con otrxs, una propuesta muy natural, de cuidado, que diera espacio a las identidades, "porque la ropa no se puede reducir a la moda, sino que es parte de la forma en que habitamos el mundo individual y colectivamente, y que ha tenido un papel muy importante en proyectos de emancipación", afirman. Ello las llevó a crear la marca de indumentaria sustentable, Chilla, la que hoy nos presentan en primera persona.
Mónica y Karla cuentan que le pusieron Chilla a su marca, al igual que el nombre de un zorro pequeño de Chile, y "gritar" con la idea expandir desde los materiales nobles, un diseño atemporal, sin edades y hecho a mano, que expresa la delicadeza y, a la vez, la fuerza de nuestros cuerpos, nuestra piel, nuestro andar.
"En nuestra actual búsqueda tenemos como referentes la sabiduría de los diseños del mundo de los pueblos andinos y mesomericanos. Se trata de una propuesta que quiere aportar al giro hacia la valorización de lo local tanto en los materiales, el diseño, la confección, y que ha ido transitando, en este corto tiempo, inevitablemente hacia un compromiso diario con la sustentabilidad en sus diversas dimensiones", explican.
"En este paso a paso, vamos reconociendo los desafíos que implican optar por el camino de la sustentabilidad. En general somos intuitivas, orgánicas en la forma de crear, porque nos planteamos ideas que vamos dialogando, buscando soluciones o posibilidades desde la evolución de una prenda. Esto significa, por ejemplo, que aparecen las oportunidades y limitaciones de las telas por las que estamos optando. En un momento optamos por telas 100% naturales, pero hoy ya queremos que además se hayan producido en Chile para conocer las condiciones de producción tanto ambientales como laborales, y reducir la huella de carbono.
Pero claro, la producción local es reducida, no hay gran variedad de telas, y su costo es mayor. Pero estamos seguras que es el camino correcto, porque además la calidad del material es realmente buena.
La sustentabilidad significa pensar en soluciones para algo aparentemente tan simple como si lleva o no botón y de qué tipo, porque eso puede afectar el ciclo de vida/muerte completo del producto. En realidad, son muchísimos temas los que nos ha planteado el elegir el camino de la sustentabilidad, es toda una forma de crear, otro paradigma. Por lo que preferimos no hablar de colecciones de temporadas, sino de la Colección de Chilla, y que hemos optado por el pre-order, que es una forma mucho más personalizada de trabajar, porque lo hacemos por el interés de una persona y el uso real que puede darle a una prenda hecha especialmente para ella, lo que es mucho más inspirador y delicado como trabajo".
Tanto Mónica como Karla están convencidas que el actual paradigma de la moda tiene que cambiar, en particular el ligado a la moda rápida o fast fashion, dado que funciona como camisa de fuerza o uniforme. "Cuando en realidad estamos viviendo en un mundo mucho más diverso y profundo de lo que nos permite experimentar la moda del comprar y tirar", insisten.
Asimismo creen que desde el consumo y la sustentabilidad, no responde a un modelo que pueda subsistir mucho tiempo más, porque tiene una gran responsabilidad en la contaminación y cambio climático, es decir, en donde vivimos. "Desde las personas y comunidades, el paradigma del fast fashion no genera buen empleo, ni condiciones dignas, ni necesariamente aporta a la economía local de forma sostenida en el tiempo, lo hemos visto en pandemia con las grandes marcas mundiales que se han negado a pagar el trabajo que encargaron con mucha anticipación a trabajadores de países pobres", reafirman.
En ese sentido como pequeña marca local están involucradas en todo su proceso de diseño, producción y confección. "Nos preocupamos de promover, difundir y avanzar en un modelo más sustentable. Sin duda es muy relevante el trabajo que podemos hacer compartiendo las bondades de elegir sustentabilidad y nosotras mismas vamos aprendiendo día a día", subrayan.
Mónica y Karla confiesan que la pandemia ha sido un gran desafío en sus vidas, no sólo en términos de construcción de marca -de por si complejo en Chile pre Covid-19-, sino también como mujeres. "Creemos que Chilla, como proyecto, ha logrado mucho más de lo que habíamos imaginado considerando los efectos del Estallido del 18 de octubre y la pandemia. Así que nuestro principal desafío ha sido más interno, quizás más invisible, la falta de espacios de encuentros cara a cara, el extrañarnos. Finalmente, volver a compartir, juntarnos, conversar ha sido la forma en que poco a poco hemos ido sorteado lo más difícil para un proyecto colaborativo, reflexivo, y de experimentación como el nuestro", relatan.
"Imaginamos a nuestra querida Chilla siendo un referente de moda sustentable y diseño de vestuario en Chile, con el que mujeres y hombres se sientan identificados haciéndonos parte de la expresión de su identidad y de sus propios compromisos con el cambio", concluyen.
¿Dónde comprarla? En su cuenta en Instagram.
La propuesta de Chilla
Mónica y Karla cuentan que le pusieron Chilla a su marca, al igual que el nombre de un zorro pequeño de Chile, y "gritar" con la idea expandir desde los materiales nobles, un diseño atemporal, sin edades y hecho a mano, que expresa la delicadeza y, a la vez, la fuerza de nuestros cuerpos, nuestra piel, nuestro andar.
"En nuestra actual búsqueda tenemos como referentes la sabiduría de los diseños del mundo de los pueblos andinos y mesomericanos. Se trata de una propuesta que quiere aportar al giro hacia la valorización de lo local tanto en los materiales, el diseño, la confección, y que ha ido transitando, en este corto tiempo, inevitablemente hacia un compromiso diario con la sustentabilidad en sus diversas dimensiones", explican.
La influencia de la sustentabilidad en su proceso creativo
"En este paso a paso, vamos reconociendo los desafíos que implican optar por el camino de la sustentabilidad. En general somos intuitivas, orgánicas en la forma de crear, porque nos planteamos ideas que vamos dialogando, buscando soluciones o posibilidades desde la evolución de una prenda. Esto significa, por ejemplo, que aparecen las oportunidades y limitaciones de las telas por las que estamos optando. En un momento optamos por telas 100% naturales, pero hoy ya queremos que además se hayan producido en Chile para conocer las condiciones de producción tanto ambientales como laborales, y reducir la huella de carbono.
Pero claro, la producción local es reducida, no hay gran variedad de telas, y su costo es mayor. Pero estamos seguras que es el camino correcto, porque además la calidad del material es realmente buena.
La sustentabilidad significa pensar en soluciones para algo aparentemente tan simple como si lleva o no botón y de qué tipo, porque eso puede afectar el ciclo de vida/muerte completo del producto. En realidad, son muchísimos temas los que nos ha planteado el elegir el camino de la sustentabilidad, es toda una forma de crear, otro paradigma. Por lo que preferimos no hablar de colecciones de temporadas, sino de la Colección de Chilla, y que hemos optado por el pre-order, que es una forma mucho más personalizada de trabajar, porque lo hacemos por el interés de una persona y el uso real que puede darle a una prenda hecha especialmente para ella, lo que es mucho más inspirador y delicado como trabajo".
Cambios al actual paradigma de la moda
Tanto Mónica como Karla están convencidas que el actual paradigma de la moda tiene que cambiar, en particular el ligado a la moda rápida o fast fashion, dado que funciona como camisa de fuerza o uniforme. "Cuando en realidad estamos viviendo en un mundo mucho más diverso y profundo de lo que nos permite experimentar la moda del comprar y tirar", insisten.
Asimismo creen que desde el consumo y la sustentabilidad, no responde a un modelo que pueda subsistir mucho tiempo más, porque tiene una gran responsabilidad en la contaminación y cambio climático, es decir, en donde vivimos. "Desde las personas y comunidades, el paradigma del fast fashion no genera buen empleo, ni condiciones dignas, ni necesariamente aporta a la economía local de forma sostenida en el tiempo, lo hemos visto en pandemia con las grandes marcas mundiales que se han negado a pagar el trabajo que encargaron con mucha anticipación a trabajadores de países pobres", reafirman.
En ese sentido como pequeña marca local están involucradas en todo su proceso de diseño, producción y confección. "Nos preocupamos de promover, difundir y avanzar en un modelo más sustentable. Sin duda es muy relevante el trabajo que podemos hacer compartiendo las bondades de elegir sustentabilidad y nosotras mismas vamos aprendiendo día a día", subrayan.
Los desafíos de Chilla en pandemia
Mónica y Karla confiesan que la pandemia ha sido un gran desafío en sus vidas, no sólo en términos de construcción de marca -de por si complejo en Chile pre Covid-19-, sino también como mujeres. "Creemos que Chilla, como proyecto, ha logrado mucho más de lo que habíamos imaginado considerando los efectos del Estallido del 18 de octubre y la pandemia. Así que nuestro principal desafío ha sido más interno, quizás más invisible, la falta de espacios de encuentros cara a cara, el extrañarnos. Finalmente, volver a compartir, juntarnos, conversar ha sido la forma en que poco a poco hemos ido sorteado lo más difícil para un proyecto colaborativo, reflexivo, y de experimentación como el nuestro", relatan.
¿El futuro de Chilla?
"Imaginamos a nuestra querida Chilla siendo un referente de moda sustentable y diseño de vestuario en Chile, con el que mujeres y hombres se sientan identificados haciéndonos parte de la expresión de su identidad y de sus propios compromisos con el cambio", concluyen.
¿Dónde comprarla? En su cuenta en Instagram.
(Fotos gentileza de Chilla)
COMMENTS