La crisis medioambiental, el rol de la industria de la construcción y los materiales derivados del petróleo llevaron a lxs arquitectxs María José Besoain y Alejandro Weiss a cuestionarse su propio quehacer, llegando a la conclusión de que el problema no eran los materiales sino la cultura desechable que los rodeaba. "Desde ahí el discurso y la práctica hacen más sentido, ya que en la medida en que cambiemos nuestra cultura y nuestros hábitos se pueden generar cambios más profundos. Con esto, los biomateriales se transforman en un vehículo que permite poner en la palestra todas las dimensiones de la creación de nuestro entorno construido, tanto la ecosistémica, la territorial, la política, la emocional y la logística/utilitaria", expresan. Este convencimiento los llevó a crear el Laboratorio de Biomateriales Valdivia (LABVA), que hoy María José, nos lo presenta y nos cuenta cómo los biomateriales y su investigación en código abierto podrían favorecer el desarrollo de industriales locales como la de la moda.
"Entender que territorio no es sólo una franja de tierra sino más bien todas las comunidades (humanas y no humanas) que lo habitan y sus interacciones socio-ambientales y que desde ahí nacen nuestras materialidades hace que nos cuestionemos constantemente la pertinencia y el sentido que pueden tener los mismos.
Las vinculaciones afectivas, el arraigo, las posibilidades de generar autonomía y soberanía en los mismos, la capacidad de nutrir el territorio que habitamos en su degradación, todo eso deriva en la generación de una nueva cultura.
La descontextualización de las materialidades ha causado estragos en Latinoamérica, desde devastación de los territorios por materias primas hasta el empobrecimiento de las comunidades y de los suelos que habitamos. Es por eso que los biomateriales, como los concebimos nosotros, buscan entenderse desde las posibilidades de regeneración que puedan ofrecer a las mismas localidades y no estar al servicio de la globalización.


María José explica que entre sus principales hallazgos se encuentra que los biomateriales son una herramienta muy poderosa de cuestionamiento y entendimiento de nuestro entorno. En esa línea, lo califican como un hallazgo filosófico, lo que ha derivado en una materialidad que engloba una serie de valores, que buscan promover al momento de generar nuevas materialidades.
"En este caso el biotextil de Maqui es un buen ejemplo de las interacciones territoriales que se pueden generar, desde las comunidades animales, vegetales y humanas hasta el trabajo con microorganismos cosechados del mismo territorio, pudiendo crear un material nativo con la ayuda de otros seres vivos", afirma.

"Creemos que el aporte será fundamental. Por ejemplo, si analizamos desde la perspectiva de la industria local, la mayor parte de los materiales son importados desde el extranjero, ya sea por un tema de precio o bien porque nuestro país no cuenta industria ni alternativas materiales desarrolladas localmente. Así, el desarrollo de biomateriales locales puede incentivar la creación de un nuevo sistema de producción local de biotextiles, permitiendo no sólo nuevas alternativas y diferenciación en temas de diseño sino que por sobre todo la posibilidades de crear nuevos empleos y redes de producción en una pequeña y mediana industria de la moda.
Por otra parte, desde la perspectiva de las tendencias slow, los biomateriales permitirán que la producción local de moda tenga asegurada su trazabilidad, no sólo en aspectos de biodegradabilidad y compostabilidad sino que por sobre todo en la posibilidad de generar materiales de muy bajo impacto ambiental, responsables con el ecosistema y fomentando la relación con diseñadoras(es), gente de oficio y consumidores".
María José señala que en la medida en que puedan investigar de manera transversal y desde otros lugares -que no se sostienen desde jerarquías que buscan promover relaciones de poder o económicas-, se pueden levantar nuevas opciones que sean atingentes a los territorios que se habitan, entendiendo desde las bases las lógicas y necesidades locales para poder promover la autonomía.
En esta línea insiste que entender todas las partes del proceso de la generación de una materia impacta en cómo vemos nuestro entorno. "Aprendemos a mirar con otros ojos ya que en ellos está presente la temporalidad, la estacionalidad, los costos medioambientales y humanos. La posibilidad de generar estas respuestas desde otros lugares conlleva necesariamente abrir la información (mediante el código abierto) y el acceso a otras esferas que no han tenido un acercamiento a ella. De todas maneras esto conlleva una responsabilidad ya que debemos ser conscientes en cómo se hace este traspaso con los valores que queremos que se promuevan y no repitiendo las mismas lógicas presentes en el modelo económico actual", comenta.

María José no duda en señalar que tenemos todo para ser potencia en biomateriales. "Tenemos abundancia natural, biodiversidad, culturas ancestrales desde las cuales podemos aprender a tener una relación más sana con nuestro territorio, aprender de sus técnicas y, con la ayuda de tecnología apropiadas, podemos generar conocimiento desde nuestro territorio para nuestro territorio. Debemos superar esta etapa extractivista globalizada y centrarnos en nutrir y regenerar Latinoamérica", reafirma.

"Nos imaginamos LABVA como nuestros materiales: heterogéneo, diverso, colaborativo, distribuido e interespecie! ♥", concluye.
¿Dónde contactarlos? A través de su correo info@labva.org o en las redes sociales del LABVA
¿Por qué creen que es tan importante la ecuación territorio - material en la investigación de biomateriales?
"Entender que territorio no es sólo una franja de tierra sino más bien todas las comunidades (humanas y no humanas) que lo habitan y sus interacciones socio-ambientales y que desde ahí nacen nuestras materialidades hace que nos cuestionemos constantemente la pertinencia y el sentido que pueden tener los mismos.
Las vinculaciones afectivas, el arraigo, las posibilidades de generar autonomía y soberanía en los mismos, la capacidad de nutrir el territorio que habitamos en su degradación, todo eso deriva en la generación de una nueva cultura.
La descontextualización de las materialidades ha causado estragos en Latinoamérica, desde devastación de los territorios por materias primas hasta el empobrecimiento de las comunidades y de los suelos que habitamos. Es por eso que los biomateriales, como los concebimos nosotros, buscan entenderse desde las posibilidades de regeneración que puedan ofrecer a las mismas localidades y no estar al servicio de la globalización.

Colaboración con Kalofisha (arriba y abajo)

Los principales hallazgos en los primeros años de funcionamiento de LABVA
María José explica que entre sus principales hallazgos se encuentra que los biomateriales son una herramienta muy poderosa de cuestionamiento y entendimiento de nuestro entorno. En esa línea, lo califican como un hallazgo filosófico, lo que ha derivado en una materialidad que engloba una serie de valores, que buscan promover al momento de generar nuevas materialidades.
"En este caso el biotextil de Maqui es un buen ejemplo de las interacciones territoriales que se pueden generar, desde las comunidades animales, vegetales y humanas hasta el trabajo con microorganismos cosechados del mismo territorio, pudiendo crear un material nativo con la ayuda de otros seres vivos", afirma.

Colaboración con Roberta
¿Cómo creen que los biomateriales podrían favorecer el desarrollo de industrias locales como la de la moda?
"Creemos que el aporte será fundamental. Por ejemplo, si analizamos desde la perspectiva de la industria local, la mayor parte de los materiales son importados desde el extranjero, ya sea por un tema de precio o bien porque nuestro país no cuenta industria ni alternativas materiales desarrolladas localmente. Así, el desarrollo de biomateriales locales puede incentivar la creación de un nuevo sistema de producción local de biotextiles, permitiendo no sólo nuevas alternativas y diferenciación en temas de diseño sino que por sobre todo la posibilidades de crear nuevos empleos y redes de producción en una pequeña y mediana industria de la moda.
Por otra parte, desde la perspectiva de las tendencias slow, los biomateriales permitirán que la producción local de moda tenga asegurada su trazabilidad, no sólo en aspectos de biodegradabilidad y compostabilidad sino que por sobre todo en la posibilidad de generar materiales de muy bajo impacto ambiental, responsables con el ecosistema y fomentando la relación con diseñadoras(es), gente de oficio y consumidores".
→Algunas marcas de la moda local que se han sumado al desafío colaborativo planteado por LABVA, testeando y expandiendo las posibilidades de comprender los biomateriales son Kalofisha, Ropa de Género y Roberta + All bNAT. Las fotos de esta entrevista son parte de ese proceso.


Colaboración con Ropa de Género
Investigación de biomateriales en código abierto
María José señala que en la medida en que puedan investigar de manera transversal y desde otros lugares -que no se sostienen desde jerarquías que buscan promover relaciones de poder o económicas-, se pueden levantar nuevas opciones que sean atingentes a los territorios que se habitan, entendiendo desde las bases las lógicas y necesidades locales para poder promover la autonomía.
En esta línea insiste que entender todas las partes del proceso de la generación de una materia impacta en cómo vemos nuestro entorno. "Aprendemos a mirar con otros ojos ya que en ellos está presente la temporalidad, la estacionalidad, los costos medioambientales y humanos. La posibilidad de generar estas respuestas desde otros lugares conlleva necesariamente abrir la información (mediante el código abierto) y el acceso a otras esferas que no han tenido un acercamiento a ella. De todas maneras esto conlleva una responsabilidad ya que debemos ser conscientes en cómo se hace este traspaso con los valores que queremos que se promuevan y no repitiendo las mismas lógicas presentes en el modelo económico actual", comenta.

Colaboración con Allbnat
Latinoamérica y eventualmente Chile como polo en la investigación y desarrollo de biomateriales
María José no duda en señalar que tenemos todo para ser potencia en biomateriales. "Tenemos abundancia natural, biodiversidad, culturas ancestrales desde las cuales podemos aprender a tener una relación más sana con nuestro territorio, aprender de sus técnicas y, con la ayuda de tecnología apropiadas, podemos generar conocimiento desde nuestro territorio para nuestro territorio. Debemos superar esta etapa extractivista globalizada y centrarnos en nutrir y regenerar Latinoamérica", reafirma.

Colaboración con Allbnat
¿Cómo se imaginan el futuro de LABVA?
"Nos imaginamos LABVA como nuestros materiales: heterogéneo, diverso, colaborativo, distribuido e interespecie! ♥", concluye.
¿Dónde contactarlos? A través de su correo info@labva.org o en las redes sociales del LABVA
(Fotos gentileza de LABVA / Foto principal: Colaboración con Ropa de Género)
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