El amor por la naturaleza, su apoyo incondicional a sus papás feriantes, un cáncer del que salió invicta a los 24 años, un cambio de carrera y el "bichito" de hacer algo por el planeta llevó a la diseñadora Carolina Piña a crear la marca de bolsos y accesorios desde el suprareciclaje de bolsas plásticas, Piña Zero Waste (PZW). Si bien, en un principio su proyecto fue pura experimentación, en la que los mismos clientes de la feria le traían las bolsas rotas, limpias y secas para que pudiera desarrollar con ellas "textiles", en 2019 decidió transformar su idea en una etiqueta, donde la economía circular y el comercio justo son la base. Hoy nos contará más detalles de este recorrido de altos y bajos con mucha perseverancia y optimismo por delante.
Para Carolina la propuesta de Piña Zero Waste busca visibilizar la gran fortaleza y, a la vez, la debilidad de los plásticos de un solo uso: el consumo y estilo de vida que hoy tenemos.
"Para mí las bolsas, embalajes y manteles plásticos son un material muy versátil que se puede usar en muchas cosas y una de su gran fortaleza/debilidad es que es un material muy duradero y resistente, pero que va a durar cientos de años en nuestro planeta. Una bolsa la vamos a usar sólo 10 minutos en promedio, pero pasará de 150 a 500 años en el nuestro entorno", afirma.
Lo anterior, la llevó a pensar en cómo utilizarlos para crear un producto que durara mucho tiempo y tuviera un valor emocional para quien lo posea. "No sólo queremos hacer carteras y bolsos sino que explorar las distintas aplicaciones que tendría este nuevo material resistente, impermeable, y vegano como alternativa al cuero animal, ya que es similar en resistencia y distintos espesores. Es un proyecto que no busca sólo la ganancia de uno, sino que dar un beneficio para todos los actores claves del proceso y así también apoyar la economía local de las costureras independientes", añade.
Carolina confiesa que el zero waste o basura cero está presente en su vida hace muchísimo tiempo, desde su infancia en medio de las ferias libres, donde era testigo del desperdicio de alimentos, que luego se transformaban en comida para otros y que le llevaron a comprender la importancia de no botar y recuperar.
Esta filosofía de vida la aplicó en cada uno de los procesos de su marca. "Por ejemplo con los retazos, cuando cortamos los moldes de las piezas de las carteras los vamos clasificado por tamaños y colores, y los vamos usando para productos más pequeños como los monederos, tarjeteros y las billeteras. Estos son productos que salen de los descartes de las piezas de los moldes de las carteras que son más grandes. Así también incursionamos en hacer joyas. Los aros de PZW también son subproductos que aparecen del reciclaje del reciclaje, ya que todos los retazos pequeñitos son fundidos nuevamente para ser transformados en hermosos aritos sustentables, livianos y muy coloridos", relata.
El plástico es un material que todxs esperamos erradicar del planeta, pero cuyo camino para lograrlo Carolina lo ve muy largo. "Para mí el problema viene de la industria y las leyes. Si la industria no cambia la forma en que está haciendo las cosas o no buscan nuevas formas de hacer las cosas, vamos a seguir más o menos igual. Si bien existe la Ley REP, las empresas tienen hasta el 2035 para que cambien sus procesos o busquen alternativas. Por mientras hay que seguir innovando y buscando otras posibilidades. Hoy más que nunca los emprendimientos tienen la oportunidad de hacer las cosas bien, trabajando juntos por un mundo más limpio", insiste.
Frente a lo anterior, Carolina intenta a través de Piña Zero Waste de minimizar sus huellas, mediante la organización de la recolección de material, que llega de colaboradores y donaciones, y el traslado en lo posible en transporte de bajas emisiones. De hecho, tomó lo decisión de reciclar los plásticos que están más cerca de su taller en Peñalolén para lograr ese objetivo.
"Para la limpieza utilizamos el agua del enjuage de la lavadora para lavar nuestras bolsas y plásticos a mano, los colgamos igual que ropa al sol. Tiene harto trabajo manual. Es una mezcla entre un proceso artesanal integrando tecnología", explica.
En ese sentido, si bien no ha pensado en la creación de otros textiles, si quiere probar la cestería o el tejido con las mismas telas, a partir de sus retazos. "Hasta ahora he realizado dos pruebas de entramados con las franjas de retazos que quedan y se logra algo muy bonito", comenta
"Al comienzo de la pandemia no sabía que hacer con PZW y estuve inactiva, lo que dio pie a reinventarme y me dedique a la confección de mascarillas con el foco sustentable, porque la idea sigue siendo la misma: ayudar al planeta. Confeccionamos mascarillas de telas reutilizadas, retazos, con algodón interior para el cuidado de la piel.
Dentro del tercer mes, se reactivaron los pedidos de carteras personalizados y ahí potenciamos nuestras telas sustentables y sus características que son impermeables, resistentes y fáciles de limpiar sobre todo en tiempos de Covid, ya que el aseo de las cosas que usamos son vitales para seguir sanitos", señala.
"Espero que PZW sea un referente nacional -y quien dice internacional- en temas de sustentabilidad en donde el eco diseño, la economía circular y el comercio justo sean pilares fundamentales en el desarrollo de nuestra misión de cuidar el medio ambiente generando conciencia sobre el consumo sustentable.
Como plan para mí es fundamental darnos a conocer a más personas para crecer y así, a futuro, poder dar empleo a más personas que compartan mi visión y quieran ser parte de PZW y así poder ampliar los diseños y productos para distintas categorías. Además, ya estamos trabajando para la implementación de talleres al estilo #piñazerowaste para enseñar todo lo que he aprendido experimentando este material.
Esperamos, en un futuro cercano, poder tener un espacio más grande para poder salir de mi mini taller, que es mi dormitorio.
Para terminar este año soñamos con realizar el lanzamiento del sitio web con la tienda online, para facilitar la compra de cada una de nuestras hermosas cosas que hacemos con amor y dedicación para todxs".
¿Dónde comprarlas? En la cuenta en Instagram de la marca
La propuesta de Piña Zero Waste
Para Carolina la propuesta de Piña Zero Waste busca visibilizar la gran fortaleza y, a la vez, la debilidad de los plásticos de un solo uso: el consumo y estilo de vida que hoy tenemos.
"Para mí las bolsas, embalajes y manteles plásticos son un material muy versátil que se puede usar en muchas cosas y una de su gran fortaleza/debilidad es que es un material muy duradero y resistente, pero que va a durar cientos de años en nuestro planeta. Una bolsa la vamos a usar sólo 10 minutos en promedio, pero pasará de 150 a 500 años en el nuestro entorno", afirma.
Lo anterior, la llevó a pensar en cómo utilizarlos para crear un producto que durara mucho tiempo y tuviera un valor emocional para quien lo posea. "No sólo queremos hacer carteras y bolsos sino que explorar las distintas aplicaciones que tendría este nuevo material resistente, impermeable, y vegano como alternativa al cuero animal, ya que es similar en resistencia y distintos espesores. Es un proyecto que no busca sólo la ganancia de uno, sino que dar un beneficio para todos los actores claves del proceso y así también apoyar la economía local de las costureras independientes", añade.
El zero waste o basura cero en el proceso creativo de Piña Zero Waste
Carolina confiesa que el zero waste o basura cero está presente en su vida hace muchísimo tiempo, desde su infancia en medio de las ferias libres, donde era testigo del desperdicio de alimentos, que luego se transformaban en comida para otros y que le llevaron a comprender la importancia de no botar y recuperar.
Esta filosofía de vida la aplicó en cada uno de los procesos de su marca. "Por ejemplo con los retazos, cuando cortamos los moldes de las piezas de las carteras los vamos clasificado por tamaños y colores, y los vamos usando para productos más pequeños como los monederos, tarjeteros y las billeteras. Estos son productos que salen de los descartes de las piezas de los moldes de las carteras que son más grandes. Así también incursionamos en hacer joyas. Los aros de PZW también son subproductos que aparecen del reciclaje del reciclaje, ya que todos los retazos pequeñitos son fundidos nuevamente para ser transformados en hermosos aritos sustentables, livianos y muy coloridos", relata.
Reflexiones sobre el trabajo de Piña Zero Waste con el plástico
El plástico es un material que todxs esperamos erradicar del planeta, pero cuyo camino para lograrlo Carolina lo ve muy largo. "Para mí el problema viene de la industria y las leyes. Si la industria no cambia la forma en que está haciendo las cosas o no buscan nuevas formas de hacer las cosas, vamos a seguir más o menos igual. Si bien existe la Ley REP, las empresas tienen hasta el 2035 para que cambien sus procesos o busquen alternativas. Por mientras hay que seguir innovando y buscando otras posibilidades. Hoy más que nunca los emprendimientos tienen la oportunidad de hacer las cosas bien, trabajando juntos por un mundo más limpio", insiste.
Frente a lo anterior, Carolina intenta a través de Piña Zero Waste de minimizar sus huellas, mediante la organización de la recolección de material, que llega de colaboradores y donaciones, y el traslado en lo posible en transporte de bajas emisiones. De hecho, tomó lo decisión de reciclar los plásticos que están más cerca de su taller en Peñalolén para lograr ese objetivo.
"Para la limpieza utilizamos el agua del enjuage de la lavadora para lavar nuestras bolsas y plásticos a mano, los colgamos igual que ropa al sol. Tiene harto trabajo manual. Es una mezcla entre un proceso artesanal integrando tecnología", explica.
En ese sentido, si bien no ha pensado en la creación de otros textiles, si quiere probar la cestería o el tejido con las mismas telas, a partir de sus retazos. "Hasta ahora he realizado dos pruebas de entramados con las franjas de retazos que quedan y se logra algo muy bonito", comenta
Piña Zero Waste en pandemia
"Al comienzo de la pandemia no sabía que hacer con PZW y estuve inactiva, lo que dio pie a reinventarme y me dedique a la confección de mascarillas con el foco sustentable, porque la idea sigue siendo la misma: ayudar al planeta. Confeccionamos mascarillas de telas reutilizadas, retazos, con algodón interior para el cuidado de la piel.
Dentro del tercer mes, se reactivaron los pedidos de carteras personalizados y ahí potenciamos nuestras telas sustentables y sus características que son impermeables, resistentes y fáciles de limpiar sobre todo en tiempos de Covid, ya que el aseo de las cosas que usamos son vitales para seguir sanitos", señala.
¿El futuro de Piña Zero Waste?
"Espero que PZW sea un referente nacional -y quien dice internacional- en temas de sustentabilidad en donde el eco diseño, la economía circular y el comercio justo sean pilares fundamentales en el desarrollo de nuestra misión de cuidar el medio ambiente generando conciencia sobre el consumo sustentable.
Como plan para mí es fundamental darnos a conocer a más personas para crecer y así, a futuro, poder dar empleo a más personas que compartan mi visión y quieran ser parte de PZW y así poder ampliar los diseños y productos para distintas categorías. Además, ya estamos trabajando para la implementación de talleres al estilo #piñazerowaste para enseñar todo lo que he aprendido experimentando este material.
Esperamos, en un futuro cercano, poder tener un espacio más grande para poder salir de mi mini taller, que es mi dormitorio.
Para terminar este año soñamos con realizar el lanzamiento del sitio web con la tienda online, para facilitar la compra de cada una de nuestras hermosas cosas que hacemos con amor y dedicación para todxs".
¿Dónde comprarlas? En la cuenta en Instagram de la marca
(Fotos gentileza de Piña Zero Waste)
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