La llegada de los diseñadorxs Paula Moya y Martin Llorens a Chile desde Argentina -en 2019-, supuso lo que definen como un "despertar de la conciencia", que no sólo los desafió a adoptar un nuevo estilo de vida cimentado en el veganismo, la meditación, el yoga y el upcycling o suprareciclaje, sino también les dio la oportunidad de crear una marca de indumentaria que se basa en el zero waste o basura cero, que llamaron Triaca. "El catalizador de esta idea fueron las mallas plásticas que se utilizan para frutas y verduras, las encontrábamos por todos lados", explican. Hoy nos contarán cómo les ha ido con esta apuesta creativa.
Paula y Martin explican que Triarca significa "antídoto" y conceptualmente es el remedio contra la moda rápida. "Nuestra misión es reutilizar el textil, ya producido para inclinar la balanza hacia el slow fashion o moda lenta, fomentar el consumo consciente y el comercio justo. Además de proveer de prendas únicas al mercado que compitan en calidad y precio con el retail directamente. La intención de nuestro diseño está focalizada en ampliar los horizontes del consumo promedio en Chile en cuanto a formas, colores y texturas generando nuevas propuestas para el vestuario diario", afirman.
En esa línea el zero waste o basura cero se convierte en la base de su proceso creativo. "Cada diseño parte con la premisa de ocupar aquello que queda de la prenda anterior o de los recursos que utilizamos, ya sean donaciones de ropa, basura recuperada o nuevos materiales incorporados, eso nos da el pie y la facilidad para producir la próxima prenda o producto, es un proceso infinito que se va retroalimentando", comentan.
Pero Triaca no sólo vende vestuario desde el suprareciclaje, sino también ofrece el servicio de reparación y customización de las prendas como una manera de alargar su ciclo de vida y evitar el consumo innecesario dentro de una industria cuya huella ambiental es enorme.
"En el proceso de reparación de la prenda sucede una alquimia, donde algo nuevo que vas a incorporar a tu vestuario contiene toda la emoción de tu prenda favorita", complementan.
Para Paula y Martin la pandemia se convirtió en el escenario óptimo para el nacimiento de su marca. "Nos permitió enfocar nuestro tiempo y esfuerzo en aquello que nos motivaba, sin embargo el punto débil sigue siendo adaptarnos a los nuevos hábitos de consumo de la moda, básicamente vender sin probar y darse a conocer en el boom de los emprendimientos", señalan.
No obstante lo anterior, creen que la clave para destacar son el punto diferenciador de la marca y la capacidad de sostener un proyecto en buena calidad a largo plazo.
En ese sentido, miran el futuro de Triaca muy esperanzados sopesando diversos caminos y posibilidades de escalabilidad del negocio. "Pretendemos un posicionamiento nacional e internacional en corto o mediano plazo, sin embargo una de las cosas que destaca a Triaca es que le permitimos libertad de crecimiento acorde a lo que va sucediendo. Estamos convencidos que el ahora es lo más importante y es donde se encuentra puesta nuestra atención", concluyen.
¿Dónde comprarlo y/o contactarlxs? En su tienda online o en cuenta en Instagram.
La propuesta de Triaca
Paula y Martin explican que Triarca significa "antídoto" y conceptualmente es el remedio contra la moda rápida. "Nuestra misión es reutilizar el textil, ya producido para inclinar la balanza hacia el slow fashion o moda lenta, fomentar el consumo consciente y el comercio justo. Además de proveer de prendas únicas al mercado que compitan en calidad y precio con el retail directamente. La intención de nuestro diseño está focalizada en ampliar los horizontes del consumo promedio en Chile en cuanto a formas, colores y texturas generando nuevas propuestas para el vestuario diario", afirman.
En esa línea el zero waste o basura cero se convierte en la base de su proceso creativo. "Cada diseño parte con la premisa de ocupar aquello que queda de la prenda anterior o de los recursos que utilizamos, ya sean donaciones de ropa, basura recuperada o nuevos materiales incorporados, eso nos da el pie y la facilidad para producir la próxima prenda o producto, es un proceso infinito que se va retroalimentando", comentan.
La reparación de la ropa en Triaca
Pero Triaca no sólo vende vestuario desde el suprareciclaje, sino también ofrece el servicio de reparación y customización de las prendas como una manera de alargar su ciclo de vida y evitar el consumo innecesario dentro de una industria cuya huella ambiental es enorme.
"En el proceso de reparación de la prenda sucede una alquimia, donde algo nuevo que vas a incorporar a tu vestuario contiene toda la emoción de tu prenda favorita", complementan.
Triaca en pandemia mirando al futuro
Para Paula y Martin la pandemia se convirtió en el escenario óptimo para el nacimiento de su marca. "Nos permitió enfocar nuestro tiempo y esfuerzo en aquello que nos motivaba, sin embargo el punto débil sigue siendo adaptarnos a los nuevos hábitos de consumo de la moda, básicamente vender sin probar y darse a conocer en el boom de los emprendimientos", señalan.
No obstante lo anterior, creen que la clave para destacar son el punto diferenciador de la marca y la capacidad de sostener un proyecto en buena calidad a largo plazo.
En ese sentido, miran el futuro de Triaca muy esperanzados sopesando diversos caminos y posibilidades de escalabilidad del negocio. "Pretendemos un posicionamiento nacional e internacional en corto o mediano plazo, sin embargo una de las cosas que destaca a Triaca es que le permitimos libertad de crecimiento acorde a lo que va sucediendo. Estamos convencidos que el ahora es lo más importante y es donde se encuentra puesta nuestra atención", concluyen.
¿Dónde comprarlo y/o contactarlxs? En su tienda online o en cuenta en Instagram.
(Fotos gentileza de Triaca)
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