La pandemia ha llevado a muchas personas a reconectarse con las cosas esenciales, así también a cambiar de trabajo o desarrollar nuevos proyectos. Así les ocurrió a la brasilera afincada en Chile, Fernanda Rodrigues y a la chilena Kenya Uribe, quienes dejaron el mundo corporativo y decidieron dar vida a una plataforma llamada Casa Figo, que busca visibilizar y conectar el trabajo de artistas y creativas de ambos países, que realizan objetos que adornan casas, cuerpos y vidas. Hoy Kenya nos contará cómo están llevando a cabo de este objetivo y de que manera la moda, desde la joyería, tiene un lugar prioritario en su catálogo.
Kenya relata que en la misma época que empezaron a proyectar Casa Figo, el hijo de Fernanda, Pedro, al que llamaba Figo, cumplió un año de vida. "Le llamábamos así porque en una de las ecografías el doctor dijo que era del tamaño de un higo (figo es higo en portugués). Y esta experiencia llevó a una reflexión del cuerpo como casa, de cuál es verdaderamente nuestra casa, en este caso en Chile y Brasil, y como este niño chileno y brasilero se convertía en el fruto de este intercambio cultural", narra.
Lo anterior, la llevó a juntar los diversos procesos que estaban experimentando, que dieron pie a Casa Figo. "Nos permitió conectarnos más que nunca con este lado de nosotras mismas, y seguir conectando, de otra forma, ambos países", insiste.
Kenya explica que además de objetos de cuerpo y casa, tienen en su plataforma los llamados "objetos de vida", que se transforman en el hilo conductor de las propuestas que albergan en su catálogo. "Creemos que lo principal para nosotras es contar historias de mujeres y hacer parte de estas historias a otras mujeres. Todas las propuestas de nuestras artistas son profundas y originales, son objetos hechos con sus propias manos, haciéndolos imperfectamente perfectos y son también la resignificación de técnicas ancestrales con una visión contemporánea y, por supuesto, también brasileña", señala.
En esa línea, los criterios con que realizan las marcas que son parte de Casa Figo y particularmente las relacionadas con adornar el cuerpo está vinculado a su originalidad y factoría. "Todas nuestras artistas son mujeres brasileñas, que ponen el corazón en su trabajo y crean objetos maravillosos con sus propias manos, con procesos justos, con materiales nobles y durables. Por nuestro trabajo, tuvimos por mucho tiempo la oportunidad y el privilegio de conocer el mundo, y creemos que esas experiencias nos ayudaron a reconocer mejor estas propuestas originales, que nos sorprenden. Cuando un trabajo es hecho con tiempo, dedicación y corazón, se nota mucho en el resultado", enfatiza.



"Creemos que es importante reconectar con nosotros mismos, con nuestros espacios, y con los objetos que acompañan nuestras vidas. La pandemia nos hizo ir más lento y revisar nuestras casas, nuestras cosas. Creemos que es importante rodearnos de significado, de valor, de lo que nos haga sentido y que nos haga felices. Nos encantaría que hubieran mucho más espacio para propuestas como estas y que logremos armar una red de artistas, de artesanas, de personas que valoran los procesos creativos y manuales, que tienen historias que compartir".


Kenya no duda en responder, que lo primero que imaginan, al pensar en su futuro como Casa Figo, es una casa real. "Una casa de encuentro, de mezcla de culturas, que nos reciba con música brasilera, y que reciba con cafezinhos a artistas de Chile y Brasil con sus creaciones, y a todos los que quieran contagiarse de ellas. Nos encantaría realmente formar una red que hagamos sentir en casa", concluyen.
¿Dónde ver sus propuesta? Al sitio web de Casa Figo.
Sobre el nacimiento de Casa Figo
Kenya relata que en la misma época que empezaron a proyectar Casa Figo, el hijo de Fernanda, Pedro, al que llamaba Figo, cumplió un año de vida. "Le llamábamos así porque en una de las ecografías el doctor dijo que era del tamaño de un higo (figo es higo en portugués). Y esta experiencia llevó a una reflexión del cuerpo como casa, de cuál es verdaderamente nuestra casa, en este caso en Chile y Brasil, y como este niño chileno y brasilero se convertía en el fruto de este intercambio cultural", narra.
Lo anterior, la llevó a juntar los diversos procesos que estaban experimentando, que dieron pie a Casa Figo. "Nos permitió conectarnos más que nunca con este lado de nosotras mismas, y seguir conectando, de otra forma, ambos países", insiste.
El hilo conductor de Casa Figo
Kenya explica que además de objetos de cuerpo y casa, tienen en su plataforma los llamados "objetos de vida", que se transforman en el hilo conductor de las propuestas que albergan en su catálogo. "Creemos que lo principal para nosotras es contar historias de mujeres y hacer parte de estas historias a otras mujeres. Todas las propuestas de nuestras artistas son profundas y originales, son objetos hechos con sus propias manos, haciéndolos imperfectamente perfectos y son también la resignificación de técnicas ancestrales con una visión contemporánea y, por supuesto, también brasileña", señala.
En esa línea, los criterios con que realizan las marcas que son parte de Casa Figo y particularmente las relacionadas con adornar el cuerpo está vinculado a su originalidad y factoría. "Todas nuestras artistas son mujeres brasileñas, que ponen el corazón en su trabajo y crean objetos maravillosos con sus propias manos, con procesos justos, con materiales nobles y durables. Por nuestro trabajo, tuvimos por mucho tiempo la oportunidad y el privilegio de conocer el mundo, y creemos que esas experiencias nos ayudaron a reconocer mejor estas propuestas originales, que nos sorprenden. Cuando un trabajo es hecho con tiempo, dedicación y corazón, se nota mucho en el resultado", enfatiza.



¿Por qué creen que es importante promover espacios como Casa Figo?
"Creemos que es importante reconectar con nosotros mismos, con nuestros espacios, y con los objetos que acompañan nuestras vidas. La pandemia nos hizo ir más lento y revisar nuestras casas, nuestras cosas. Creemos que es importante rodearnos de significado, de valor, de lo que nos haga sentido y que nos haga felices. Nos encantaría que hubieran mucho más espacio para propuestas como estas y que logremos armar una red de artistas, de artesanas, de personas que valoran los procesos creativos y manuales, que tienen historias que compartir".


¿El futuro de Casa Figo?
Kenya no duda en responder, que lo primero que imaginan, al pensar en su futuro como Casa Figo, es una casa real. "Una casa de encuentro, de mezcla de culturas, que nos reciba con música brasilera, y que reciba con cafezinhos a artistas de Chile y Brasil con sus creaciones, y a todos los que quieran contagiarse de ellas. Nos encantaría realmente formar una red que hagamos sentir en casa", concluyen.
¿Dónde ver sus propuesta? Al sitio web de Casa Figo.
(Fotos gentileza de Casa Figo)
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