Conocer el oficio del calzado por dentro llevó a la diseñadora chilena residente en Buenos Aires, Deisy Bustos, a mirar sus zapatos con ojo crítico. "Quería sentir un calzado que estuviera bien hecho, es decir que no lastime, apriete, ni mucho menos deforme mi pie. No industrializado, sino totalmente artesanal", explica. Ello la motivó a desarrollar la marca de zapatillas premium, Amada Jerez, donde plasma estilos que conjugan formas orgánicas con los detalles del aparado estilo Luis XV. Hoy nos contará cómo logra ese objetivo.
Deisy cuenta que en la propuesta de Amada Jerez se puede observar geometría, color y linealidad. "Las zapatillas recuerdan a los años setenta, pero con la vista puesta en el presente. Los colores se convierten en inspiración para este nuevo modelo de calzado, donde diseño y ligereza se encuentran", enfatiza.
En ese sentido, sus grandes referentes estéticos están en las décadas de los 60, 70 y 80. "En ellas convivieron infinidad de estilos heterogéneos; cargados de diseños donde predominaban los colores vivos; donde se sentaron las bases que marcarían las tendencias futuras. Realmente fueron años creativos en todas las áreas del diseño. Amada Jerez involuntariamente homenajea entre otros, al grupo Memphis, iconoclastas en su época, trascendentes en el tiempo. Este calzado no hace foco en la moda, busca su propia voz, su sonido en el universo", enfatiza.
Para lograr lo anterior, tiene un sistema de producción ligado al pre-order, es decir, se coordina una cita previa, vía chat, donde se pueden ver los materiales y textura del cuero que trabajan, además resuelve todas las dudas de medidas, numeración y calce. El proceso de producción depende del modelo y tiene un tiempo de fabricación de 21 días. Además recibe órdenes de todo el mundo.
Deisy relata que tanto en Chile como en Argentina hay un público que hoy busca un diseño de calidad, diferenciarse de los estándares de moda; promover su propio estilo.
"En Chile ha crecido mucho la propuesta del diseño de autor, esencial para realizar un buen calzado. En Argentina las fábricas producen insumos (cordones, bases, pegamentos, hormas, cueros, etc); cuentan con la protección de la Cámara del Calzado. En Chile el mercado es bastante más reducido, de hecho, en tiempos no tan lejanos de pre-pandemia era frecuente encontrar compatriotas comprando en Buenos Aires. En ese contexto es importante destacar el oficio del zapatero y aparador argentino, muy ligado al estilo italiano. Conocí nietos que continuaron el oficio de su nono (abuelo)", relata.
Deisy señala que como chilena diseñar en Argentina ha sido un privilegio. "Aquí descubrí, me formé y aprendí el oficio. Desarrollé todo tipo de calzado y el mercado en componentes para zapatillas es bastante amplio, creativo, accesible, lo que me permite crear un producto 100% nacional. Hacer calzado me apasiona tanto que hice por mí misma casi toda la cadena de elaboración. Diseño, compras, moldería, escalado y armado. Conocer el proceso es buen atajo para reducir el margen de las dificultades. Sobre todo para una emprendedora.
En mi formación de conocimiento de este oficio que se transmite desde épocas medievales, encontré gente generosa, desde la Universidad de Palermo hasta los abuelos italianos. Hoy estoy dando cursos online aquí en Argentina y en breve daré en Chile. Me encanta y creo que debo difundir y compartir el oficio", enfatiza.
En ese sentido, su futuro lo vislumbra exportando Amada Jerez a Chile de tal manera de acercar un producto 100% artesanal, consciente de la calidad que se necesita para un buen caminar.
¿Dónde comprarlo? Pidiendo una hora desde su Whatsapp (+54) 91122985774 o escribiendo a amadajerezatelier@gmail.com
La propuesta de Amada Jerez
Deisy cuenta que en la propuesta de Amada Jerez se puede observar geometría, color y linealidad. "Las zapatillas recuerdan a los años setenta, pero con la vista puesta en el presente. Los colores se convierten en inspiración para este nuevo modelo de calzado, donde diseño y ligereza se encuentran", enfatiza.
En ese sentido, sus grandes referentes estéticos están en las décadas de los 60, 70 y 80. "En ellas convivieron infinidad de estilos heterogéneos; cargados de diseños donde predominaban los colores vivos; donde se sentaron las bases que marcarían las tendencias futuras. Realmente fueron años creativos en todas las áreas del diseño. Amada Jerez involuntariamente homenajea entre otros, al grupo Memphis, iconoclastas en su época, trascendentes en el tiempo. Este calzado no hace foco en la moda, busca su propia voz, su sonido en el universo", enfatiza.
Para lograr lo anterior, tiene un sistema de producción ligado al pre-order, es decir, se coordina una cita previa, vía chat, donde se pueden ver los materiales y textura del cuero que trabajan, además resuelve todas las dudas de medidas, numeración y calce. El proceso de producción depende del modelo y tiene un tiempo de fabricación de 21 días. Además recibe órdenes de todo el mundo.
Una mirada de la escena del calzado en Argentina respecto a la chilena según Amada Jerez
Deisy relata que tanto en Chile como en Argentina hay un público que hoy busca un diseño de calidad, diferenciarse de los estándares de moda; promover su propio estilo.
"En Chile ha crecido mucho la propuesta del diseño de autor, esencial para realizar un buen calzado. En Argentina las fábricas producen insumos (cordones, bases, pegamentos, hormas, cueros, etc); cuentan con la protección de la Cámara del Calzado. En Chile el mercado es bastante más reducido, de hecho, en tiempos no tan lejanos de pre-pandemia era frecuente encontrar compatriotas comprando en Buenos Aires. En ese contexto es importante destacar el oficio del zapatero y aparador argentino, muy ligado al estilo italiano. Conocí nietos que continuaron el oficio de su nono (abuelo)", relata.
Los desafíos de Amada Jérez en Argentina y sus proyecciones de futuro
Deisy señala que como chilena diseñar en Argentina ha sido un privilegio. "Aquí descubrí, me formé y aprendí el oficio. Desarrollé todo tipo de calzado y el mercado en componentes para zapatillas es bastante amplio, creativo, accesible, lo que me permite crear un producto 100% nacional. Hacer calzado me apasiona tanto que hice por mí misma casi toda la cadena de elaboración. Diseño, compras, moldería, escalado y armado. Conocer el proceso es buen atajo para reducir el margen de las dificultades. Sobre todo para una emprendedora.
En mi formación de conocimiento de este oficio que se transmite desde épocas medievales, encontré gente generosa, desde la Universidad de Palermo hasta los abuelos italianos. Hoy estoy dando cursos online aquí en Argentina y en breve daré en Chile. Me encanta y creo que debo difundir y compartir el oficio", enfatiza.
En ese sentido, su futuro lo vislumbra exportando Amada Jerez a Chile de tal manera de acercar un producto 100% artesanal, consciente de la calidad que se necesita para un buen caminar.
¿Dónde comprarlo? Pidiendo una hora desde su Whatsapp (+54) 91122985774 o escribiendo a amadajerezatelier@gmail.com
(Fotos gentileza de Amada Jerez)
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