Encauzar su creatividad y crear moda sostenible libre de estereotipos llevaron a la diseñadora y bailarina temucana, Isabel Peña a desarrollar su marca homónima de indumentaria. "Retomar la creación y producción era algo muy importante para mí, después de haber estado varios años haciendo solo prendas a pedido y producciones pequeñas, dedicada a la maternidad, a estudiar y a la docencia", explica Isabel. Hoy nos contará sobre su propuesta pensada en mujeres que buscan comodidad, originalidad, con toques de elegancia y modernidad, además que exploran su feminidad y masculinidad sin miedo.
Isabel explica que Isabel Peña es una marca slow fashion del sur de Chile, que nace el 2019. "Nuestras creaciones se basan en dos líneas de productos. Por un lado, básicos atemporales, que se pueden encargar en todo momento y cuya inspiración es el movimiento, las mujeres reveladas, la moldería zero waste, prendas con toques elegantes y modernos, que transitan entre lo casual, noche y sport siempre privilegiando la comodidad. Por otro, trabajamos con colecciones y prendas únicas no seriadas, las que navegan en la experimentación y deconstructivismo", relata.
Isabel comenta que su marca es la búsqueda constante entre el lenguaje de la moda y la danza contemporánea. "Ambos idiomas se construyen desde el cuerpo, como un soporte artístico, además de ser lenguajes no verbales, sumamente expresivos, llenos de discurso, emotividad y fuerza visual. 'Desde el cuerpo, para el cuerpo, con el cuerpo, donde la palabra no es necesaria'. Busco la alquimia perfecta entre ambos lenguajes, con una identidad y discurso propio, que represente a las mujeres que se transforman, construyen y deconstruyen día a día. No existe danza sin vestir; no existe vestir sin el cuerpo; no existe cuerpo sin discurso", afirma.
A lo anterior agrega que la metodología creativa de la danza, le ha permitido enriquecer su proceso creativo, ya que le entrega libertad, dinamismo, flexibilidad, improvisación, capacidad de adaptación, empatía, y suaviza la estructura del proceso en diseño. "Son un muy buen complemento para mí. Además que se van entretejiendo ambos lenguajes con temáticas comunes, como la mujer, la transformación de la mujer en la historia, el feminismo, la deconstrucción, el simbolismo, la poesía, la música. Como dos mundos unidos por un camino lleno de poesía, reflexiones, historias, que al fin y al cabo, gracias a la perspectiva, dejan se ser dos mundos y se transforman en uno", complementa.
Isabel cree que es absolutamente necesario y urgente hacer cambios en las formas de hacer y consumir moda en el mundo y sobre todo en Chile, tanto por factores ambientales, sociales, políticos y económicos.
"Primero mi responsabilidad como creadora de moda es hacerme 100 responsable y consciente de mi quehacer y entender la totalidad del ciclo productivo detrás de una prenda. Por otro lado, haciendo y ofreciendo cambios significativos en mi relación con los clientes, abriendo espacios de 'educar' y de ofrecer nuevas y sustentables relaciones como el made to order, venta en verde, etc. Igualmente siendo flexible y dinámica en mis procesos, adaptándome a mis necesidades creativas, las que a su vez van conversando con el medio ambiente, con la política, con la economía del país", relata.
Para Isabel el tema clave no es solo comprar ropa hecha en Chile, sino potenciar la industria nacional. Desde esa perspectiva, a través de su marca, busca hacerse cargo de la producción mediante las prendas hechas a pedido desde su sitio web o el marketplace Nashionit. "Solo manejamos un pequeño stock en el showroom y en la tienda de diseño PQTV, además privilegiamos el encuentro con fibras naturales como el lino, algodón, lanas, además revalorizamos prendas y textiles en desuso, incoporándolos como prendas nuevas transformadas o aplicaciones. Reducimos al mínimo el desecho del corte textil, trabajando un patronaje inteligente y eficiente, en donde los pocos desechos que quedan se van a reciclaje o se regalan a personas que las usen para otras acciones. Prendas nuevas que conviven con piezas recuperadas, entregándoles el mismo valor a ambos diseños", enfatiza.
Para Isabel el principal desafío que ha enfrentado en pandemia está relacionado con los insumos, ya que en Temuco han estado en cuarentena varios meses seguidos, lo que ha hecho más complejo adquirir materiales. "La gran mayoría los he tenido que buscar fuera de mi región. Por suerte las pymes dedicadas a la venta de telas e insumos se adaptaron rápidamente a la venta online y al despacho para regiones", añade.
A lo anterior se suma el cambio que ha experimentado en la relación con sus clientas, dado que la restricciones sanitarias han hecho que el contacto interpersonal que solía tener con ellas, se reduzca solo a lo online.
"Me imagino a Isabel Peña como una marca con una voz propia y fuerte, que inspire a las mujeres a empoderarse, revelarse y a atreverse a transformarse. Una marca con una identidad visual - artística única y fresca. Movilizar el clóset de todas las mujeres y lugares.
Una marca con una visión global, que sea visualizada en otros circuitos, no solamente en el mundo del slow fashion. Una marca que ayude a las mujeres a sentirse libres, cómodas y llenas de poder interno, que logren, a través del vestir, abrazar su belleza natural, a romper sus miedos, a verse en el espejo y sentirse orgullosas de ellas mismas por ser capaz de vestir una prenda que siempre quisieron usar, pero que nunca se atrevieron. Una marca con procesos creativos y productivos cada vez más conscientes y amigables con el medio ambiente".
La propuesta de Isabel Peña
Isabel explica que Isabel Peña es una marca slow fashion del sur de Chile, que nace el 2019. "Nuestras creaciones se basan en dos líneas de productos. Por un lado, básicos atemporales, que se pueden encargar en todo momento y cuya inspiración es el movimiento, las mujeres reveladas, la moldería zero waste, prendas con toques elegantes y modernos, que transitan entre lo casual, noche y sport siempre privilegiando la comodidad. Por otro, trabajamos con colecciones y prendas únicas no seriadas, las que navegan en la experimentación y deconstructivismo", relata.
La influencia de la danza en el proceso creativo de Isabel Peña
Isabel comenta que su marca es la búsqueda constante entre el lenguaje de la moda y la danza contemporánea. "Ambos idiomas se construyen desde el cuerpo, como un soporte artístico, además de ser lenguajes no verbales, sumamente expresivos, llenos de discurso, emotividad y fuerza visual. 'Desde el cuerpo, para el cuerpo, con el cuerpo, donde la palabra no es necesaria'. Busco la alquimia perfecta entre ambos lenguajes, con una identidad y discurso propio, que represente a las mujeres que se transforman, construyen y deconstruyen día a día. No existe danza sin vestir; no existe vestir sin el cuerpo; no existe cuerpo sin discurso", afirma.
A lo anterior agrega que la metodología creativa de la danza, le ha permitido enriquecer su proceso creativo, ya que le entrega libertad, dinamismo, flexibilidad, improvisación, capacidad de adaptación, empatía, y suaviza la estructura del proceso en diseño. "Son un muy buen complemento para mí. Además que se van entretejiendo ambos lenguajes con temáticas comunes, como la mujer, la transformación de la mujer en la historia, el feminismo, la deconstrucción, el simbolismo, la poesía, la música. Como dos mundos unidos por un camino lleno de poesía, reflexiones, historias, que al fin y al cabo, gracias a la perspectiva, dejan se ser dos mundos y se transforman en uno", complementa.
La necesidad de cambiar las formas de hacer y consumir moda según Isabel Peña
Isabel cree que es absolutamente necesario y urgente hacer cambios en las formas de hacer y consumir moda en el mundo y sobre todo en Chile, tanto por factores ambientales, sociales, políticos y económicos.
"Primero mi responsabilidad como creadora de moda es hacerme 100 responsable y consciente de mi quehacer y entender la totalidad del ciclo productivo detrás de una prenda. Por otro lado, haciendo y ofreciendo cambios significativos en mi relación con los clientes, abriendo espacios de 'educar' y de ofrecer nuevas y sustentables relaciones como el made to order, venta en verde, etc. Igualmente siendo flexible y dinámica en mis procesos, adaptándome a mis necesidades creativas, las que a su vez van conversando con el medio ambiente, con la política, con la economía del país", relata.
Para Isabel el tema clave no es solo comprar ropa hecha en Chile, sino potenciar la industria nacional. Desde esa perspectiva, a través de su marca, busca hacerse cargo de la producción mediante las prendas hechas a pedido desde su sitio web o el marketplace Nashionit. "Solo manejamos un pequeño stock en el showroom y en la tienda de diseño PQTV, además privilegiamos el encuentro con fibras naturales como el lino, algodón, lanas, además revalorizamos prendas y textiles en desuso, incoporándolos como prendas nuevas transformadas o aplicaciones. Reducimos al mínimo el desecho del corte textil, trabajando un patronaje inteligente y eficiente, en donde los pocos desechos que quedan se van a reciclaje o se regalan a personas que las usen para otras acciones. Prendas nuevas que conviven con piezas recuperadas, entregándoles el mismo valor a ambos diseños", enfatiza.
El principal desafío de Isabel Peña en pandemia
Para Isabel el principal desafío que ha enfrentado en pandemia está relacionado con los insumos, ya que en Temuco han estado en cuarentena varios meses seguidos, lo que ha hecho más complejo adquirir materiales. "La gran mayoría los he tenido que buscar fuera de mi región. Por suerte las pymes dedicadas a la venta de telas e insumos se adaptaron rápidamente a la venta online y al despacho para regiones", añade.
A lo anterior se suma el cambio que ha experimentado en la relación con sus clientas, dado que la restricciones sanitarias han hecho que el contacto interpersonal que solía tener con ellas, se reduzca solo a lo online.
¿El futuro de Isabel Peña?
"Me imagino a Isabel Peña como una marca con una voz propia y fuerte, que inspire a las mujeres a empoderarse, revelarse y a atreverse a transformarse. Una marca con una identidad visual - artística única y fresca. Movilizar el clóset de todas las mujeres y lugares.
Una marca con una visión global, que sea visualizada en otros circuitos, no solamente en el mundo del slow fashion. Una marca que ayude a las mujeres a sentirse libres, cómodas y llenas de poder interno, que logren, a través del vestir, abrazar su belleza natural, a romper sus miedos, a verse en el espejo y sentirse orgullosas de ellas mismas por ser capaz de vestir una prenda que siempre quisieron usar, pero que nunca se atrevieron. Una marca con procesos creativos y productivos cada vez más conscientes y amigables con el medio ambiente".
¿Dónde comprarla? En su tienda online, Nashion-it y PQTV. Además de su showroom en Torremolinos #325, Temuco.
(Fotos gentileza de Isabel Peña)
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